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lunes, septiembre 30, 2024
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El chamaco azul 

Anaya es un dirigente partidista exitoso, nadie con una pizca de objetividad podría afirmar que su temprano éxito se debe a la casualidad o a un prestigio heredado. Lo suyo es el mérito personal, la sagacidad política, y una inteligencia evidente.

En el pasado proceso electoral lució como una estrella. Después de ganarle la partida al PRI en la disputa por las gubernaturas, vapuleó y humilló al casi mítico Manlio Fabio Beltrones en horario premium. Las claves de su éxito fueron: la audacia que desplegó para disputarle exitosamente a AMLO el monopolio del discurso anti-corrupción; su elocuencia y asertividad discursiva, y la suerte de que la izquierda compitiera dividida y el gobierno, en algunos estados, jugara a su favor y contra el PRI con tal de construir el fracaso de Manlio, y así, sacarlo de la carrera presidencial.

El caso es que después de su sonoro éxito, de forma natural, se convirtió en presidenciable, tanto, que prendió las alarmas del calderonismo y comenzó la guerra interna. Todo parece indicar que dicha disputa generó la filtración de información que demuestra el hecho de que el chamaco azul, gasta una millonada que no reportó tener en su tres de tres para que su familia viva en Atlanta y él la pueda visitar cada semana. Conservadoramente dichos gastos ascenderían a 250 mil pesos mensuales sin contar los gastos de su estancia semanal en México, su lugar de trabajo.

El cañonazo no fue de salva, pegó en su línea de flotación, pues despierta sospechas fundadas de que no es más que otro político deshonesto del corrupto ecosistema político mexicano.

La situación lo obliga a dar amplias explicaciones si es que sus ingresos son transparentes, o a esconder la cabeza como avestruz si es un corrupto impresentable. Si opta por lo primero, tendría que contestar algunas interrogantes: ¿por qué Atlanta? Qué exótico. ¿Para que aprendan inglés? Pero si todos los niños mexicanos que van a buenas primarias privadas lo aprenden mejor que un gringo. ¿Para que aprendan otra cultura? ¿Qué, eso no se consigue viajando y leyendo? ¿O para eso no están los intercambios o los campamentos de verano? “Yo y mi esposa lo pagamos con nuestros propios ingresos”. A ver, ¿cuánto gana en el PAN y de qué negocios es socio? ¿Esos ingresos están declarados en el SAT? ¿En su tres de tres? ¿A cuánto ascienden? ¿No tienen que ver con concesiones públicas? ¿Lo pagan los abuelos? Tiene que aclararlo porque ahora mismo los mexicanos sospechamos que es un corrupto de marca.

De lo único que da certeza esta información es de que es tan frívolo como Peña Nieto y que no tiene autoridad moral para exigirle transparencia a AMLO.

 

Jesús Alejandro Ruiz Uribe fue dirigente del PRD en Baja California, ex diputado local por el mismo partido y actualmente es Rector del Centro Universitario de Tijuana en Sonora. Correo: chuchoruizuribe@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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