Albert Einstein, vivió de 1879 a 1955. Fue un gran científico de origen alemán que adoptó nacionalidad norteamericana. Vivió y recorrió Múnich, Milán, Zúrich, Bern, Prusia, Praga, Inglaterra, Francia, China, Japón, Palestina, España y Princeton, Nueva Jersey, en Estados Unidos.
En 1925 recibió el premio Nobel. En 1933 se enfrentó a Hitler, quien al emprender la persecución nazi, motivó a Einstein a emigrar a América.
Sus vivencias y su inteligencia no solo dejaron un legado para el mundo científico, sino que su pensamiento también dejó una herencia de profundas reflexiones para la humanidad, por lo que más que sus fórmulas matemáticas, se le ha llegado a conocer por sus enseñanzas sobre la existencia del ser humano.
Una de sus reflexiones más conocidas es la que se refiere a la crisis, sobre la cual se acuñó una de las frases más extendidas por la tierra, que dice: “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo”.
El portal www.renuevo.com atribuye a Einstein: “La crisis, es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado”.
“Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones”.
“La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia”.
“El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones”. “Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos”.
“Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro”.
“Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.”
Por mi parte, creo que como nunca antes, los mexicanos estamos muy preocupados por la crisis que se nos avecina, tanto económica como de inseguridad.
En cuanto a la economía, el panorama no podría ser más desolador: Habrá aumentos en el costo de combustibles (los cuales harán un efecto dominó sobre todo aquello que se afecte directa o indirectamente por ello), a los impuestos y para colmo de males, al gobierno federal se le ocurrió establecer un nuevo cambio de placas. Todo esto se sumará a las consecuencias del deslizamiento del peso frente al dólar (que también trae serias repercusiones, especialmente en las ciudades fronterizas). Encima de todo lo anterior, está la amenaza de un efecto negativo como consecuencia del triunfo de Trump en Estados Unidos.
En lo que respecta a la inseguridad, el terrible récord de homicidios no solo nos debe impactar por la lamentable muerte de cerca de un millar de personas, sino por el preludio de una escalada de múltiples delitos que giran en torno a esas muertes, como lo es venta de drogas, robos, violaciones, privaciones de libertad y todo lo que oscila alrededor de las conductas criminógenas y antisociales.
En el aire está lo que sucederá a nuestra sociedad con la migración de miles de haitianos, que son una población vulnerable, expuesta a ser inmiscuidos en vicios y delitos, ya sea en calidad de víctimas o de victimarios.
El conjunto de afectaciones económicas y a la seguridad vislumbran una crisis para este año recién iniciado, pero si leemos y atendemos las reflexiones de Albert Einstein, todo ello se puede convertir en estímulos.
Todo es cuestión de aprovechar las oportunidades del 20017.
Alberto Sandoval es Coordinador de Alianza Civil, A.C. Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: AlianzaCivil Twitter: @AlSandoval