La importancia del Archivo Histórico de Tijuana no necesita de apologías ni justificaciones porque el trabajo y servicio a la comunidad, a lo largo de 15 años, ha dejado constancia de la memoria viva que mantiene activa y en constante crecimiento, con un equipo de profesionales liderado por Gabriel Rivera Delgado.
Bien dice la conseja popular: por su obra se conoce al artesano, porque presentar el presente por el pasado, evita repetir errores y construir un futuro con sentido de pertenencia e identidad.
Esa perspectiva tiene la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística correspondiente de Tijuana, A. C. (SMGE), porque ha trabajado coordinadamente aprovechando la oportunidad de compartir espacios en las tareas sustantivas de divulgación de lo que ha sido y es la realidad de la ciudad que, por un lado, es más alejada de los centros decisorios de la vida nacional y, por otro, la más cercana al dinamismo de la economía más poderosa del planeta.
La investigación de consocios de la SMGE, relacionada con temas históricos, ha sido muy valiosa por las fuentes de información fidedignas que maneja el Archivo Histórico de Tijuana y que durante sus quince años ha ido adquiriendo e integrando al acervo, gracias a la gestión persuasiva que promueve el interés para donar, prestar o depositar en comodato, documentos u objetos que dan cuenta de hechos y personajes de la región.
Lo que Gabriel Rivera ha hecho en el Archivo Histórico de Tijuana es convertirlo en una colmena de información con textos de revistas, periódicos, epistolarios, libros, documentos, fotografías; todo aquello que su capacidad de gambusino y olfato profesional le indican que es de interés para la comunidad que aquí reconstruye su identidad del crisol nacional.
Para ilustrar sus hallazgos, están numerosas colecciones de fotografías, entre ellas las de Kingo Nonka. Además, Gabriel Rivera se ha dado a la tarea de rescatar y reconstruir biografías de personajes ilustres y significativos en el devenir histórico de nuestra ciudad; como la figura de Enrique Bordes Mangel, precursor intelectual de la Revolución Mexicana cuyos restos descansan en el Panteón Municipal Número Uno de nuestra ciudad, o de Ricardo Orozco, creador del primer trazo de Tijuana, llamado Plano de Zaragoza, o de Kingo Nonaka, participante de la Revolución Mexicana que, radicado en Tijuana, deja un tesoro fotográfico donde queda evidencia de la vida cívica de la ciudad.
En el Archivo Histórico de Tijuana jamás descansan porque todos los días hay actividad, como conferencias, exposiciones, presentaciones de libros, muestras pictóricas, visitas guiadas, reuniones de grupos culturales, revisión y conservación de materiales requeridos por estudiantes, investigadores y público en general.
Si estas perlas del servicio que presta el Archivo Histórico de Tijuana no son suficientes, está la actividad editorial de divulgación del acervo histórico que en 15 años ha integrado un equipo de personas a cuyo frente se encuentra el historiador Gabriel Rivera, quien con mano firme y experta ha convertido el trabajo en un centinela de la virtud, porque nada se ha conseguido sin pena y sin esfuerzo, por eso, es verdaderamente valioso. ¡Felicidades Archivo Histórico de Tijuana! ¡Felicidades Tijuana por contar con este patrimonio! Y ¡Felicidades Gabriel Rivera Delgado y tu equipo de colaboradores!
Nicolás Llamas Haro
Presidente de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística
Correspondiente Tijuana