“Mis compañeros estaban jugando cartas, pero escuché ¡auxilio! Dormía arriba de la camioneta por los cangrejos, me quedé jetón y ya me hablaron como a la una, y lo mismo otra vez, wey; lo que a mí me conmueve es por qué la palabra auxilio, y con eco pues, con eco como cuando estas encerrado en algo”, dijo el vigilante que resguardaba “Mariano Pérez X”, embarcación pesquera que sigue encallada en Cabo Pulmo, de la cual aún falta por encontrar el paradero del quinto tripulante
La noche del domingo 4 de septiembre fue la última vez que se supo del “Mariano Pérez X”. A eso de las ocho de la noche, el propio Capitán de Puerto de Cabo San Lucas, municipio de Los Cabos, Vicente Arturo Martínez Morales, aseguró que “tuvieron comunicación con nosotros. Esto se dio el día domingo 4, alrededor de las 20:00 horas”. Lo último que supieron fue que la embarcación camaronera naufragó en el Parque Nacional Cabo Pulmo.
Se estima que “a primeras horas del lunes (5 de septiembre) tuvimos un registro en la armada, al parecer se trataba del ‘Mariano Pérez X’, y sí, así fue. Desde entonces hemos tratado de rescatar los restos del barco, y sobre todo encontrar los restos de los tripulantes; a dos semanas, te puedo decir que la búsqueda del último pescador cesó en el mar, creemos que está dentro del barco”, dijo un elemento de la Marina Armada de México.
Sin embargo, los esfuerzos hasta el momento han sido en vano, al menos han sido cuatro intentos y no han conseguido nada.
La empresa Recuperadora Marítima de Mazatlán es la encargada de llevar a cabo el intento de rescate, está contratada por Pesca Integral de Altamar, S.A. de C.V., propietaria del “Mariano Pérez X”.
“Van cuatro personas que se encuentran y falta uno, y pensamos que está dentro del barco, ya tiene bastante tiempo y la aseguradora no se ha movido como se tenía que mover, el grupo de rescate que tienen viene de Sinaloa y no saben lo que están haciendo, se les han quebrado en tres o cuatro ocasiones los cables, y cualquier cosa se deben ir hasta Mazatlán porque no tienen equipo, no son de aquí y no quieren rentar, entonces se están tardando mucho tiempo”, lamentó José Luis Murrieta Rosas, presidente del Comité de Vigilancia Cabo Pulmo.
Por otro lado, “estamos en busca de un remolcador particularmente, y ni los dueños ni la aseguradora se quieren hacer responsables de los costos, ellos no pueden y no dejan que alguien más lo haga, el problema es que a nosotros no nos alcanza para los costos del diésel y la renta”, afirmó Abraham Humberto García Sánchez, hermano de Carlos Alberto García Sánchez, el único marino que falta encontrar.
Y es que los intentos se han realizado utilizando cables de acero, y por la cercanía con la playa, instalaron una estructura que les ayude a jalar la embarcación y darle vuelta, pero es ahí donde la familia entró a solicitarles que dejen que otros expertos intervengan, ya que la remolcadora que menciona el hermano de la presunta víctima, refiere que expertos consultados le señalaron que con la remolcadora pudiera llevarse a aguas más profundas y facilitar las maniobras con el “Mariano Pérez X”.
Pero las peticiones y sugerencias han sido en vano, tanto la empresa, las autoridades de Marina Mercante y Secretaría de Marina, han pasado por alto cualquiera de éstas, para un investigador consultado, y respecto al rescate, “no es posible que había tecnología, capacitación, equipo, buena voluntad de pescadores, autoridades ambientales, Marina Mercante, Fuerzas Armadas, y que a 24 días no lo puedan sacar, y si estaba vivo es una mayor tragedia. Definitivamente es una falta de capacidad de Marina Mercante y militares”.
El investigador comentó algo que ya es un secreto a voces, pues pasó de ser una simple especulación a convertirse en una opción que no ha sido descartada.
