Contra todo discurso triunfalista de la administración de Enrique Peña Nieto, donde presume que la inflación se mantiene en niveles por debajo del 3%, la realidad es que dicho indicador se verá afectado en 2017.
Y es que tanto el Banco de México como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público acordaron que la liberalización de las gasolinas en 2017 tendrá como efecto directo un incremento en la inflación, aunque sería transitorio, a corto plazo y no generalizado.
En un encuentro entre el gobernador del BANXICO, Agustín Carstens; el representante de Hacienda, José Antonio Meade y el director de Petróleos Mexicanos, José Antonio González, el titular de BANXICO estimó que en “muy poco tiempo” los movimientos en el precio de las gasolinas serán parte de los ajustes en precios que se ven diario.
Puso como ejemplo la cotización del jitomate, que un día puede costar 8 pesos el kilo y al siguiente 80 pesos.
“Nosotros pensamos que va a tener este aumento transitorio en la inflación (…) el alza en las gasolinas sí puede tener un impacto de corto plazo en la inflación medida, no va a ser un aumento sostenido en los precios”, indicó Carstens durante el foro “Panorama Económico 2017”, organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, advirtió también de un aumento en los precios. Si bien dijo que la inflación será entre el 3 y 4%, se debe cuidar que no se “desboque”.