Tres años de gobierno y un
presupuesto autorizado de
mil 200 millones de pesos,
solo fue suficiente para que
Jorge Astiazarán licitara el
cien por ciento de la
edificación y equipamiento,
pero no para completar la
Fase 1 del Sistema Integral de
Transporte de Tijuana. No
obstante a estar inconclusa,
por ser la única obra
emblemática de su
administración, el priista no
desiste en ponerla en marcha
antes de entregar la alcaldía.
Transportistas demandan una
moratoria para auditar y
sustentar el proyecto antes de
su arranque
Pilotes vacíos, sin el tendido de un puente para cruzar; paraderos, terminales y un puente vehicular en proceso y sin equipamiento, son obras que a la fecha conforman los 35 kilómetros de la Ruta Troncal de Tijuana. El gobierno municipal refiere un avance superior al 90 por ciento, pero expertos en la material a lo mucho registran un 75% en su desarrollo constructivo.
Habilitados con rampas con una elevación de hasta 12 grados -cuando el máximo permitido es 8 grados-, el proyecto en desarrollo incumple con normas técnicas establecidas no solo en leyes y reglamentos locales, estatales y federales; también en tratados internacionales para la movilidad de personas con discapacidad.
Para que el sistema de transporte articulado de Tijuana fuera aprobado por el Banco Mundial y el Fondo Nacional de Infraestructura -FONADIN-, el municipio comprometió un proyecto que coadyuvaría a la protección del medio ambiente, conformado solo por unidades de transporte ecológicas que utilizarían gas natural como combustible.
Pero al igual que los camiones viejos y contaminantes que ya circulan por las calles de Tijuana, los BRT funcionarán a base de diésel.
El nuevo sistema de transporte tampoco cumplirá con su cometido de atender una demanda mínima de 124 mil pasajeros por día, pues iniciará con la operación de acaso solo diez camiones articulados que invadirán rutas concesionadas, sin que a la fecha el gobierno municipal haya llegado a un consenso con el cien por ciento de los transportistas, quienes demandan auditar el proyecto y preparan nuevas movilizaciones de protesta.
En estas condiciones Jorge Astiazarán Orcí entregará la Ruta Troncal a los tijuanenses en el transcurso de esta semana. “Probablemente algunas obras quedarán pendiente, pero los camiones estarán circulando y funcionando el sistema”, expuso a ZETA.
Aunque ha diferido el arranque de los BRT en múltiples ocasiones, la última fecha prevista para inaugurar la Fase 1 del Sistema Integral de Transporte de Tijuana (SITT) se determinó el próximo jueves 24 de noviembre, a cuatro días de que el priista rinda su tercer y último Informe de Gobierno, y a menos de una semana de que entregue la presidencia municipal a Juan Manuel Gastélum Buenrostro.
Proyecto incipiente
El nuevo sistema de transporte consta, en proyecto, de tres puentes vehiculares, 14 peatonales, tres terminales -Insurgentes, Centro y Lázaro Cárdenas-, 48 paraderos -de 36 estimados originalmente-, 45 autobuses articulados y 100 de alimentación, además de un sistema de control y recaudo. Equipo con el que se atendería una demanda de 124 mil pasajeros por día, a quienes se cobraría una tarifa de 9.50 pesos.
En la realidad, tendrá dos puentes vehiculares, uno denominado Centro Histórico-Puerta México que conectará la Garita de San Ysidro con la Zona Centro, construido en un 90 por ciento; y el Juan Ojeda, este último iniciado en el XX Ayuntamiento y concluido por en el periodo actual de gobierno.
Los puentes peatonales, ocho en total, permitirán el cruce de la canalización del Río Tijuana y se ubican principalmente en la Segunda y Tercera Etapa, para el acceso de los usuarios a los paraderos del BRT; de los nueve, ninguno se ha concluido y cuatro registran un avance inferior al 50%, aunque el gobierno pondera un avance general del 78%.
De las dos terminales de origen y destino que se edifican, ninguna se encuentra equipada al cien por ciento, aunque son las obras que mayor progreso físico registran, sobre todo la de Insurgentes, con un 95% de avance. Adjunto a este edificio se instaló el centro de mando operativo, donde se albergarán las cámaras de seguridad y control del SITT, así como el sistema de recaudo.
En la terminal instalada en Avenida Revolución se observa un 90% de avance. Ninguna de las dos ha sido equipada al 100%.
