Escritores e ilustradores mexicanos y extranjeros coinciden en el gran momento que vive México en cuanto a la producción de obras para los niños. Aunque también plantean algunos desafíos durante la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ). “Sostenernos y crear público”, son dos de los grandes retos de la industria editorial del libro infantil en México, refirió a ZETA Paola Morán, directora general del suceso literario
Ciudad de México.- Miles de niños surcando los pasillos y jardines del gigantesco Parque Bicentenario, más de 350 editoriales distribuidas en sus avenidas y más de mil 300 sellos que ofrecen obras para niños en la XXXVI Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), reflejan un insoslayable boom que vive México en cuanto a la oferta literaria para los más pequeños.
Durante la FILIJ, que se desarrolla del 11 al 21 de noviembre, donde Alemania funge como País Invitado de Honor y Colima como Estado Invitado de Honor, tanto escritores como ilustradores de libros para niños coinciden sin dudar en el gran momento que protagoniza la industria de la literatura infantil y juvenil en México; para empezar, Juan Palomino, ganador de la VII Edición del Premio Internacional de Ilustración Feria de Bolonia-Fundación SM en 2016, expresó a ZETA:
“Es un momento muy paradójico porque al mismo tiempo que hay muchísima nueva literatura infantil y juvenil, y que de cierta forma sostienen muchas editoriales su parte como infantil porque son libros muy atractivos, eso coexiste con una crisis económica en el país y en el mundo que limita que estos libros lleguen a mucha gente, pero al mismo tiempo hay un boom editorial de la literatura infantil y juvenil, y de la ilustración en particular”.
Autor de “Érase una vez lo que no fue” (Ediciones Castillo, Secretaría de Cultura-DGP, 2016) presentado durante la FILIJ, Palomino también advirtió:
“Hay ahora muchos libros ilustrados para adultos, muchos clásicos para adultos que se están reimprimiendo pero con ilustraciones, y además hay mucho interés en los jóvenes mexicanos por este oficio”.
Asimismo, en cuanto al gran momento que experimenta la industria de la literatura infantil y juvenil, Paola Morán, directora general de la FILIJ, coincidió en entrevista con este Semanario:
“Tenemos cada vez más editores con gran calidad que ganan premios en Bolonia, por ejemplo la editorial Tecolote (Premio Nuevos Horizontes 2012), El Naranjo (Premio Destacados ALIJA 2009) y que están a la altura de los mejores editores del mundo; tenemos también escritores e ilustradores, por ejemplo, Irma Labastida gana la Golden Apple de la Bienal de Ilustración de Bratislava 2013 o Juan Palomino, ganador del Premio Internacional de Ilustración Feria de Bolonia 2016.
“Entonces, estamos a un nivel de competencia internacional ganando cada vez más reconocimientos y premios en Bolonia o en la Bienal de Ilustración de Bratislava, que son unos de los espacios internacionales de Literatura Infantil y Juvenil (LIJ); yo diría que tenemos muy buena salud, que la LIJ mexicana goza de buena salud y en general ha habido un boom en toda Latinoamérica”, reconoció Morán.
Por supuesto, de esa buena salud de la que goza la literatura infantil y juvenil en México ha sido impulsora también la FILIJ durante 36 años.
36 años de la FILIJ
Surgida en 1981, la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil ha tenido diversas sedes, desde los pasillos del Auditorio Nacional hasta el Centro Nacional de las Artes (CENART), lugar donde se realizó hasta 2015 y a partir de 2016 en el Parque Bicentenario.
“Después de 22 años en el Centro Nacional de las Artes (CENART) era un gran reto moverla de sede, nosotros pensábamos que el CENART era irremplazable, y uno se da cuenta de que no; tenemos ataduras y anclajes, pero también hay que atreverse; nos atrevimos, se atrevieron los editores que entraron con nosotros a esta nueva aventura y creo que ha salido bien”, declaró la directora general de la XXXVI FILIJ.
En su momento, la ilustradora chilena Paloma Valdivia, reconoció a la FILIJ en entrevista con ZETA:
“La FILIJ es lo más grande que tengo como referencia del mundo editorial infantil. Nosotros en Chile hacemos ferias del libro para niños, pero nunca de esta magnitud”.
Ganadora del Premio Internacional de Ilustración BIB PLAQUE 2001 y XVIII Bienal de Ilustración de Eslovaquia, entre otros, además de autora de obras como “Duerme negrito” (FCE, 2012) y “Es así” (FCE, 2010), Valdivia comparó a la FILIJ con la Feria del Libro Infantil de Bolonia, Italia:
“Lo más grande que yo conocía era la Feria de Bolonia, donde hay un gran evento en torno al libro ilustrado de niños pero ¡no pueden entrar niños a esa feria!, porque solamente es para vender y comprar derechos y para creadores”.
La alemana Julia Friese, ilustradora de “Animales animados” (La Brujita de Papel, 2016), de Jorge Elías Luján, coincidió en entrevista con ZETA:
“Es la primera feria del libro infantil que veo que está al aire libre, me encanta, nunca había estado en una feria así de grande en un espacio tan bonito”.
