De manera reiterada y en su defensa, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ha dicho que de no haber aplicado el gasolinazo, el Gobierno Federal tendría que cerrar nosocomios y escuelas, además de que se dejarían de aplicar apoyos sociales, pues se tiene un problema en el presupuesto; pero dichas aseveraciones contrastan con la realidad que se vive en el gasto de su administración.
En octubre de 2016, para obtener el grado de maestro en el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), Leonardo González Núñez presentó su tesina titulada “Presupuesto de Egresos Ficticio: El Gasto Real del Gobierno en la Cuenta Pública”.
En entrevista con ZETA, indicó que el proyecto surge de una inquietud por saber cómo se gastaba el dinero el Gobierno Federal, por lo que pensó que la respuesta estaría en las negociaciones que se llevan a cabo en el congreso entre agosto, septiembre y octubre de cada año, pero no fue ahí donde encontraron las respuestas.
“Revisamos la cuenta pública que aparece en abril de cada año creyendo que no había tantas diferencias. En las investigaciones nos dimos cuenta que de 2000 a 2015 se gastaron 3.3 billones de pesos más de lo presupuestado, lo que equivale al 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, gastaron 222 mil millones de pesos más, en relación con lo que pueden mover los diputados en el presupuesto”.
A decir del consultado, solo ha habido un incremento de gastos y además se ha ido en general a algunos rubros que dependiendo la secretaría que se revise, se canalizan a diferentes tipos de gasto, pero de naturaleza muy poco clara de por qué se ha destinado ahí.
Citó como ejemplo el caso de la Secretaría de Gobernación cuando al revisar el destino de los recursos, los rubros han sido en comunicación social y viáticos, por mencionar algunos, mientras que por el contrario se pueden ver recortes en rubros sensibles como obras públicas y la oficina de control y confianza, lo cual denota las prioridades de la actual administración federal.
“¡La parte que enfurece es cómo su el gobierno dice que no hubiera tenido otra alternativa que no fuera el tema del gasolinazo! ¡Nos enfurece lo que dijo!, que si no se hacía, se cerrarían hospitales y programas sociales, cuando uno ve adónde se mueve el presupuesto todos los días. Y esto es transexenal, viene desde hacer varios años. Estamos hablando de toda la clase política que está acostumbrada a no presupuestar bien, porque sabe que al final se mueve y ajusta el dinero como se quiere”, externó González Núñez.
Agregó que el Gobierno Federal debe toda la modificación en los recursos con base a un entramado legal, que es el Artículo 58 Ley Federal de Presupuesto y Reforma Hacendaria, que establece los movimientos. En primer lugar, se deben entender las adecuaciones presupuestarias, se hace entre ramos, programas y oficinas, siempre y cuando ayuden al mejor cumplimiento de los objetivos del Estado, lo que el consultado calificó como algo mañoso porque “cualquier cosa puede justificarlo”.
Fue aquí donde precisó que esa parte debe ser modificada con estándares técnicos que sean medibles: “Quien elabora el presupuesto es la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en ningún momento participa la Cámara para modificar. La Ley establece que cuando los recursos sean más grandes al 5. por ciento se le informará a la Cámara, y en respuesta ésta podrá emitir opinión, lo que no la hace obligatoria, lo que está permitiendo una Ley con discrecionalidad absoluta. Eso también debe modificarse”, acotó.
Según el maestro, el Gobierno Federal debe hacer ahorros en las cosas suntuarias, que es hacia donde ha transitado la clase política. Recortar esos privilegios desmesurados en términos de gasolina y de beneficios adicionales a su salario (bonos), dado que la investigación apunta que hay muchos gastos que se han incrementado; se trata de ver adónde se han encaminado en rubros “tan opacos”, como servicios generales, otros, comunicación social, viáticos, transporte, “se tiene que repensar la manera como se configura el recorte”.
Respecto al Presupuesto Base Cero, González opinó que éste sí se hizo en el sentido de que se ajustaron algunas partidas. Sufrió un recorte en papel, pero fue un presupuesto de egresos ficticio porque a final de cuentas lo que se aprueba en el papel, termina siendo una cosa muy diferente en la realidad.
Si Usted desea ver el documento, puede acceder a la liga www.bitly.com/PEFficticio