Con una presentación en El Foro de Tijuana apenas seis semanas atrás, donde logró un lleno, José María Napoleón repitió el éxito en el Valle de Guadalupe, en Ensenada.
Para escuchar al célebre cantautor de los 80s, casi mil 500 personas, principalmente parejas, acudieron a Bodegas del Valle, donde disfrutaron y rememoraron desde la primera a la última canción.
Cuando el escenario se pintó de azul y terminó el largo opening instrumental, apareció la delgada figura del “Poeta de la Canción” en traje negro, interpretando al hilo “Ella se Llamaba Marta”, “Eres” y “Nunca Cambies”.
“Es un honor estar en este valle precioso, de tierra, de recuerdos, de tradición”, dijo Napoleón al agradecer a los asistentes.
Romántico y solemne al extremo en su interacción con el público entre canción y canción, hizo vibrar con “Amor de Habitación”, “Deja” -que compusiera para Yuri- y “Después de Tanto”. Apenas se escuchaban los primeros acordes de cada una, la gente respondía con suspiros primero, después con gritillos, para rematar con sonoro aplauso que se apagaba con la voz del hidrocálido.
“Celos”, “Leña Verde” y “Pajarillo” fueron de las más ovacionadas de la noche, y de siempre. Repitió por enésima vez que ésta última pieza la compuso hace más de 30 años durante una estancia en Tijuana.
Un Napoleón aún más meloso se dejaba oír a la hora de presentar las canciones dedicadas a sus hijos José María y María José. “Quién Eres Tú” para ella, “o para el que se la llevó a Canadá hace ocho años”; e “Hijo Mío”, para él. Con “Hombre” compartió escenario con su hijo, pero el público recibió tibiamente a su vástago, porque querían seguir escuchando al padre.
Tras eliminar varias canciones que estaban programadas en su concierto -“De Vez en Vez”, “El Grillo”, “Corazón, Corazón”-, el cantautor no pudo hacer los mismo con “Celos” y “Sin tu Amor” -dedicada a su madre- que todos le pedían desde el inicio y que fue dejando para el final.
No se despidió sin antes dedicarle un segmento de su presentación a José José, con los que revivió temas que le grabara aquel y se convirtieran en grandes hits: “Lo que No Fue No Será”, “Tu Primera Vez”, “Y Para Qué”. Se lamentó de las facultades mermadas del “Príncipe de la Canción”, baladista de su misma época.
Pasado el lapsus romántico a lo largo de una hora y media, la despedida llegó con la canción “Vive”, con la que la gente empezó a marcharse con buen ánimo, y motivados por el que se ha convertido en una especie de himno en cada una de las presentaciones de Napoleón y de su carrera toda.
