Ana Marilú Reyna Castillo, originaria de Monterrey, Nuevo León, fue detenida en España, acusada de hacer llamados a otros mexicanos, a través de Internet, para cometer atentados terroristas yihadistas, según investigaciones de la Jefatura de Información de la Guardia Civil y del Grupo de Información de la Comandancia de Madrid.
Según el semanario Proceso, consultó a la Embajada de México en España, que les confirmó que el Consulado de México en Madrid fue notificado por la Guardia Civil sobre la detención de la mexicana, pero están a la espera de conocer su estado jurídico, para confirmar su estado de salud y cómo ha sido tratada durante la detención.
Asimismo, Manuel González Flores, secretario general de Gobierno de Nuevo León, dio a conocer este lunes que ya fueron giradas instrucciones para que dependencias de la administración estatal investiguen la información surgida en aquella nación europea sobre Reyna Castillo.
En 2010, cuando aún estaba en Monterrey, “dejó constancia de su profundo rechazo a su pasado católico y su deseo de vincularse emocionalmente con un musulmán”, dijeron las autoridades españolas sobre la regiomontana que tiene dos hijos pequeños, de los que se harán cargo los servicios sociales.
Por su parte, Isa Rojas, líder de la comunidad musulmana en México, entrevistado por el diario El Universal, negó que la mexicana detenida en acusada de autoadoctrinamiento y enaltecimiento yihadista, sea parte de su congregación o que sus acciones tengan algo que ver con la religión.
Las investigaciones se iniciaron en España para seguir el rastro de una estructura estable que se dedicaba a la difusión de contenidos afines al yihadismo más violento, a través de diversas plataformas web y aplicaciones de mensajería instantánea.
La mujer de 38 años de edad, según una nota del Ministerio del Interior, ya llegó de México convertida al islam más extremista, y una vez en España, se casó con un hombre marroquí, musulmán, actualmente en prisión, y después agudizó su proceso de autorradicalización cuando se estableció en Pinto, una comunidad de 50 mil habitantes.
Esto la llevó a un aislamiento de la comunidad, con total ausencia de relaciones sociales ajenas al ámbito radical, limitando al máximo sus salidas del domicilio, siempre vistiendo el niqab y con una atención escrupulosa a las directrices del Islam más radical, para diferenciar entre las conductas permitidas (halal) y las prohibidas (haram), dijo la Guardia Civil.
“La detenida ejercía una clara influencia sobre un amplio grupo de contactos a los que incitaba a ejercer una labor proselitista”, señaló la Guardia Civil española, que también subrayó que esta operación revela la importancia de las mujeres en el aparato de propaganda de los grupos yihadistas, especialmente del autodenominado Estado Islámico (EI).
“Llegó a erigirse en figura muy relevante entre las mujeres de la comunidad Islámica de su tierra natal, alentando a la yihad femenina y compartiendo material propagandístico, búsquedas realizadas en Google de México y acceso a perfiles de Facebook de musulmanes conversos originarios de Hispanoamérica”, detalló la Guardia Civil.
Reyna Castillo está casada con un marroquí que fue detenido el 3 de mayo de 2016, en otra operación de la Guardia Civil como presunto integrante de una red de captación y adoctrinamiento terrorista.