A mitad de la temporada de lluvias los ciudadanos buscan mejorar y proteger su patrimonio para evitar afectaciones, en busca de cuidar su patrimonio, se presentó el caso de Adrián Guluarte, el cual contrató a las empresas “Impercredit SA de CV” y a “Aislacredit SA de CV”, ambas representan a un solo grupo de empresarios y se dedican a la impermeabilización de viviendas.
Lo que don Adrián no se imaginó es que estaba a punto de ser defraudado, el trabajo la empresa lo realizó, sin embargo, “no hicieron absolutamente nada, regreso, yo salí a comprar unos tragaluz porque según iban a levantar tres centímetros calculando yo, ya no estaban, media hora dejaron listo que ya estaba el 80% del trabajo, subo y reviso y veo que no había nada, solo unos brochazos, supuestamente eso fue, y le llamo a la empresa y le digo que ese trabajo no me interesa, no es lo que yo pedí”, aseguró.
Las empresas le ofrecieron el trabajo de impermeabilizar su casa y nivelar la losa, sin embargo nunca se imaginó que el interés solo era defraudarlo, y es que el servicio sería cobrado con mensualidades y a crédito, lo que lo hizo más atractivo, pero el trabajo fue deficiente y al reclamar el regreso del dinero la empresa desapareció. Los únicos que aparecieron por parte de la empresa fueron sus abogados a través del “Despacho Jurídico Rendón y Asociados”.
Además del fraude, el supuesto trabajo lo único que provocó es que el agua se acumule y ahora también sufre de daños internos en la vivienda, se está cayendo parte del emplaste, pintura y la casa se humedece.
“Firmas un pagaré, a la prescripción del documento, llegan con la demanda sin agua va, totalmente, aquí nada más echaron unos brochazos, la pintura yo la habría puesto, había que alinear la losa primeramente, que fue lo que yo le solicité, ahí está el reventón, la gárgola está del otro lado, tienen que sacar ese nivel para que caiga en cero allá, ése fue el acuerdo, eso fue lo que a mí me vendieron”, denunció Don Adrián.
Pero al ver el historial de dichas empresas, detectaron que hay decenas de personas en la misma situación, y al decir de las autoridades, los dueños y la empresa desaparecieron, solo se puede detectar cuando vuelven a llegar quejas al respecto.
“Me dijo que aquí hay varias denuncias que no se ha venido a presentar a las audiencias –o sea ¿es una empresa que se dedica a defraudar? Yo siento que así va a ser, de hecho los tengo demandados por la vía penal –hábleme de esa denuncia– tengo por ahí, es la 470 me parece, tengo copias de dónde le están dando trámite, ya vino el perito, el ingeniero y el licenciado a evaluar los daños. ¿Qué afectaciones tuvo? Que se me está cayendo la pintura, toda la losa por debajo tiene Tirol, se está despegando en todas las habitaciones”, evidenció.
Se estiman alrededor de 20 denuncias por los malos trabajos que realiza la empresa, esto ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), incluso “son empresas conocidas aquí en la institución, son empresas que han cometido irregularidades en contra del consumidor, y como bien señalas, hemos tenido quejas y denuncias. El antecedente de las quejas que nos quedamos, puedo tener una variable, pero sí tenemos unas 20”, dijo Isaías González Nava, Delegado de la dependencia.
De todas las quejas y denuncias, además de las audiencias, ante la PROFECO nadie ha acudido a hacerse responsable, incluso cuando los fueron a buscar para inspeccionar el local, la empresa desapareció, del mismo modo afirmó que por violar los sellos interpuestos, se puso una denuncia ante la Procuraduría General de la República, sin embargo, también huyeron de la PGR.
“Se abre el procedimiento por infracciones a la ley, son PIL y la empresa se va en rebeldía, cuando nosotros hacemos la inspección para ver qué sucede en los domicilios desaparecen. Se le dio aviso a la Procuraduría General de la República por violación de sellos federales. Cuando ellos van, el personal de PGR va al lugar, a nosotros nos mandaron también llamar porque ya no había nadie”, finalizó González Nava.
Por parte de la empresa, rayando en el cinismo, el Representante Legal, Alejandro Olloquiegui reconoció que dicha práctica de los pagarés existe, y que es una manera de obligar a que se cumpla con los pagos a los consumidores, y todavía con el descaro de decirle a los ciudadanos a los cuales les prestaron un mal servicio, que paguen por el pésimo servicio, que es a crédito, por lo tanto deberán esperar a que culmine el pago a crédito que va hasta por tres años, para después poder reclamar.
“Se firman pagarés y la mayoría de ellos no saben el alcance que tienen, se acerquen, platiquemos, lleguemos a un acuerdo como con muchísimos clientes que hemos llegado, se les dé solución, se les repare como se les deba reparar, pero siempre y cuando paguen por el servicio. El que digan que la empresa no responde cuando ellos ni siquiera están pagando por el servicio que están denunciando”, comentó el apoderado legal.
Presumió que al menos la mitad de la capital está con algún detalle respecto al servicio, los pagos y todo lo que tenga que ver, pero tal vez se le olvidó mencionar que en muchos de los casos el servicio ha sido deficiente tal y como lo denunciaron ciudadanos. Y que como lo dice la Ley Federal del Consumidor, el servicio es primero y se debe pagar por un buen servicio.
“Yo los exhorto, yo los invito, no es mi intención como representante legal de la empresa, el tener demandada a media ciudad. Se les va a atender, se les va a levantar su queja, pero necesitamos también que se vea la parte económica, nosotros no estamos en posibilidades, de volver a creer en esa gente que dice que va a pagar y no paga aun cuando nosotros vamos y les reparamos”.
Ante esto, le presentamos el caso de Don Adrián, el cual quedó insatisfecho, pero también hay muchas historias, como la de María Eugenia Castro de la Toba, la cual dijo que “sí vinieron a dizque reparar, pero de nuevo, en cuanto empezó a llover allá andaban cayendo los pedazos del impermeabilizante, un trabajo pésimo. A mí me defraudaron con 20 mil pesos, y como me atrasé un mes, llegaron y que les tenía que pagar todo junto, pero era porque ya se iban, aparte venía la temporada de lluvias”.
Respecto a todas las denuncias presentadas y que hablan del mal trabajo que ha realizado la empresa, además de cobrar trabajos inconclusos, Alejandro Olloquiegui reconoció que sí existen tales.
“…sí existen tales, sin embargo, nosotros como empresa hemos pagado las multas que nos han aplicado, se escucharían muchas, pero si yo te comentara que tenemos cerca de mil 800 expedientes”, finalizó.