Hace poco más de ocho años, cuando nació Alianza Civil, era evidente la descoordinación entre las dependencias gubernamentales que directa o indirectamente tenían que ver con la seguridad, por lo que en aquel entonces impulsamos la creación y seguimiento de las que en su momento bautizamos como las “Jornadas Interinstitucionales”.
Era impresionante. No solo se dio el caso de que entre uno y otro nivel de gobierno en dichas jornadas se dijeran “mucho gusto” unos a otros, sino que lo más insólito era que no se conocían… ¡Ni entre compañeros de la misma administración!, ya fuera de orden municipal, estatal o federal.
Si eso sucedía en el gobierno, pues ya nos podemos imaginar que mucho menos había buena coordinación entre las autoridades y la sociedad.
Por lo tanto, las Jornadas Interinstitucionales cumplieron una extraordinaria función, puesto que en forma inédita, se empezaron a dar periódicamente, mes a mes, reuniones temáticas donde se daba puntual seguimiento a lo tratado y acordado en cada sesión, de las cuales se levantaba una minuta en la que se enlistaban las metas, se les ponían responsables, fechas y plazos. Es decir, el qué, cómo, cuándo y quién se iba a encargar de cada asunto. Además, no nos esperábamos hasta que llegara la junta del próximo mes para simplemente leer que habíamos incumplido, como sucede en muchas reuniones, sino que semana a semana Alianza Civil fungía como “ejecutivo de cuenta” de los temas, impulsando su materialización.
Lamentablemente, cuando la seguridad volvió a la región la presencia de autoridades y algunas personas físicas o morales claves para que se dieran los buenos resultados llegaron a la triste decisión de considerar que el tema “ya no era prioridad” y, claro, a falta de continuidad, la seguridad se fue a la deriva y… las consecuencias las estamos pagando ahora, cuando como es natural, los reclamos por la inseguridad están a la orden del día.
Pero bueno, no todo está perdido. La criminalidad actual dista mucho de la de hace ocho años, aunque si se sigue descuidando el tema, por supuesto que existe el riesgo de regresar a la pesadilla de los últimos años de la década pasada.
La respuesta en este momento está en el foro de seguridad al cual está convocando la CANACO, que tras de que ya llevó a cabo dos eventos para plantear el tema, está por implementar el funcionamiento de las mesas técnicas, donde habrá de dársele seguimiento a las inquietudes planteadas por los participantes, donde se estableció:
“Nos reúne un clamor ciudadano, externar la preocupación e inquietud predominante en todos los sectores de la sociedad, es notable el repunte que reporta la incidencia delictiva y los hechos de violencia fuera de todo orden.
“Coordinar una campaña intensiva en campo, itinerante en puntos clave de afluencia ciudadana, para reforzar la cultura de la denuncia ciudadana, con sentido de co-responsabilidad y compromiso social de la población, haciéndole saber los distintos mecanismos de denuncia a su alcance.
“En tanto prevalezca la actual emergencia de seguridad, sería pertinente realizar reuniones quincenales o mensuales de este foro, para evaluar los resultados de esta iniciativa, dando seguimiento particular al cauce y tratamiento que se dio a las denuncias ciudadanas presentadas.
“Efectuar reuniones periódicas de análisis, a efecto de evaluar la eficiencia y efectividad de las medidas instrumentadas de combate a la criminalidad y violencia; a la vez de abordar los resultados de las acciones de acompañamiento de la sociedad civil, de ser el caso plantear su re-direccionamiento, o reforzamiento”.
Es evidente que, aunque hay que dedicarle tiempo y esfuerzo, darle seguimiento a las cosas importantes tiene resultado. Esperemos todos pongamos de nuestra parte para que no se le quite la prioridad debida al tema de la seguridad.
Todo es cuestión de que funcionen bien las mesas técnicas.
Alberto Sandoval es Coordinador de Alianza Civil, A.C. Correo: AlbertoSandoval@AlianzaCivil.Org Internet: www.AlianzaCivil.Org Facebook: AlianzaCivil Twitter: @AlSandoval