Hay dos puntos importantes, de entrada, desde el inicio se hablaba de negligencia de parte de Capitanía de Puerto, en el cual pudieran estar implicados Vicente Arturo Martínez Morales, Capitán de Puerto en Cabo San Lucas, en quien caería totalmente la responsabilidad de la negativa de mandar al “Mariano Pérez X” a otro puerto, siendo de inicio, una mala decisión e ir en contra de la propia Ley de Navegación y Marítimos de Comercio, que en el Capítulo II, de arribos y despacho de embarcaciones, establece en su Artículo 45, “se considera como un arribo forzoso la que se efectúe por mandato de ley, caso fortuito o fuerza mayor en lugares distintos al previsto en el despacho de salida”, siendo el huracán “Newton” un caso de fuerza mayor que obligue a las autoridades a solicitar y exigir que la embarcación atraque.
Además, se considera “a Francisco Lucero, Capitán de Puerto de San José del Cabo, él estaba de guardia en la temporada de huracanes, o solo presta sus servicios a la Marina de Sánchez Navarro, pero no se hubiera tratado de un embarcación extranjera, hacen lo posible por rescatarlo”, dijo un miembro de la comunidad marítima en Los Cabos.
La tragedia
La segunda situación que nadie descarta es la posibilidad de que Alberto García Sánchez, el último de los tripulantes y que no ha sido localizado y cuya búsqueda en el mar cesó para concentrarse en la embarcación, pudo seguir con vida días después del naufragio.
En una conversación con uno de los vigilantes, hablando de todas las personas que durmieron cerca de la embarcación en los primeros días, sale a relucir la plática entre uno de los pescadores y uno de estos vigilantes, por la tarde, en la playa Las Barracas, punto donde encalló el “Mariano Pérez X”. El diálogo, celebrado el 9 de septiembre, cuatro días después del accidente, inició con el problema que se presentó, de ahí se abordó lo que pudiera ser el testimonio de la máxima tragedia en el mar de Baja California Sur. Aquí un extracto de la conversación:
Pescador: Entonces dice que ¿fue como a las dos?
Vigilante: Sí, carnal, como a la una y media o dos.
Pescador: Y ¿sí se oían los gritos?
Vigilante: Sí, “¡auxilio!”, pero lo que a mí me conmovió, es que si fuera un espanto no me gritaría así, fueron como tres, porque la primera yo me dormí como a las ocho, a las nueve me dormí porque me puse a ver un video. Mis compañeros estaban jugando cartas, pero escuché “¡auxilio!”. Dormía arriba de la camioneta por los cangrejos, me quedé jetón y ya me hablaron como a la una, y lo mismo otra vez, wey, lo que a mí conmueve es por qué la palabra ‘auxilio’ y con eco pues, con eco como cuando estás encerrado en algo, como si estuvieras debajo de algo, así lo escuché.
Se lo platiqué en la mañana a mi jefe, y me dijo que “a lo mejor, no hay que descartar que haya ahí alguien vivo, o igual también puede ser que estén espantando”.
Pescador: Tiene poco tiempo, todavía tiene chanza, pues, es lo que estábamos platicando en la mañana.
Vigilante: En Cozumel, pasó igual un barco, un velero, nueve días y lo rescatamos, ya todos deshidratados pero los rescatamos, estaba volteado, pero ahí estaba adentro. Puede ser, nos descartemos que siga alguien vivo.
Pescador: Sí, porque tiene pocos días, martes, miércoles, jueves, viernes y hoy domingo, cinco.
Vigilante: Lo que pasa es que el barco está estancado, al barco no le entra agua ahí, y sí le puede entrar, pero no mucho.
Pescador: Aparte le avienta aire, pues.
Además de éstas personas que escucharon los gritos, existen muchas versiones de otros testigos que lo escucharon gritar, por la soledad de la noche, el ruido de las olas, afirman que no puede ser que alguien haya gritado “auxilio” cerca del lugar, todo lo atribuyen a gritos directos desde las entrañas del “Mariano Pérez X”.
Desde la perspectiva de testigos que han dado seguimiento a este suceso, es clara la opinión de todos los que han dado fe del evento, es una “falta de atención, de pronto lo dejaron por la paz, mucho se dijo que era una tragedia, protestas, y ahora nada. Todo mundo se proclamó indignado y ahora nadie reclama, solo la familia”, dijo el investigador consultado.
