La Agencia Central de Investigaciones de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés), llegó a la conclusión en una evaluación secreta, de que la Federación Rusa intervino en las elecciones presidenciales de Estados Unidos que se llevaron a cabo el 8 de noviembre pasado, para para ayudar al candidato republicano Donald Trump, y no solo “para minar la confianza” en el sistema electoral de ese país, según reveló el diario The Washington Post.
El rotativo informó que agentes de inteligencia de la CIA identificaron a individuos que tienen conexiones con el Gobierno ruso, quienes entregaron miles de correos electrónicos “hackeados” de las cuentas del Comité Nacional Demócrata y otros, incluyendo al director de campaña de Hillary Clinton, John Podesta, a la organización WikiLeaks
Según la Agencia estadounidense, estos individuos son conocidos por la comunidad de inteligencia y sus acciones forman parte de una operación más amplia para impulsar a Trump y minar las oportunidades de Clinton, dijo el WP.
“La comunidad de inteligencia considera que la meta de Rusia era favorecer a un candidato sobre el otro, ayudar a Trump a ser elegido”, dijo un funcionario sénior de la agencia de inteligencia durante una presentación a senadores estadounidenses, señaló el Post.
La CIA compartió su investigación con algunos senadores clave en una presentación a puerta cerrada en el Capitolio la semana pasada, según informó el medio estadounidense. Los agentes que hicieron la presentación ante algunos senadores explicaron que ahora estaba “muy claro” que la meta de Rusia fuera que eligieran a Trump.
“Es la evaluación de la comunidad de inteligencia de que la meta de Rusia era favorecer a un candidato sobre el otro, para ayudar a que Trump resultara electo”, dijo el funcionario de alto rango que fue informado de la presentación de inteligencia hecha a los senadores estadounidenses. “Esa es la postura con la que todos parecen estar de acuerdo”.
Sin embargo, indicó el WP, entre los empleados de la CIA que participaron en la investigación hay algunas discrepancias, principalmente porque hay algunas preguntas sin respuestas, por ejemplo, que no se ubicó a funcionarios del Kremlin “dirigiendo” las operaciones, sino que identificaron a personas muy cercanas a la administración rusa participando.
Por su parte, el sueco Julian Assange, fundador de WikiLeaks, dijo en entrevista en la televisión rusa que “el Gobierno ruso no fue la fuente” de la filtración de correos de los demócratas.
La agencia estadounidense AP citó una declaración del equipo de transición de Trump, que desdeñó los supuestos hallazgos de la CIA: “Esta es la misma gente que dijo que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva”.
“La elección terminó ya hace tiempo con una de las más grandes victorias del Colegio Electoral en la historia. Es tiempo de seguir adelante y ‘Hacer que Estados Unidos sea grande otra vez’”, dijeron en el equipo del magnate neoyorquino.
OBAMA PIDE INVESTIGAR A RUSIA
La revelación se produjo después de que ayer viernes, la Casa Blanca informó de la intención del presidente Barack Obama de profundizar en la investigación sobre la intrusión de Rusia en los comicios estadounidenses.
La CIA ya había realizado investigaciones relacionadas con la injerencia de Rusia en el proceso electoral estadounidense, sin embargo, las conclusiones a las que habían llegado señalaban la intención de esta nación de “minar la credibilidad”, pero no de buscar el triunfo de uno de los candidatos, como en el caso de Trump.
Así lo informó la asesora de Seguridad Nacional, Lisa Monaco, quien afirmó que Obama, ordenó a las agencias de inteligencia revisar los ciberataques y la intervención extranjera en las elecciones de 2016 y que entreguen un informe antes de que deje el cargo el 20 de enero.
Monaco aseguró que los ciberataques no son una novedad, pero que podrían haber cruzado un “nuevo umbral” este año. Según contó, cuando era un alto cargo del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), en 2008, la agencia alertó a las campañas presidenciales del demócrata Obama y de su rival, el republicano John McCain, de que China se había infiltrado en sus respectivos sistemas.
En octubre, el Gobierno estadounidense acusó formalmente a Rusia de una campaña de ciberataques contra organizaciones del Partido Demócrata antes de las presidenciales del 8 de noviembre. La campaña de Clinton hizo lo mismo.
Obama advirtió a su par ruso, Vladimir Putin, sobre las consecuencias de estas intromisiones y habló de represalias. Sin embargo, durante su último encuentro tras las elecciones de EU, ambos no trataron el tema.
“El tema de las elecciones no se trató, porque eso está en el pasado, en esta pequeña reunión me concentré en el futuro, yo ya le había dicho muy claramente a él las preocupaciones que teníamos con respecto a ataques cibernéticos en general”, señaló Obama en una rueda de prensa al término de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, en Lima, Perú, el pasado 21 de noviembre.
A esta petición se sumaron varios líderes republicanos del Senado, entre ellos Lindsey Graham y John McCain, que ya habían pedido antes de conocerse esta información que se iniciara una investigación sobre la supuesta intromisión rusa en las elecciones estadounidenses.
El que a partir de enero será el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, se sumó a esa corriente al asegurar que reclamará “una investigación en el Congreso para llegar al fondo de esto”.