El ilustrador japonés Satoshi Kitamura, quien presentó “¡Me perdí!” (FCE, 2015) y la novela “Elvis nunca se equivoca” (Tusquets, 2016), de Rodrigo Morlesin, también expuso a este Semanario la magnitud de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil:
“La FILIJ es algo muy interesante, en Japón no tenemos nada parecido ni de esta escala. La asistencia de tantos estudiantes y de tanta gente es increíble, se genera una atmósfera muy buena, así que tengo una impresión muy positiva de esta feria”.
Asimismo, la mexicana Kirén Miret, autora de “La asquerosa enciclopedia” (Planeta, 2015) y “La tenebrosa enciclopedia” (Planeta, 2016), ambos títulos ilustrados por Alberto Montt, valoró en entrevista con ZETA:
“La FILIJ es una plataforma increíble que ha ido creciendo, que cada año me sorprende más. Creo que este país puede preciarse de tener extraordinarios escritores, yo como escritora apenas voy introduciéndome en este mundo donde hay colegas que me llevan siglos de ventaja, tanto escritores como ilustradores; el mundo editorial mexicano creo que está listo hace mucho tiempo para seguir produciendo libros para niños y para jóvenes, y creo que los niños y los jóvenes están listos hace un rato para recibir los productos nacionales que de verdad son importantísimos; hay muchos libros traducidos de todo el mundo con ilustraciones de extranjeros, pero también hay mucha materia prima nacional”.
Finalmente, Flor del Carmen Aguilera García, autora de “Antes de mí” (Santillana, Secretaría de Cultura-DGP, 2016), con ilustraciones de Leonor Pérez, reconoció la importancia de la FILIJ en los últimos 36 años:
“La FILIJ es un testimonio de la importancia que tiene la literatura infantil y juvenil, de cómo ha venido creciendo año con año, de la necesidad de los lectores de tener casi dos semanas en la que puedan convivir con escritores, conocerlos, los stands que reúne a toda la industria editorial, es importantísima porque es la más grande; en momentos de crisis económica son los libros infantiles que se siguen vendiendo y se siguen comprando. La FILIJ es la más grande en toda América Latina, y para mí la literatura infantil es la más importante no solo en cantidad, sino porque es la formación de los niños y la formación sentimental de los jóvenes”.
Juan Villoro y el reto principal de la literatura infantil
Juan Villoro también se refirió al reto principal de la literatura infantil y juvenil que pasa esencialmente por la calidad de las letras en sí mismas:
“El principal reto de la literatura infantil en todas las épocas consiste en tratar de hacer una literatura suficientemente creativa, que respete la inteligencia de los niños; creo que el gran obstáculo para lograr esto es la tendencia a veces a hacer una literatura pedagógica, es decir, en pensar que los libros son para edificar a los niños, para educarlos y no para gratificarlos; en todas las épocas se da esta tensión, entonces, vemos que en los catálogos de algunas editoriales de pronto hay libros que cumplen con fines más pedagógicos, que tienen una idea vertical de la literatura, de enseñanza hacia los niños, de arriba a abajo y que no respetan tanto la propia creatividad de esos lectores”, comentó a ZETA.
Autor de la saga de “El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica” (Alfaguara, 1992; FCE, 2016), “El té de tornillo del profesor Zíper” (Alfaguara, 2010) y “La cuchara sabrosa del profesor Zíper” (FCE, 2015) (los tres títulos ilustrados por Rafael Barajas “El Fisgón”), Villoro arguyó:
“Yo creo que hay suficientes autores tanto en México como en el extranjero, lo mismo que ilustradores y editores para garantizar que los niños tengan una oferta extraordinaria, yo ya hubiera querido tener en mi infancia libros como los que hay ahora; en mi infancia prácticamente no había literatura para niños; de hecho yo no leí literatura para niños, desde luego, yo leí los cómics, ‘La familia Burrón’, ‘El Príncipe valiente’, muchas historietas, algunos cuentos para niños pero no había la oferta que hoy en día tenemos”.
“Sostenernos y crear público”: Paola Morán
No sin antes agradecer muy especialmente a Juan Palomino por la ilustración e imagen oficial de la edición 36 de la FILIJ, la directora general del acontecimiento literario, Paola Morán, manifestó a ZETA algunos desafíos que enfrenta la industria de la literatura infantil como una cadena donde participan muchos actores:
“Yo creo que tenemos dos retos: uno, sostenernos, sostener la calidad, y eso quiere decir también abrir la oferta, seguir mirando al mundo, no encerrarnos; y el segundo, crear público”.
Morán argumentó sobre la necesidad de crear público consumidor de libros que paguen por ellos, pues se trata de una industria editorial donde intervienen muchos especialistas:
“Hago la diferencia por la idea de que ‘la cultura no se compra’, de que ‘si voy al teatro me tienen que regalar el boleto,’ o ‘si quieren que lea un libro, que me lo regalen’, y no; ésta es una industria donde trabajamos mucha gente y donde tristemente también tenemos la costumbre de comer, y toda esa industria de ilustradores, escritores, cuentacuentos, talleristas, libreros, bibliotecarios, se tiene que mantener, se mantienen si se vende el producto: el libro”, concluyó.
Foto: Enrique Mendoza/ Paola Morán, Directora General de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ)
