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viernes, octubre 4, 2024
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Corruptómetro: 1-1

Política Breve y de Emergencia

 

 

 

El que dos ex gobernadores, uno con licencia para dejar el cargo y otro con su periodo constitucional concluido, se encuentren prófugos de la justicia mexicana porque aparentemente nadie sabe dónde están y aunque la Procuraduría General de la República (PGR) habría obtenido ordenes de aprehensión previamente a los últimos actos públicos donde pudieron ser localizados y detenidos, y que ahora bien a bien, ni siquiera sepan si se encuentran en territorio nacional, no es escandaloso, es de risa.

Guillermo Padrés, ex gobernador de Sonora, suspendido de sus derechos partidistas por el Comité Ejecutivo Nacional del PAN fue públicamente ubicado por el propio CEN, debido a que compareció ante la Comisión Anticorrupción presidida por Luis Felipe Bravo Mena, a donde Padrés acudió para defenderse de los señalamientos públicos en su contra de los supuestos delitos de enriquecimiento ilícito y desvío de recursos. Al respecto el presidente nacional del instituto político Ricardo Anaya, dijo que se iría hasta las últimas consecuencias en el caso; el ex gobernador fue suspendido 6 meses de sus derechos partidistas.

Javier Duarte es ahora el gobernador con licencia del estado de Veracruz, antes de solicitar legalmente su separación al frente del gobierno fue suspendido de sus derechos partidistas por la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI. En una actuación megalómana se presentó a entrevista en un medio nacional y en vivo por televisión nacional, anunció que solicitaría su licencia para defenderse de los ataques públicos en su contra. Fue visto por última vez al regresar a la capital veracruzana y utilizar un helicóptero del gobierno estatal. La PGR obtuvo orden de aprehensión en su contra por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito, peculado e incumplimiento del deber legal; el presidente del PRI Enrique Ochoa, solicitó a las autoridades que se impongan sanciones ejemplares a todos los responsables de desvío de recursos.

Los dos personajes en cuestión pertenecen a la elite política de cada uno de sus partidos, los dos prófugos y señalados de haber cometido actos de corrupción en sus gobiernos, de los dos ahora se deslindan las dirigencias partidistas pues dicen haber actuado inmediatamente en el caso del PRI y en un lapso de 35 días en el caso del PAN, ambos para lograr solamente la suspensión de derechos de sus militantes; de ambos políticos se desconoce su paradero y sobre ellos penden ordenes de aprehensión por causas similares.

El empate público de estos políticos en desgracia no es casual, es más bien atribuible a una campaña de contención de daños de parte de la Secretaria de Gobernación, porque los señalamientos y hasta las denuncias legales en contra de Padrés fueron hechos desde Sonora por la gobernadora Pavlovich hace más de un año y solo hasta que el PRI nacional y la propia Presidencia de la República se convencieron de que se tenía que actuar contra los corruptos, es que se empatan los cartones. Lo interesante ahora es saber qué pasará con el manejo mediático de los ex gobernadores de Chihuahua Cesar Duarte y de Quintana Roo Roberto Borge, ambos señalados de corrupción y analizados en su condición de priistas, porque no hay, públicamente al menos, señalamientos de casos de corrupción en otros gobiernos estatales con los que puedan empatar de nuevo el marcador del “corruptometro” y seguir demostrando que “todos los partidos son iguales”.

Por supuesto que la sociedad mexicana tiene la duda sobre la actuación de la PGR, tanto como de la voluntad del gobierno federal para hacer prevalecer el orden, con actuaciones tan similares de las principales fuerzas políticas lo único que parece es que existe un acuerdo o pacto para la “mínima agresión”; las filtraciones a los medios de las ordenes de aprehensión así como del desconocimiento de las dirigencias partidistas sobre las mismas hasta en tanto fueron publicadas en la prensa, no se lo cree nadie.

Pero ya que los dirigentes partidistas han coincidido tanto y mientras se lanzan señalamientos públicos comunes sobre quién es más corrupto y siguen enlodando al partido de cada uno, por qué no se ponen de acuerdo y resuelven todo lo pendiente tanto a nivel federal como en las entidades de la república sobre el Sistema Nacional Anticorrupción y así verdaderamente se inicia la transformación de los gobiernos, porque la sociedad ya está harta de políticos y de gobiernos corruptos.

Que la historia lo registre.- En septiembre de 2014 Gustavo Madero se separa de la Presidencia Nacional del PAN, asume el cargo interinamente Ricardo Anaya. Nace un plan integral para el relevo de la Presidencia de la República, uno de los principales apoyadores era Guillermo Padrés.

Botón rojo.- Armando Cabada Alvídrez alcalde de Ciudad Juárez, que llega al cargo por la vía de la candidatura independiente, parece que seguirá marcando su independencia, pero ahora del gobernador panista Javier Corral.

 

Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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