A muchos sorprendieron los trabajos de remodelación que se realizan en el edificio que alberga al Servicio de Administración Tributaria (SAT) en La Paz, ya que en una de las paredes del inmueble fue plasmado un mural denominado “Baja Tranquility”, realizado por el pintor estadounidense y defensor del medio ambiente, Robert Wyland, como parte de una serie de 100 murales en diferentes partes del mundo.
Y es que trascendió que el mural será “remodelado” pero nadie ha sido notificado del actuar, actualmente éste desapareció tras los trabajos en el inmueble y sin previo aviso.
“Yo creo que no se da la oportunidad a los artistas locales, tiene mucho que ver que no se pide, el espacio no se pide, las autoridades están puestas para que se pida el espacio y se brinde, hay grupos y artistas que vienen y ven la posibilidad de hacer algo nuevo porque no se pide, porque los artistas locales no pedimos”, reconoció Omar Avilés Lucero, artista local.
Dicho mural fue realizado en agosto de 2005 y fue hasta enero de 2017 que desapareció, algunos argumentan que se trata de trabajos de remodelación y que será restaurado, sin embargo, en los hechos se ve que el mural antiguo fue arrancado desde fondo junto con la pintura y emplaste, por lo cual se descarta su restauración.
“Bueno fuera que el paso del tiempo no hiciera lo suyo con este tipo de murales, aunado al salitre y la falta de mantenimiento. Fue una bonita vista ese dibujo, espero que ahora esté algo mejor… Es solo un trabajo de restauración de muro que destruye un mural efímero. No obstante nos toma por sorpresa y nos deja una desagradable sensación al no existir ningún indicio de polémica sobre su destrucción entre quienes iniciaron las obras. Qué lamentable decisión”.
Artistas locales o el portal oficial de Fundación Wyland no han indicado alguna modificación o noticia de la posible restauración, hasta el momento se desconoce qué va a suceder con el sitio, o si se ha contactado con el artista; solo comentan que podría conformarse un nuevo mural, pero ahora con artistas nacionales, a menos que se tome en cuenta a los locales para que este muro sea pintado de nueva cuenta.
Para la comunidad paceña esto ha sido una grave afectación por la armonía que brindaba al turismo, ya que era sitio obligado para que turistas se tomaran la respectiva fotografía con el mural. Artistas locales reconocieron que un mural en los edificios y espacios públicos brinda una buena imagen para quien camina por la avenida.
“Le da otro sentido, a final de cuentas el arte es la oportunidad de cambiar el entorno, el mural ayuda para que tenga otro sentido nuestra ciudad, y sobre todo la armonía, los colores proyectan armonía”, apuntó Avilés.
Algunas colonias de la ciudad, donde hay alto registro de delincuencia y vandalismo, han conservado sus murales sin grafiti, lo cual es un avance para que la imagen urbana no sufra una mala impresión.