Reducir precios y ofertar en pesos,
fueron estrategias iniciales de
inmobiliarios; en comparación a
2015, las ventas han subido un 30%
en 2016. Pensionados americanos
son los principales compradores,
aunque empieza a gestarse
un mercado de Tijuana y Mexicali
Tan solo entre 2013 y 2016, la colocación de los desarrollos inmobiliarios en la costa de Baja California se reactivó con lo que terminó por venderse el inventario que se tenía, cercano a las 6 mil unidades. Entre las estrategias que los desarrolladores utilizaron para ofrecer su producto, destacó el reducir precios y algunos se promovieron en pesos.
Cabe recordar que en 2008 la crisis de Estados Unidos y el recrudecimiento de la inseguridad en Baja California llevaron al sector al desplome.
Desarrollos como Naos, The Residences o la Torre Trump quedaron varados, o bien, fueron adjudicados por Banorte, principal acreedor de los proyectos en la zona.
Maribel Ramos, APIR; Juan Santana, CCDER; Concepcion Lopez, Control Urbano; Julio Cesar Mendivil, Desarrollador
Según la Asociación de Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), hace ocho años se tenían 60 proyectos inmobiliarios en el corredor Comercial Tijuana-Rosarito-Ensenada, lo que representaba aproximadamente la construcción de 9 mil unidades, con un monto de inversión cercano a 4 mil millones de dólares.
Del total, 15 por ciento quedó detenido, 10% solo fueron proyectos ejecutivos en papel, mientras que el 75% restante se mantuvo activo y logró su conclusión, por lo que los inventarios lograron venderse de 2013 a la fecha, según reporta el sector. El mercado principal sigue siendo el estadounidense y el mexicoamericano, con un 80%; el resto es un creciente mercado nacional.
Dentro de los factores que alentaron la colocación de vivienda, sobresale una mejoría de la economía estadounidense y el aumento del costo de la vivienda en el vecino país.
En lo que va de la presente administración, el Ayuntamiento de Playas de Rosarito ha otorgado dos permisos de construcción para condominios y casas.
La reactivación
A lo largo del corredor Corredor Comercial Tijuana-Rosarito-Ensenada se distinguen anuncios de desarrollos inmobiliarios que ofrecen condominios que tenían algunos desarrollos edificados. Los precios pueden variar, pero el monto promedio de la vivienda está entre los 150 mil y 250 mil dólares, de acuerdo con la Asociación de Profesionales Inmobiliarios de Rosarito (APIR).
La presidenta de la organización, Maribel Ramos Mendoza, externó que durante la crisis de 2008 se detuvieron las ventas, pero algunas construcciones como La Joya de Rosarito, Las Olas Grand, Las Olas Marisol y Condo Hotel, siguieron trabajando.
“Algunos quedaron detenidos, otros fueron solo proyectos ejecutivos y otros más que se anunciaron y no se hicieron, como fueron Esmeralda del Mar, Rancho El Milagro, las Torres de Trump. Aunque ahorita hay una inversión de 700 millones de pesos que se está aplicando en algunos desarrollos”, expuso.
Ofrecen condos en la costa
Por su parte, Gustavo Torres Ramírez, vicepresidente de la AMPI, declaró que en aquel año quedaron detenidos aproximadamente 800 millones de dólares en inversión inmobiliaria, pero ahora se está buscando colocar los proyectos.
“Desde ese año a la fecha, desarrollos como La Elegancia, The Residences y Naos siguen parados. Tenían sus permisos de construcción pero ya no siguieron porque no hay quien invierta, aunque tengo entendido que un grupo de Guadalajara quiere adquirir uno de ellos, y es que están bajando sus precios mucho. Por ejemplo La Elegancia está bajando de 12 mil a 5 mil millones de dólares. Residences la están dejando en la mitad de precio, de 40 que eran, lo tienen en 20 millones de dólares.
Naos, una torre autosustentable de 20 pisos con 400 residencias con vista al mar, nunca se colocó, pues salió a la venta justo cuando inició la crisis de hace ocho años; el caso de este edificio es diferente de los otros, pues la mayoría de los inversores son socios de Banorte, institución bancaria que, por cierto, tiene el 90% de los préstamos en la costa.
