Considerándose un cineasta intuitivo más que explicativo, Amat Escalante decide no evaluar sus películas ni buscar conexión entre ellas, pero acepta que el retrato de la violencia en México lo ha seguido. “La Región Salvaje”, que le valió el León de Plata a Mejor Director en el Festival de Venecia, no es la excepción, aunque por primera vez se apoya de la fantasía para justificar los actos de sus protagonistas.
“Gibrán (Portela) y yo habíamos escrito dos o tres versiones del guion sin los elementos fantásticos y de alguna forma yo no estaba sintiéndome completo o satisfecho con lo que quería contar. Luego se me ocurrió esto del campo y de los animales, de ahí empezó a surgir lo demás y de alguna manera cobró sentido lo que yo quería decir. Supongo que se podría decir que es una metáfora”, declaró el cineasta en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), donde hace unos días la producción tuvo su estreno nacional.
La historia de una familia de la Ciudad de México, que ve alterada su rutina ante la presencia de una mujer externa a ellos, tiene como factor de fantasía a un ser tentacular que habita en un bosque cercano: “Lo que yo quería mostrar en la película se mostró a través de este elemento, esta criatura que afecta a los personajes. Me gusta mucho la ambigüedad y creo que es bastante ambiguo que uno puede imaginarse muchas cosas a partir de esto, de la sociedad en la que vivimos, de cómo nos comportamos, nuestra forma de relacionarnos con los demás, la forma positiva y negativa que tenemos en el mundo, entre hombres, mujeres, todo. Sentí que tenía sentido y confié en que para el público también cobrará algún sentido en general”.
Confesando cansancio de la realidad, el cineasta de 37 años cree que hemos llegado a un tope de no obtener respuesta a lo que pasa en el país, por lo que sintió que sería deshonesto abarcar solamente lo que ve, cuando piensa que en México hay un verdadero monstruo: “En esta película decidí abrir la realidad y ver si encontraba algo fuera, ligeramente, porque incluso aunque lo que hay en la película no es de nuestra realidad o nuestra tierra, sí lo quería tratar como si fuera. Por eso fuimos muy cuidadosos de cómo tratábamos e interactúa esta criatura, para que se creyera que es de esta realidad”.
Y añadió: “No solo es un monstruo de violencia nato, es un monstruo que está afectándonos sexualmente también. La sexualidad y la violencia tienen mucho que ver y lo podemos ver en el país, no por nada la violencia hacia la gente de diferentes preferencias sexuales o las mujeres es tan dura porque ahí hay un rechazo sexual, no solo es moral. Para mí esa criatura eso era, trato de no remarcar y ser demasiado literal siempre y me parecía la forma adecuada este elemento”.
A “La Región Salvaje” le anteceden “Heli”, “Los Bastardos” y “Sangre”, cuyas tramas han sido clasificación C, por lo que el cineasta ya está hecho a la idea de que las 60 u 80 copias que logre la película en el primer trimestre de 2017, también tendrán que enfrentar ese panorama: “Siempre he tenido clasificación C, es una pena porque el país es clasificación C, todos vivimos en clasificación C”.
