La señora Grecia Llamas comentó a ZETA que ingiere al menos 8 medicamentos diferentes diariamente para lidiar con el dolor de cabeza, espalda y cadera, así como la repentina incapacidad para mover sus piernas, secuelas de lo que asegura fue una negligente atención médica en la Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
El 10 de marzo de 2014, la quejosa fue internada en ese hospital con un fuerte dolor en el costado, diagnosticándose el mismo como una apendicitis en fase 2, por lo que fue necesario operarla de emergencia. Antes de pasar a quirófano, Llamas comenta que fue atendida por el anestesiólogo José Carlos Baltazar, quien le informó que se le aplicaría anestesia local en la columna.
Afirma que cuando despertó tras la operación, lo hizo con un dolor de cabeza insoportable, al punto que no podía ver, además de no poder mover las piernas, lo que se informó al personal médico del IMSS. Señala que además pudo darse cuenta que la intervención a que había sido sujeta fue más invasiva de lo que se le informó en un primer momento, a juzgar por el tamaño de la incisión.
Comenta que luego de ser examinada, fue el anestesiólogo quien le informó que el procedimiento a su cargo no había resultado como lo previsto, quedando la anestesia por fuera de la columna, lo que aseguró sucede en uno de cada 100 casos.
“Al momento de colocar la inyección él la puso invertida, al mirar que no agarraba la anestesia yo creo que este estuvo inyecte, inyecte, inyectando varias veces”, comenta la afectada. Dice que la dieron de alta ese mismo día, continuando los mismos síntomas al día siguiente y hasta la fecha siendo constantes el dolor en cabeza y cadera.
En posteriores citas con el neurocirujano del IMSS y tras realizarse estudios, fue informada que contaba con daños en la columna, según el documento que se le proporcionó con “ruptura de las fibras discales posteriores y hernia discal de base amplia que condiciona estenosis foraminal y compresión radicular bilateral secundaria”.
Señala que si bien sigue yendo a consulta y el IMSS le proporciona de todos los medicamentos que requiere, han postergado su cirugía, la que programaron inicialmente el 21 de mayo de 2015. Asegura que en la clínica le han informado que ésta puede ser la solución a su padecimiento.
ZETA contactó con el IMSS para indagar sobre el tema. A este medio se le solicitó proporcionara los datos de la paciente para buscar una solución a su problema. Días después Llamas informó que se le ofreció el cambio de neurólogo y una reevaluación a su caso, esto el 13 de diciembre de 2016, pero a la fecha este ofrecimiento no se ha cumplido, aseguró la afectada, quien dijo buscará indemnización mediante una demanda.
Consultadas de nueva cuenta, las autoridades del IMSS informaron que parte del padecimiento de la afectada, específicamente la hernia, se presentó desde antes de ser atendida en la Clínica 1 y que a Llamas se le advirtió que una cirugía no es recomendable para su caso por lo riesgoso de la misma, por lo que se le sometería a terapia de rehabilitación, lo que la paciente ha rechazado.