En medio de una noche de Luna llena y una atmosfera única, la agrupación jalisciense Maná regresó a Ensenada tras una larga ausencia de más de dos décadas. En esta ocasión, el grupo que naciera en 1987 dentro de la época del “Rock en tu Idioma” se presentó por primera vez en el Valle de Guadalupe, en las instalaciones de la vinícola Castillo Ferrer, como parte de su gira “Latino Power Tour”.
Apenas pasadas las diez de la noche del sábado 15 de octubre, la banda integrada por Fher, Alex, Juan y Sergio salió al escenario ante el júbilo de más de 8 mil personas. Tal como lo hace en cada uno de sus conciertos, Maná subió sobre un templete espectacular cargado de tecnología, en el que predominó una impresionante pantalla de alta definición en el fondo, dos más de cada lado, así como cientos de luces y por supuesto, un potente sonido.
“Manda una Señal” y “Oye mi Amor”, fueron los primeros temas de la noche. A partir de ese momento la gente se mantuvo de pie sin cesar en su canto.
“Buenas noches Ensenada y a toda la raza de Tijuana, Tecate y de todos lados de la región, esta noche de Luna llena la pasaremos de poca madre”, afirmó Fher, vocalista del grupo que con 30 años de historia, cuenta con una veintena de producciones.
“Corazón Espinado”, “Labios Compartidos”, “Mariposa Traicionera” y “Bendita tu Luz” se corearon con efusividad, mientras “La Prisión” y “Mi Verdad”, sus más recientes éxitos, se han vuelto favoritos de los fanáticos.
Durante la velada los asistentes no pararon de corear cada interpretación del cuarteto tapatío, principalmente aquellas que los colocaron como una de las bandas favoritas del rock en español”: “Dónde Jugarán los Niños”, “Cómo te Deseo”, “Me Vale”, “Te Lloré un Río”, “Vivir sin Aire”, “No Ha Parado de Llover”, la nueva versión para “De Pies a Cabeza” y “El Muelle de San Blas”, con las que contagiaron de recuerdos a los presentes; mientras “Rayando el Sol” marcaría el momento cumbre del concierto, cerrando su actuación ante los efusivos aplausos de sus seguidores.