Pero la indignación ha cobrado una factura muy cara en la confianza de todos, el pescador que entregó la grabación lamentó que “si esa persona estuvo viva todo ese tiempo, es la mayor tragedia que recuerdo, estando el barco a solo 15 metros de la orilla”, mientras los rescates han sido fallidos.
Lo peor es que nadie movió un dedo para confirmar si efectivamente los gritos se desprendían del “Mariano Pérez X”, pese a la urgencia de salvar una vida, tratándose de que Alberto García siguiera vivo al cuarto día del naufragio, fue totalmente una omisión el no reaccionar de inmediato, y dejar de lado todo protocolo de competencia por rescatar al último de los pescadores con vida.
“Fue solamente en una ocasión que se escuchó en la noche, no se pudo confirmar si los gritos eran de dentro o de fuera, aun con esa información no hizo que nadie se moviera para acezar al barco, ya sea por buceo o cualquier otro medio, simplemente lo vieron como un evento, se quedaron con los brazos cruzados”, dijo a ZETA el hermano del desaparecido.
Una cadena de malas decisiones
Ante las malas decisiones que se tomaron desde inicio, en primera de Efrén Elenes, capitán del barco camaronero, al salir al mar con mal tiempo enfrente, segunda, de los capitanes de puerto en Los Cabos, y en tercera la más grave, que nadie haya tomado la batuta para intentar averiguar si el marino faltante se encontraba en el interior, y lo que es peor, con la presunción de que se escucharon gritos al interior, “Como marinos que somos todos, debemos exigir a las autoridades respuestas, y si hay autoridades que se deslinden responsabilidades y que sean señalados. Ha sido una tragedia de malas decisiones, todos tomaron malas decisiones, el capitán tomó una mala decisión de seguir cuando había mal tiempo, y la otra es una mala decisión de las autoridades al no obligarlo a atracar y pedirle que se fuera a al otro puerto”, consideró uno de los pescadores, residente de la zona de la Ribera en Los Cabos.
Abraham Humberto García Sánchez, hermano del pescador faltante, dio a conocer que el recorrido ha sido difícil, de vivir en Ensenada, Baja California, tuvieron que trasladarse de inmediato al lugar, conforme han pasado las semanas se han turnado entre los familiares, actualmente se encuentra en el Norte, pero una de sus hermanas están en el sitio, haciendo guardia para poder comprobar si están los restos de Alberto. Pero por lo empantanado del caso y sobre todo lo sospechoso con que ocurrió, investigarán a detalle.
“Según lo que estuvimos investigando, se le negó el acceso al puerto de Los Cabos a la embarcación, y se mandó hasta el de La Paz y en el trayecto fue donde ocurrió el accidente. Estamos buscando un responsable para exigir una explicación, necesitamos un responsable que dé la cara, porque están diciendo que nunca recibieron una llamada de auxilio, sino que supieron, incluso hay una versión de que nunca hubo comunicación, la grabación con Capitanía de Puerto, la grabación resulta que está perdida y no la encuentran, se nos hace muy sospechosa”, lanzó.
Para conocer el estado en que fueron localizados los restos de su hermano, en caso de que aparezca una vez el rescate del barco, ya tienen algunas determinaciones: ¿Cómo van a actuar en cuanto el dictamen médico informe que estaba vivo y realmente haya sido una negligencia?
“Yo creo que vamos a llegar hasta últimas consecuencias, si es necesario hacer una demanda y buscar un responsable, se va a escuchar fuerte, pero que pague por esa situación, es increíble que pasando una semana de que se haya volteado, los buzos no pudieran entrar o no querían entrar en realidad, a pesar de que ya habían escuchado esto”, refiriéndose a los gritos de auxilio desde el interior del navío.
La familia se siente golpeada y desamparada ante la poca actividad que se tiene, ya son 24 días al cierre de esta edición y solo estaba a punto de llevarse a cabo un nuevo intento.
Abraham, hermano de Carlos Alberto García Sánchez, lamenta que su familiar no aparece; no hay mucho que hacer, pero si se trata de presionar, la familia ha tocado un sinnúmero de puertas, incluso las de este Semanario para conducir a las autoridades y la propia empresa a darles tranquilidad.
