El narcotraficante sinaloense Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, pidió al juez federal Brian Cogan, estar presente físicamente el próximo viernes en la audiencia en su contra en la Corte de Nueva York, y no por videoconferencia, medida que había sido establecida por la autoridad judicial debido “al riesgo y costo” que representa el traslado del capo.
Guzmán Loera, quien encabezaba la lista de los más buscados por la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), ha sido capturado por las autoridades mexicanas tres veces y en dos oportunidades ha logrado escapar de cárceles de máxima seguridad.
Los abogados estadounidenses del ex líder del Cártel de Sinaloa, Michael Schneider y Michelle Gelernt, dirigieron una carta de cinco páginas al juez Cogan, en la cual reclamaron “la presencia física del señor Guzmán en la corte en la audiencia del 3 de febrero y en cada aparición posterior en el tribunal”.
“El Chapo”, de 59 años de edad, es acusado de 17 cargos, entre ellos homicidio y trasiego de drogas, fue extraditado a Estados Unidos el pasado 19 de enero, y al día siguiente, en una audiencia preliminar, se declaró no culpable.
Desde su llegada a Nueva York, “El Chapo” se encuentra aislado en una pequeña celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, ubicada a unos 3 kilómetros de la Corte, pero no puede hacer llamadas telefónicas o comunicarse directamente con su familia o con abogados en México, afirmaron sus defensores estadounidenses.
“Está encerrado en una celda 23 horas al día y solo se le permite salir para reunirse con sus abogados y para una hora de ejercicio en solitario”, abundaron. “Su ausencia de la Corte llevaría necesariamente a la impresión de que Guzmán es demasiado peligroso para ser traído al tribunal”, añadieron.
Un gran jurado deberá decidir si declara a “El Chapo” culpable o inocente en un juicio que aún no tiene fecha de inicio y en el cual comparecerán al menos unos 40 testigos, pero no podrá ser condenado a pena de muerte, por un compromiso que hizo el gobierno de EU con el mexicano.
Por otra parte, fiscales estadounidenses han pedido a la Corte que analice si “El Chapo” no puede permitirse pagar un abogado privado, ya que, aseguran, es necesario averiguar si los contribuyentes estadounidenses están pagando de forma innecesaria la defensa del líder “de la mayor y más prolífica organización de tráfico de drogas del mundo”.
En una carta dirigida al juez Brian Cogan, los fiscales aseguran que el análisis sobre la situación financiera de El Chapo está justificado debido, entre otras cosas, a numerosos reportes sobre su supuesta enorme riqueza.
El Cártel de Sinaloa habría distribuido varios miles de toneladas de droga colombiana en Estados Unidos durante unos 25 años, con un beneficio estimado de 14 mil millones de dólares, dijeron las autoridades estadounidenses.
“Tal y como indica la acusación, Guzmán estuvo involucrado en el tráfico de al menos 250 toneladas de cocaína en cargamentos destinados a los Estados Unidos, de los cuales sólo una parte fueron incautados. Esa cocaína está valorada en miles de millones de dólares”, dice la carta.
Los fiscales también aseguran en su misiva que los abogados de oficio de “El Chapo”, del grupo Federal Defenders, representaron en corte en el pasado a dos individuos que podrían ser testigos del gobierno durante el juicio de Guzmán, además de a otros tres cómplices del capo.
Eso, afirman, los fiscales Robert Capers y Arthur Wyatt, podría suponer un conflicto de intereses en el caso del narcotraficante sinaloenses.