Después de 6 años y diversos anuncios de inauguración en falso, fue inaugurado el Museo Interactivo Ámbar ubicado en la tercera etapa del Río, cuyo fin es concientizar a niños y adolescentes sobre las consecuencias de consumir drogas, y prepáralos para negarse a ellas.
Mario Herrera Zárate, secretario de Educación y Bienestar Social, calificó lo anterior como la “primera parte de un sueño”, un proyecto de hace muchos años –sin especificar cuántos– que atravesó “muchos retos y dificultades”. A pesar del tiempo que transcurrió para que finalmente funcione, agregó que el museo siempre fue una prioridad para el Gobierno del Estado.
El complejo, diseñado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez –el mismo que plasmó el Museo Nacional de Antropología e Historia y el Estadio Azteca– será visitado en una primera etapa por 80 mil niños que cursan quinto y sexto de primaria, así como los tres grados de secundaria en la entidad.
En total, desde hace seis años –cuando el proyecto era municipal en la administración de Jorge Ramos– se le han invertido 135 millones de pesos, 35 de ellos en la actual administración estatal. La construcción que simula un cerebro humano, mide mil 800 metros cuadrados en un terreo de 3 mil 400.
El museo cuenta con cinco salas: Ciencia, Cuerpo Humano, Drogas y sus Efectos, y Opciones para decir no en la comunidad.
Brenda Ruacho, presidente del DIF, destacó que la visita debe ser en tal orden para que los niños puedan asimilar el fenómeno del consumo de drogas desde sus fundamentos científicos, lo que les brindará los argumentos para decir no.
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Finalmente, el gobernador, informó que la operatividad del Museo Interactivo Ámbar, que costará 12 millones de pesos anuales, se repartirá en partes iguales entre el Gobierno del Estado y Ámbar Nacional.