El Cabildo tijuanense aprobó de manera unánime que a este reconocido inmueble le sea añadido el de su gestor. Se prevé que la ceremonia simbólica se lleve a cabo en un plazo menor a 15 días
A más de 50 años de su construcción, la Unidad Deportiva CREA, la más grande de Tijuana, ubicada sobre un extenso terreno en la Zona del Río, tendrá una ligera modificación, que para nada interferirá en su constante uso; por el contrario, se reconocerá al gestor de su nacimiento, Conrado Acevedo.
De acuerdo al libro “Conrado Acevedo Cárdenas. Semblanzas, Ensayos y Testimonios”, editado por los historiadores Luz María Reyes y Gabriel Rivera en 2014, cita: “En 1964, el Licenciado Conrado Acevedo Cárdenas en su carácter de Síndico y Comisionado Municipal de Obras Públicas y Delegado del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana, promovió ante el Cabildo y toda la comunidad la construcción de la Casa de la Juventud durante el IV Ayuntamiento de Tijuana, presidido por el Lic. Ildefonso Velázquez, llamada después CREA. Contando con el auxilio técnico del Arquitecto Rodolfo Chávez Carrillo, Presidente de la Junta Federal de Mejoras Materiales y el Ingeniero Juan Ojeda Robles, Jefe de Obras Públicas Municipales y, principalmente, la mayor participación general de la población en su historia, dispuestos siempre a autosatisfacer sus propias necesidades sentidas, incluyendo clubes de servicio, estudiantes, camioneros y desde luego uniones y ligas deportivas y diversos particulares con donaciones en efectivo y en especie.
“En menos de seis meses, del 22 de noviembre en que se colocó la primera piedra al 1 de mayo de 1965, fecha de la inauguración, los tijuanenses desarrollaron un complejo deportivo monumental, la primera obra conforme al plan maestro en la zona del Río Tijuana sobre 52,000 metros cuadrados, de un terreno irregular rescatado a un gigantesco basurero de llantas, dotándolo de toda la infraestructura y equipamiento necesario, construyendo un estadio profesional de fútbol con césped, alumbrado, tribunas fijas y móviles para 17 mil personas, baños públicos, taquillas múltiples y estacionamiento suficiente con acceso vial, logrando que Tijuana fuera sede del III Torneo Internacional cuadrangular de la Copa Kennedy de Futbol (Estados Unidos, Canadá, México y Baja California)”.
Recientemente, la Asociación de Maestros de Baja California A.C. “Domingo Carballo”, hizo una petición a la regidora Irma Salgado de agregar a la Unidad Deportiva CREA, el nombre de su gestor, Conrado Acevedo, y ésta a su vez entregó el escrito al regidor Luis García, quien lo presentó en sesión de Cabildo y fue aprobado de manera unánime. Por lo que en fecha próxima, entre el 15 y el 25 de septiembre, la inclusión del nombre se llevará a cabo de manera simbólica.
“Para mí es una gran satisfacción que se adicione mí nombre a la Unidad Deportiva CREA, porque no es sustituto, sino adición al nombre con el que siempre se le ha conocido. Lo recibo consciente, después de 50 años de su construcción y que nos tocó ser parte de ella”, señaló Acevedo Cárdenas.
“La Unidad Deportiva CREA o Casa de la Juventud, es un monumento al esfuerzo de los tijuanenses, en aquel entonces, este desarrollo se hizo cuando no existían ninguna posibilidad de urbanización, en lo que era el cauce del río. Entonces nos autorizaron que sobre 52 mil metros cuadrados pudiéramos desarrollar este proyecto, pero ni siquiera había capacidad de trabajarlo físicamente, fue indispensable que una mojonera internacional que delimitó el terreno y de ahí se tomara al referencia para una de las colindancias, y localizar un predio que urbanísticamente se le llamaba en forma de amiba; pero antes de eso se nos exigió que eleváramos 60 centímetros el nivel, lo que significó miles de metros cúbicos de arena. Y además, había que hacerlo en un año de intensa lluvia, pero la gran solidaridad de los tijuanenses y el apoyo de comerciantes, industriales y mucha gente que ayudó a su construcción”, recordó.
Y aunque se construyó un estadio de Futbol, como primera etapa, Acevedo Cárdenas reconoce que esa no era la intención primordial, sino contar con un espacio para el desarrollo físico y laboral de niños y jóvenes.
“En aquella época, el gobierno municipal, donde era síndico y comisionado de Obras Públicas, con un presupuesto anual de 24 millones de pesos, era una obra prácticamente imposible de desarrollar, pero convine realizar un convenio con la Asociación Nacional de Futbol de Segunda Fuerza, a nombre del gobierno de Tijuana, y hubo que convencer a la ciudad de la importancia de su construcción, porque en realidad no queríamos hacer un estadio; el objetivo era hacer la Casa de la Juventud, basado en el programa del Instituto Nacional de la Juventud, ya que más que unas canchas de deportes, lo que queríamos era rescatar a los jóvenes de Tijuana que ya se comenzaban a manifestar como un grave problema social”, subrayó.
Por último, el también cronista y escritor apuntó que “es mucha satisfacción al final de mi vida, pero más que alimentar mi ego y vanidad personal, por este reconocimiento, ya que ha sido un accidente afortunado de mi vida, porque pronto descubrí que podía ayudar estando en el sector público”.