Las autorizaciones del Ayuntamiento
Según registros de la Dirección de Control Urbano de Playas de Rosarito, en lo que va de la presente administración se han autorizado dos permisos para construcción de condominios. Se trata de La Joya Excellence y Marena.
La titular del departamento, Concepción López Jiménez, recalcó que complejos como Palacio del Mar recién terminó unas casas y van a empezar otros trabajos, por lo que esperan que asistan a solicitar las anuencias correspondientes.
Mientras que Las Olas Palacio del Mar finalizó construcciones que venía haciendo, y por su parte, Plaza del Mar ha seguido edificando otra cantidad de casas, aunque no precisó el número ni la inversión.
“Todo el desarrollador debe solicitar un prórroga de su licencia de construcción diez días antes del vencimiento. En lo que va de esta administración no hemos otorgado este tipo de permisos, probablemente ya los tenían con anterioridad”, señaló.
Más clientes americanos
Juan Santana Bosquet, miembro del Consejo Consultivo de Desarrollo Económico de Playas de Rosarito (CCDER), comentó que el municipio ha pasado de ser un lugar turístico a diversificar su oferta con la industria fílmica, el tema cultural, así como el sector industrial, ya que recordó que Hyundai abrió una maquiladora que en una primera etapa ofrecerá empleo a 2 mil personas, lo que a su consideración, es tomado en cuenta por el comprador antes de invertir.
Nuevos proyectos
Recordó que el 85% de los compradores siguen siendo de California, pues mientras que en San Diego una casa les cuesta 2 millones de dólares, en el corredor costero ronda los 200 mil y 300 mil dólares.
“En San Diego está subiendo el precio de la propiedad. Al pensionado no le alcanza el dinero porque tienen un presupuesto para vivir. Las personas buscan rentar o comprar acá por los precios. Hay clientes de Tijuana y Mexicali que quieren invertir en su segunda casa, dentro de los retos que tiene el Estado y el Municipio está el tema de la seguridad, que lo están haciendo bien, pero que controlen la inseguridad”, exhortó el entrevistado.
Inician proyecto
Desarrolladora de las Californias llegó a Playas de Rosarito en 1986, desde entonces ha edificado desarrollos como La Joya del Mar, Oceana Plaza, La Joya Real, La Joya Rosarito y ahora iniciaron con La Joya Excellence, que son condominios y casas.
El administrador de la compañía, Julio César Mendívil, dijo a ZETA que en 2008 el sector fue en picada y así siguió hasta 2012, por lo que tuvieron que aguantar y capotear la situación para salir adelante.
“En 2013-2014 empiezan a levantarse las ventas, en 2015 nos fue súper bien, tan bien que concluimos las cuatro torres del proyecto de La Joya que teníamos. A pesar de la crisis no paramos de construir, lo que nos ayudó mucho fue que vendimos muy rápido en la época del boom inmobiliario y estuvimos viviendo mucho tiempo de la cobranza, sin embargo, muchas ventas se cayeron”, destacó.
Mendívil agregó que ya iniciaron otra construcción en un terreno de 5.4 hectáreas donde habrán de levantar cinco torres: dos con 49 condominios y tres de 37 condóminos más, además de 132 villas.
Durante 31 años, la desarrolladora en mención ha vendido espacios al americano retirado, pero en los dos últimos años se ha presentado un fenómeno “curioso”, pues empiezan a llegar compradores de Mexicali, Tijuana, así como de la Ciudad de México, inclusive de Cancún, lo que representa entre el 15 y 20% de sus nuevos compradores.
Según sus palabras, dentro de los indicadores que han llevado a la reactivación del sector inmobiliario está el combate a la inseguridad por parte de las autoridades municipales, una leve mejora en el cruce fronterizo y el repunte de la economía de Estados Unidos.
Desde su experiencia, hace falta que los bancos den más facilidades para el otorgamiento de créditos y que se considere el financiamiento a extranjeros, ya que un instrumento financiero ayudaría en mucho.
Mientras que por otro lado, el gobierno municipal debería pedir una fianza de cumplimiento a los desarrolladores para evitar que los vaivenes económicos afecten los proyectos, lo cual no da una buena imagen hacia el exterior.
