De diez que habían levantado la mano, finalmente son solo cuatro los que se disputarán los casi mil 800 votos de los militantes del Partido Acción Nacional (PAN) que el domingo 27 de noviembre elegirán a su nuevo dirigente municipal en Ensenada.
Desde finales de octubre, es decir, faltando un mes para el cambio de dirigencia, el todavía hoy presidente del comité municipal, Hugo Zepeda Berrelleza, fue nombrado Secretario de Desarrollo Social del Estado (SEDESOE), asegurando su dependencia al presupuesto y pasando de ganar 50 mil pesos como dirigente al casi al doble como funcionario estatal.
Pero no solo eso, confiaron panistas a ZETA, el cambio obedeció a colocar a Zepeda en esa dependiencia asistencialista para “operar” los votos a favor del consentido en esta ocasión para el Gobierno Estatal. A su vez, Pablo Alejo López Núñez, otro que también dicta vidas y destinos en el PAN, fue “regresado” a la subsecretaría de Gobierno.
La dísputa será de nuevo entre el voto tradicional, cada vez más mermado, contra el voto de nómina, robustecido e inflado con los “maruchanes” que en dos años duplicaron la membresía panista. Los cuatro jinetes que prometen rescatar el PAN ensenadense y llevarlo a un nueva era de triunfos son Miguel Ángel Barretos, Jesús González “El Chino” Collins, Iván Nolasco y Jesús Felipe Vázquez.
“Mi fortaleza es el voto tradicional, gente de valores y principios”, externa Barretos, panista que desde 1986. Asegura haber participado en todos los procesos electorales, y desde el 2000 pasó de ser empleado bancario a funcionario de gobierno en los tres niveles. “Dignidad PAN voto libre y secreto”, es el lema que maneja en su propaganda.
Aunque muy cercano a Félix Ojeda Ortega, síndico social, con el que lograron 200 votos en la interna pasada para diputaciones, afirma: “Yo no traigo nadie atrás, yo traigo a Barretos, yo he trabajado, me enfrento al Gobierno”.
“El Chino” Collins trae un escueto “Yo soy PAN” como lema. Cobijado por el dirigente Zepeda y Javier Meza del Issstecali, quienes han fraguado una red de intimidación y amenazas que han salido príncipalmente de la delegación del Sistema Educativo Estatal a cargo de Adela Lozano.
Collins en un discurso técnico plantea 10 puntos de un “plan estratégico” que resume la recuperación de los valores del partido, la transparencia, una página web, la gestoría e intermediación ante el gobierno y el fortalecimiento de los subcomités.
Promotoras revelaron que Zepeda desde SEDESOE las está condicionado los apoyos y despensas a sus líderes de colonia a cambio de sufragios para Collins, mientras éste pide el voto de confianza para tener “un partido más sólido y consolidado”. Collins es el único que no hace referencia a imposiciones.
El más ruidoso ha resultado el candidato Iván Nolasco, “trae una comparsa, ya parece esto un carnaval”, lo señala Barretos. Y sí, el joven Iván trae matracas, botargas, un ejército de seguidores uniformados y una oratoria y tono que parece réplica de su padrino y protector, Pablo Alejo Núñez.
Nolasco trae parte de la nómina del gobierno estatal y se le han sumado adeptos en los últimos días. A los militantes les han llegado mensajes de “WhatsApp” desde “Tijuana” donde se lee: “Nolasco es el más fuerte”.
Dice que ya está trabajando en un padrón digital que garantice la igualdad de condiciones para todos los que tengan aspiraciones, “voy a trabajar en una revolución de principios”, ha dicho en medio de ensordecedoras matracas.
“¡Qué viva Acción Nacional!”, es el “ingenioso” grito de Jesús Felipe Vázquez. Pero la respuesta de sus correligionarios ha sido apática, “ni lo conozco”, es el cuarto candidato y al que menos posibilidades le dan, no obstante ha sumado aliados. Es al único que no se le ubica en un grupo.
“Por un cambio de fondo”, es el lema de Vázquez, y su discurso lo ha centrado contra el favoritismo, la transparencia, los descuidados subcomités municipales, el derecho de todos y cada uno de los militantes, la reconquista de los ciudadanos “nuestra clientela”, las imposiciones: “Los que estamos aquí somos de Ensenada, pero los que deciden están allá”. Su proyecto y reflexión para el partido es dilucidar “dónde estamos, dónde vamos y qué tenemos que hacer”.
Son mil 775 militantes con derecho al voto, 816 son “panistas originales”, 618 maruchanes se sumaron en 2014, y 240 más en 2015. Un mínimo de 400 votos son los necesarios para ganar. Iván Nolasco cuenta con alrededor de 250 votos que le “acarrea” el grupo de Pablo Alejo Núñez, se le podrían sumar 200 de Daniel Godoy, del grupo de “chavorrucos” que declinó, y 50 nada despreciables de Cuco Valenzuela, que también aspiraba.
Collins trae la mayor parte de los votos de la nómina y maruchanes –le comparte muchos a Nolasco–, del grupo de Meza salen 300 sufragios, y del dirigente Zepeda 100 más. Barretos tiene seguros 250 votos, Víctor de la Mora, que se le adhirió, le puede garantizar otros 50. Jésus Vazquez por sí solo dicen que solo acarrea 50, lo apoyan Salomón Mirannda y Héctor Ramos con 50 cada uno, aunque una panista lo desestimó: “No son adhereciones significativas, no le van a llevar ni tres votos”.
Y bajo la especulación quedan, aunque escazos, los votos de Ernesto Ruffo, Arturo Alvarado, obviamente alineado a lo que dicte el Gobierno del Estado y los de César Mancillas Padres. No se descarta la especulación