El que empezó con la espada desenvainada y el fuego de la oposición a todo lo que daba, fue el diputado priista y líder de la fracción del partido tricolor en el Congreso del Estado de Baja California, Alejandro Arregui. Pero solo empezó. De unas semanas a la fecha sus compañeros lo han visto más adentrado en las negociaciones económicas con la fracción panista para lograr más presupuesto, que en sacar los acuerdos políticos del PRI para posicionarse como una real oposición. De la eliminación del fuero, la transparencia, el sistema anticorrupción, la rendición de cuentas, temas que abordaría en la Cámara local, poco se sabe. Incluso la demanda de investigaciones sobre irregularidades en el ejercicio del Gobierno del Estado, ya se le olvidaron. Lo único que ha abordado es una iniciativa para el manejo de aguas negras en Ensenada, posición que es más política que táctica legislativa, pues es sabido que el diputado pretendía, en la última elección, ser candidato a la alcaldía del puerto y no lo fue, pero evidentemente no pierde la esperanza. Ojalá Arregui reaccione, de diputados interesados en los dineros ya estamos vastos. Lo que falta en el Congreso del Estado de Baja California, son contrapesos. Ojalá el priista supere el apagón que le afecta.