Residentes del Fraccionamiento Soler segunda sección mostraron a ZETA los estragos que está sufriendo la calle Salvador Alvarado, debido al tránsito de camiones registrado por la presencia de una fábrica de cartón en la colonia, la cual afirman no cuenta con los permisos correspondientes.
Dicha fábrica comenzó a operar al menos hace 8 meses y se encuentra al interior de un galerón, compartiendo espacio con un par de herrerías y un negocio de anuncios luminosos, con domicilio en Calle José María Larroque 1080.
El tránsito constante de tráileres por calles angostas ha provocado tráfico al dificultarse el acceso al galerón, también el rompimiento de tuberías de agua y drenaje, y daños a pavimento y banquetas, por lo que la calle Salvador Alvarado (por la que se accede al galerón) presenta malas condiciones. La vialidad es tan pequeña que para que los camiones puedan entrar al recinto en que cargan el cartón, los vecinos y los mismos locatarios de este espacio tienen que mover sus carros para otorgar espacio suficiente a estos vehículos.
Los afectados aseguran que cuando se han acercado a Alejandro Galicia (quien dicen es dueño de la empresa) para hacerle saber su descontento, éste se comporta de manera prepotente, respondiendo con frases como “no sabes con quién te estás metiendo” y asegurando venir del Barrio Logan, queriendo con ello amedrentar a los quejosos.
Los vecinos afirman que la fábrica no cuenta con los permisos correspondientes para operar, señalando que han visto cómo personal de la Dirección de Inspección y Verificación llegan con regularidad a la fábrica para “recibir mordida” por parte del dueño, por lo que la fábrica puede operar sin ser clausurada o multada por la autoridad municipal.
Se quejan porque las calles en dicha colonia son residenciales y no están hechas para vehículos pesados, además de que consideran que un material como el cartón es peligroso y podría fácilmente incendiarse, ya que no existe una labor de vigilancia y regulación de la actividad en el sitio. Suponen no existen las medidas de seguridad mínimas.
Pedro Gómez, Ejecutivo de cuenta de OSI Group, empresa señalada, aseguró desconocer que existieran inconformidades por parte de los vecinos respecto al funcionamiento de la fábrica.
Comentó que dentro del galerón hay negocios más ruidosos que la fábrica y que solo reciben camiones para la carga de su producto dos veces a la semana, contando con un horario de operación de 7 de la mañana a 6 de la tarde, siendo éste el estipulado en los permisos de operación, los cuales dijo estaban en posesión del dueño de la empresa, quien no se encontraba en el momento que ZETA se apersonó en el lugar.
Sobre los daños a la vialidad y fugas de agua, dijo no haberse percatado de los mismos, señalando que las calles circundantes fueron reparadas recientemente.
La Dirección de Administración Urbana (DAU) del Ayuntamiento de Tijuana informó a ZETA que en la dirección de la fábrica únicamente cuentan con registro de una licencia de operación de 2002, para la producción de tapones para Lechería Jersey, actividad que ya no se realiza en dichas instalaciones.