A quien dicen realmente le costó muchísimo tomar la decisión de votar en bloque con su fracción del Partido Acción Nacional para aprobar a propuesta del gobernador a la Ley del Agua, que entre otras cuestiones propone la privatización del servicio y el corte definitivo del servicio en caso de no pago o retraso, fue a la diputada Alfa Peñaloza. Casi hasta las lágrimas estuvo la representante del Distrito 8 local al saber que actuaba contrario a los intereses de quienes votaron por ella, confiando que tomaría las mejores decisiones que favorecerían a la mayoría y no, como en este caso, a unos cuantos que además, están en el sector empresarial de las desaladoras o de la construcción y la oferta de servicios. “¿Con qué cara voy a regresar a mi distrito a pedir el voto otra vez?”, dicen que se lamentaba posterior a la votación que con los trece diputados del PAN y dos aliaditos, uno de Movimiento Ciudadano, otra del Partido de la Revolución Democrática, el gobierno de Kiko Vega sacó la votación favorable en perjuicio de los bajacalifornianos. Ahora sí que doña Alfa la sufrió pero no la rechazó, y en efecto podría padecerla dentro de tres años cuando se quiera reelegir. Eso de no votar a conciencia social, sino hacerlo a capricho del gobernador, efectivamente está para llorar. Así que si ven decaída a la diputada Peñaloza, no le den palmaditas en la espalda; mejor un ubicatex social.