La campaña presidencial de 2018 ya resuena en Baja California. Si Andrés Manuel López Obrador, arrancó sus aspiraciones políticas en Tijuana, ahora los presidenciables del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya Cortés y Rafael Moreno Valle vinieron a la ciudad y reafirmaron claros posicionamientos sobre la próxima elección presidencial.
El jueves 13 de octubre, los panistas de Baja California, o por lo menos los que ostentan poder dentro y fuera del partido, le armaron un genuino mitin de campaña a Anaya Cortés, encabezado por el gobernador Francisco Vega de Lamadrid con el argumento de que es líder nacional del partido; el susodicho se dejó apapachar por los alcaldes electos, y funcionarios del gobierno del Estado.
Los blanquiazules, traídos desde San Quintín, Mexicali, Playas de Rosarito y Ensenada atiborraron un salón social de la colonia Los Álamos, armados con camisetas y logos del PAN. “Ricardo Anaya Presidente”, estaba escrito con letras azules y gigantes sobre el escenario.
La euforia anayista era visible tanto en los “acarreados” como en la mesa de honor, integrada por Vega y su esposa Brenda Ruacho, los alcaldes electos de Tijuana y Rosarito, Manuel Gastélum y Mirna Rincón, y los dirigentes estatal y municipal: Raúl Luévano y José Ovando.
Cuando Gastélum hizo uso de la voz no pudo contener su euforia política por Anaya, tanto que, apuntándolo exclamó: “Nuestro candidato será Anaya en 2018”.
Ovando no se quedó atrás, y olvidó la realidad de inseguridad, corrupción y pobreza que vive su Estado, y dijo que “el gran reto” es obtener el triunfo de la Presidencia de la República: ésas son las prioridades del partido que gobierna.
Anaya llamó “amigos” a los integrantes de la mesa de honor, aunque haya tenido que leer sus nombres en tarjetas que traía en la mano. Ahí empezó su discurso de autopromoción, presumiendo los logros del PAN en la última elección y enlistando los males del Partido Revolucionario Institucional, haciendo énfasis en que México no ha crecido económicamente durante la administración de Enrique Peña Nieto.
“Vamos a ganar la Presidencia de la República en 2018”, expresó, después vino el vitoreo de los asistentes y confetis blancos y azules lo rodearon.
Al ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, Anaya lo ha criticado ferozmente por el adeudo que mantuvo su gobierno con la Universidad Veracruzana, pero a Vega, que hasta el momento le debe 470 millones de pesos a la Universidad Autónoma de Baja California, lo llama buen gobernante.
Cuando ZOOM POLÍTICO pudo entrevistarlo, Anaya evadió la pregunta que “el PAN siempre ha estado a favor de apoyar a la universidad y ésta no va a ser la excepción, se los puedo asegurar”, y explicó que “ya hay mesas de trabajo” entre la Universidad y el Gobierno para pagar, pero no lo han hecho.
Negó tener interés actualmente por buscar la Presidencia, pase a los señalamientos de Margarita Zavala y Moreno Valle sobre el uso de recursos del Partido para promocionar su imagen en todo el país.
Precisamente Moreno Valle –que sí aceptó querer ser Presidente– llegó a la ciudad al día siguiente a un informe de diputados federales, armado con críticas a la visita del copartidario y rival político, eso sí solo y sin parafernalia de gobierno ni de partido:
“No se puede combinar la posición de presidente del Partido con la de aspirante, si quiere participar que sea con piso parejo, que podamos competir en buena lid, porque el dirigente del partido es el que tiene que cumplir los acuerdos para garantizar la unidad. No puedes ser arbitro y jugador, juez y parte”; anunció que por esa actitud presentará una queja ante la Comisión Permanente del Partido.