“Es de desesperación, hasta cierto grado ya cansancio, porque ya van varios días desde que ocurrió el accidente y no hemos sabido nada, y el problema es que la situación del barco está estancada, no se ha movido nada, ya queremos una respuesta, ya queremos saber algo de mi hermano”, finalizó.
Los cinco tripulantes del “Mariano Pérez X” fueron Esteban Inzunza Valenzuela, de Boca del Río, Veracruz; Miguel Salgado, de Sonora; Efrén Elenes, de San Antonio, Guasave, Sinaloa y capitán del barco; Julio César Inzunza Godínez, de Mazatlán, Sinaloa; y Carlos Alberto García Sánchez, de Ensenada, Baja California, al cierre de esta edición, aún en calidad de desaparecido.
El impacto
Mientras la empresa y autoridades llevan los trabajos con toda pereza, aparte de la familia existe una afectación silenciosa y que poco a poco se ha hecho presente, gracias a la denuncia de los residentes del lugar, más que de las autoridades, pues éstas han proclamado: “Hemos buceado y no se ha encontrado impacto alguno, las cabezas de coral están en buen estado, no se encontraron derrames de combustible, debe de contenerlos aún el barco”, expresó personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
Incluso la propia Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), encargada de velar y vigilar que no se produzca impacto alguno en la zona, emitió su versión sobre el nulo impacto de la embarcación al Área Natural Protegida (ANP):
“Se llevó a cabo una primera revisión del ecosistema marino por buzos de esta Delegación, sin apreciar impactos negativos que pudieran ser de consideración, pues el naufragio y varamiento del barco se presentó en una zona del Parque Nacional donde no existen formaciones coralinas, encallando sobre un banco de arena.
La playa se ubica con respecto a la embarcación a una distancia aproximada de 15 metros, y tras su revisión no se observó rastro alguno de combustible, ni daños a este elemento del ecosistema”.
Precisamente el presidente del Comité de Vigilancia, José Luis Murrieta Rosas, manifestó que desde el naufragio la embarcación ha generado graves daños a la zona, el primero fue el derrame de combustible que se estima, de inicio, unos 40 mil litros de diésel, que se desconoce si continuaban en la embarcación, lo único que se sabe es que “el barco afectó mucho en el área, se volteó justamente frente a Cabo Pulmo, está en el área de los arrecifes coralinos, dejaron varias cosas en el fondo marino, inclusive le cayeron varias cosas pesadas a las cabezas de coral y después de encalló en el área de Las Barracas, que está en la arena, pero ahí mismo en la arena derramó mucho diésel”.
De buenas a primeras, lo que se ve desde afuera es el impacto que generó en la playa, donde se estima, es zona de anidación de tortugas marinas, allí se encuentra maquinaria pesada realizando trabajos para llevar a cabo el rescate fallido. Por otro lado, también se habla de basura en el fondo marino, lo cual, argumentan, es responsabilidad de la compañía.
“Aun así tiene muchas cosas que está dañando el ecosistema, ahí donde encalló está el anidamiento de caguama, de tortuga marina, y ahorita es la temporada de tortuga marina, ahorita están llegando y es la zona donde hay mayor anidación en el Parque Nacional de Cabo Pulmo, sin embargo, el delegado de PROFEPA dice que no pasó nada; sí pasó, cómo no”, aseveró Murrieta Rosas.
De acuerdo con el material exclusivo obtenido por ZETA, se pueden apreciar restos de la embarcación que yacen en el fondo marino, algunas estructuras metálicas que cayeron, cajones de lámina muy pesados que se hundieron y golpearon al coral, entre otros. Esto fue constatado porque personal del Comité de Vigilancia del lugar buceó en la zona y dio cuenta del daño provocado por el naufragio. Mientras autoridades afirman que no hay daño ecológico, las imágenes son concretas y evidencian que los restos del “Mariano Pérez X” en efecto impactaron la zona y corresponde a las autoridades sancionar a la empresa.
“Yo le estoy haciendo una denuncia pública para que vea que sí hay (daño), yo le demuestro que desde que llegó el naufragio hemos estado pendientes, ya buceamos en los arrecifes, estamos al pendiente de la playa también porque monitoreamos la tortuga marina también”, finalizó José Luis Murrieta.