De las 48 estaciones edificadas en el trazo de la Ruta Troncal Uno del SITT, el avance en infraestructura 73.38%, imagen urbana es del 60.91%, electrificación 18.96% y trabajos extraordinarios como rampas, el progreso apenas alcanza un 77.94%.
El proyecto consta de 43 semáforos inteligentes, con sistema sonoro para personas con debilidad visual; aunque fueron instalados desde hace meses, continúan en fase de ajuste.
De los 45 BRT programados, la Fase 1 de la Ruta Troncal dará inicio con diez, aunque solo uno ha arribado a la ciudad, el resto se encuentra en trayecto. De 100 unidades alimentadoras, solo 50 se encontrarán operando en el arranque, anotó el presidente municipal.
Obra excluyente
Ni las rampas colocadas en puentes peatonales y paraderos, ni el entorno inmediato de las estaciones de ascenso y descenso, facilitan la movilidad de personas con discapacidad.
Si bien es cierto la infraestructura del SITT cuentan con declives para el tránsito de personas de movilidad reducida, la infraestructura incumple con la norma.
Un análisis efectuado por El Colegio de la Frontera Norte -COLEF- a petición de la Coalición Estatal por los Derechos de las Personas con Discapacidad, concluyó que las rampas cuentan con pendientes pronunciadas de 12 y hasta 14 grados, cuando la norma técnica asentada en reglamentos de edificaciones y las establecidas en tratados internacionales y por la Organización de Naciones Unidas -ONU-, dicta un máximo de 8.
“Para poder transitar por las obras del SITT, una persona no solo con discapacidad motriz, esto es, que requiera de silla de ruedas y/o muletas, sino cualquier adulto mayor, forzosamente tendrá que ser auxiliado, porque por sí solo no podrá utilizar las rampas colocadas en las estaciones, terminales y puentes peatonales”, expuso Eduardo López, vocero de la Coalición, Capítulo Tijuana.
Pero si circular por las instalaciones de la Ruta Troncal será complicado, llegar a esos puntos “será misión casi imposible, para los usuarios en general, pues varios de los paraderos se ubican en cruceros donde sortear el tráfico vehicular representará un riesgo, porque no adecuaron el entorno inmediato para facilitar el acceso a las estaciones; una muestra de ello es la estación ubicada sobre Vía Rápida, a la altura de 20 de Noviembre”.
Y concluyó: “Todo lo que se diseñe para construcción de obra pública debe tener diseño universal, tiene que responder al diseño universal y ponderar a las personas, el SITT no lo cumple”.
Las estaciones será la única infraestructura del proyecto que cuente con baños públicos, pero en ninguno de los dos edificios los sanitarios se adecuaron para ser utilizados por personas en silla de ruedas.
Auditar al SITT
Cuando Jorge Astiazarán Orcí tomó las riendas del XXI Ayuntamiento de Tijuana, la Ruta Troncal era un proyecto ya definido, con presupuesto gestionado y aprobado por Banobras, FONADIN y el Banco Mundial.
Los dos primeros años de su gobierno los ocupó en reformar el Reglamento Municipal de Transporte, la base para el ordenamiento de ese sector, el cual resumió en cuestiones jurídicas que le permitieron crecer en más de 800 el número de concesiones para el servicio de transporte masivo y modificar rutas, y aumentar en aproximadamente 500 licencias más para la circulación de taxis libres.
Lejos de ordenar, el alcalde provocó la inconformidad del 50% del sector transportista que se manifestó en marchas de protestas y generó el caos en las vialidades de Tijuana.
A decir de Héctor Márquez, representante de la empresa de autotransporte Azul y Blanco, “para ganar tiempo y calmar los ánimos”, hace una semana Astiazarán se comprometió a respetar la libre competencia entre las unidades del BRT y del transporte convencional, “nos dijo que no nos sacarán de las rutas que ya tenemos concesionadas”, refirió Márquez. Pero como “ya no creemos en promesas de palabra”, y al no turnarse el compromiso al Cabildo para un respaldo oficial, el líder transportista advirtió la realización de nuevas manifestaciones de protesta para el lunes 21 de noviembre, antes de que el SITT entre en operación.
La demanda de su nueva protesta es puntual: “Aplicar una moratoria al proceso de ejecución del Sistema Integral de Transporte hasta que el proyecto sea auditado y cada obra sea sustentada”.