Un policía llega tarde a su casa después de haber cumplido un extenuante turno de vigilancia por más de 18 horas.
Para no despertar a su mujer, se desviste, trata de acostarse, pero la esposa, que está despierta, le dice con voz apagada:
“Mi amor, ¿podrías ir a la farmacia a traerme unas aspirinas? Tengo un dolor de cabeza insoportable…”.
El policía busca a tientas su ropa, se viste en la oscuridad y sale a cumplir con el pedido de la dama. Cuando llega a la farmacia el dependiente le pregunta:
– ¿No es usted el policía que vive al frente?
“Sí, así es, soy yo; su vecino el policía”.
– Entonces, ¡¿qué demonios hace vestido de bombero?!
Autor: Un bombero feliz.
Marido y mujer
Después de una trifulca, la esposa le dice al marido, llorando:
“¡A nuestro matrimonio le falta magia!”.
El marido comprende y decide desaparecer todo el fin de semana.
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Una mujer y su esposo tuvieron que interrumpir sus vacaciones para acudir al dentista.
“Necesito una extracción, pero sin anestesia porque llevo mucha prisa”, anunció la dama. “Extraiga la muela lo más rápido posible para que podamos irnos pronto”.
Muy impresionado, el dentista exclamó:
“¡Qué valiente es usted, señora! ¿Cuál es la pieza?”.
La mujer se volvió a su marido y le dijo:
“Muéstrale la muela, cariño…”.
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Una dama está pegada al televisor viendo un programa de recetas de cocina y el esposo le dice:
– Mi amor, ¿qué haces viendo eso?, ¡si tú no tienes ni idea de cocina!
“¡Tú vives pegado viendo el canal XXX y yo no te digo nada!”.
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Un día Juan recibe la visita de un viejo amigo y, sorprendido, llama inmediatamente a su esposa para presentarla:
“Tesorito, ven, quiero conozcas a uno de mis mejores amigos…”.
La esposa acude de forma inmediata, y tomándola por un brazo, Juan se dirige a su amigo:
“Luis, éste es el amor de mi vida”.
Pasan a la sala y nuevamente Juan se dirige a su esposa:
“Amor mío, por favor trae unos tragos que esto hay que celebrarlo. Mi cielo, ya sabes… para mí sin hielo”.
Después se sientan los tres y, cada vez que Juan se dirige a su esposa, le dice sobrenombres cariñosos como “gordita”, “terroncito”, “preciosa”, “corazón”; en fin…
Pasados unos minutos, la esposa se disculpa para ir a la cocina a traer unas botanas. Luis aprovecha para hablar con Juan respecto a la forma como él la trata.
“Amigo mío, estoy realmente encantado de la forma como tratas a tu mujer; llevas cinco años de casado, y aún la tratas con una dulzura impresionante, llamándola de mil formas cariñosas. ¿Siempre ha sido así?”.
Juan responde:
“Sí, casi desde el principio”, y acercándose al oído de su amigo, le dice en tono muy bajo: “Lo que ocurre es que como desde los dos meses de casado, ¡se me olvidó el nombre de esta tipa!”.
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Llega un hombre completamente borracho a su casa. La esposa abre la puerta y le reclama:
– ¡Me mentiste! Me dijiste que dejarías de beber, que cambiarías, que serías un hombre nuevo…
“Señora… hic… tuvo mala suerte… hic… el hombre nuevo le salió igual de borracho que el viejo”.
Autor: La otra… siempre es la otra.
Vendedor de colchones
Hasan era un árabe que vendía colchones y ropa interior. Luego de una semana de trabajo regresó a casa y le dijo a su mujer:
– ¡Salma, esbosa mía! Vendí siete colchones y 30 calzones. ¡Gané 350 dólares!
“Bonte las bilas, Hasan, yo con un colchón y sin chones gané mil 700 dólares”.
Autor: Comerciante de lencería.
Duda matemática
– A ver Pepito, ¿69 entre 3?
“Hmmm… imposible, profe”.
Autor: La novia de Pepito.
En China no se andan con cosas
Los automovilistas chinos tienen fama a nivel mundial por ser los peores cafres, pero a diferencia de otros países donde las autoridades digamos que no son tan estrictas, en esta nación asiática la ley sí tiene todo el peso y así se aplica. Qué derechos humanos ni qué ocho cuartos, pues.
La prueba está en que la Policía de Tránsito de Shenzhen publicó recientemente fotos en su cuenta oficial en Weibo donde con toda claridad se ve a conductores sentados en una silla verde que los agentes colocaron ¡EN ZERIO! justo frente a sus carros con las luces altas. Según explicó la autoridad, el castigo consistía en tenerlos ahí 60 segundos.
El objetivo es mostrarles cómo al utilizar las luces altas molestan al resto de los choferes, pudiendo causar accidentes, además de que está prohibido hacerlo en la ciudad y en ciertas carreteras, por lo que existe una multa equivalente a mil pesos a quienes así transiten.
Algunos usuarios de la red social comentaron que este trato es “inhumano” y la mayoría de los residentes de esta comunidad se declaran hartos de las personas que circulan por las calles con las luces altas, por lo que apoyan la medida disciplinaria que adoptó Tránsito en Shenzhen.
