Según la última ‘Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental’ del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), para el 88 por ciento de los mexicanos, la corrupción es algo frecuente en el País, y es considerado el segundo problema que más preocupa a la población, sólo por debajo de la inseguridad y la delincuencia.
El Instituto señaló que, además, el 50.9 por ciento de la población mexicana de 18 años y más, residente de ciudades de 100 mil habitantes y más, consideró la corrupción como el segundo problema que más le preocupa, por encima de otros asuntos económicos, como el desempleo o la pobreza.
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Según la encuesta, las entidades con mayor número de víctimas actos de corrupción son el Estado de México, con 62 mil 160; Sinaloa, con 58 mil 232; y Chihuahua, con 36 mil 472. Por otro lado, los estados con menor número de víctimas de esta problemática, fueron Colima y Nayarit, donde la cifra no superó los 10 mil actos de corrupción por cada 100 mil habitantes.
En 2015, los tres estados en los que más mexicanos opinaron que los empleados de gobierno abusan de sus funciones para obtener beneficios personales son la Ciudad de México, con 95.1 por ciento; Tabasco, con 94.1; y Chiapas, con 94. Y en los que la percepción de corrupción fue menor son Querétaro, con 73.3 por ciento; Yucatán, con 75.3, e Hidalgo, con 77.6.
Además, alrededor de 8 de cada 10 mexicanos, percibió que en las instituciones públicas se dan con mayor frecuencia actos de corrupción, ubicando como los organismos más corruptos a policías, partidos políticos, el gobierno federal, los gobiernos estatales y a los legisladores, entre ellos los federales.
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La corrupción, según el Inegi, se manifiesta a través de diversas acciones cotidianas: desde los casos de enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos, el tráfico de influencias, el uso indebido de información privilegiada y el nepotismo, hasta el pago por servicios gratuitos, para evitar una infracción o para agilizar trámites.
Según el Inegi, dos de cada diez hombres que tuvieron contacto con algún servidor público experimentaron alguna situación de corrupción, mientras que en las mujeres la razón fue de 1 de cada 10.
Por otra parte, las personas con mayor nivel de escolaridad son más propensas a sufrir actos de corrupción, ya que de cada 100 personas encuestadas con estudios universitarios, 18 reportaron haber sido víctimas de estos ilícitos, mientras que sólo 7 de cada 100 sin estudios experimentaron esta problemática.
Sin embargo, a pesar de la frecuencia de este fenómeno, el 93.3 por ciento de las víctimas de corrupción no denunciaron ante las autoridades competentes, debido a que consideran que no se dará seguimiento, que es una pérdida de tiempo o porque consideran que es una práctica común.
Por otro lado, 20 de las 32 Administraciones Públicas Estatales reportaron contar con un Plan o Programa Anticorrupción al año 2014. En 2014 se efectuaron 9 127 auditorías en las 32 Administraciones Públicas Estatales. Coahuila y el Estado de México reportaron el mayor número con 2 mil 171 y 1,867, respectivamente.
Además, dice el Inegi, el 2014, 10 mil 47 funcionarios públicos fueron sancionados por los Órganos Internos de Control (OIC) de las dependencias de la APF. Durante ese mismo año, 2 mil 593 fueron procesados y hubo 406 servidores públicos sentenciados -con posibilidad de absolución-, por el delito de corrupción.
“La corrupción consiste en solicitar, aceptar, ofrecer, dar un bien o servicio, producto de una actuación ilegal que se deriva del aprovechamiento indebido y para beneficio personal de un cargo, posición o responsabilidad en una organización pública o privada”, señaló el Instituto en el marco de Día Internacional contra la Corrupción.
