Cambios ¿para mejorar?
Hay mucha diferencia entre la iniciativa privada y el sector oficial. Sin que uno y otro sean lo mejor y lo peor, no es exagerar si se afirma que en el primero, hay prudencia, análisis y decisión inteligente, para cuidar el capital. Y en el segundo, es decir en el sector oficial, casi siempre las motivaciones son amistad, compromisos o intereses muy personales. Difícilmente puede mediar la inquietud de mejorar, de cumplir con el deber.
Con justa razón comentaba un buen amigo, compañero en esta difícil actividad de los organismos de la sociedad civil: “si hubiera seguimiento a los buenos proyectos… si los funcionarios llegaran con interés en servir a la comunidad, los avances, los éxitos serían mayores”. Pero antes, le aseguramos, si quien llega a ocupar un puesto, trajera capacidad, conocimiento y pasión, otra cosa sería.
Pero, son malos, ineficientes y se les premia. Hasta desconocen sus obligaciones. Un botoncito de muestra. En la Delegación B. C. de la Sedesol en tiempos del presidente Felipe Calderón (sí, el mismo que hoy se lo mastican “los buenos”), nombraron en la delegación a Carlos Torres Torres, inició con tres millones de pesos para apoyar proyectos comunitarios, al término de su gestión, gracias a sus gestiones, había diez millones de pesos por año.
Lo sustituyó Marco Antonio Corona, hoy diputado local. En su primer año tuvo que devolver dinero, porque no se trabajó adecuadamente en los proyectos, al siguiente le mandaron menos y en la actualidad, la suma es la más baja. Sí, claro, por la pobreza extrema aduce el gobierno federal. Pero la verdad, siempre ha dependido del Delegado en turno, de sus gestiones, de su interés, de su trabajo e inteligencia. Y por supuesto de sus conocimientos del sector y de los trámites en la Ciudad de México.
Nota 1.- Hay algunos que desean un fracaso del SITT. Detestan que el Dr. Jorge Astiazarán Orcí tenga éxito en este proyecto de la Ruta Troncal. Y hasta le critican que se exprese con tanta pasión. ¿Pues qué esperaban? Se trata de un gran avance que beneficiará a una buena cantidad de personas. Digno y barato. Algo que por años se pidió.
Nota 2.- Se necesita cinismo y una total falta de amor por Tijuana, para amenazar con el caos, el sabotaje y daños a la ciudad y a su gente. Los “transportistas” (grupúsculo minoritario) que se sienten perjudicados con el progreso de esta querida Tijuana, amenazan con actos fuera de la ley. Y tan campantes.
Nota 3.- Aumentan los automovilistas que no tan solo llevan su teléfono en mano para hablar, disfrutan con “mensajear” ¡y frente a la autoridad! Parece que ya no hay infracción por esa peligrosa conducta.
Luz Elena Picos es Directora de Red Social de Tijuana. Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com
