En medio del Valle de Guadalupe, Margarita “La Diosa de la Cumbia” y Caló se presentaron el sábado 3 de septiembre en el Foro de Santo Tomás, logrando reunir a más de 5 mil almas que bailaron y cantaron a ritmo de cumbia.
Por casi tres horas, “La Diosa de la Cumbia”, quien se presentó por cuarta ocasión en las instalaciones de la reconocida vinícola, puso a bailar a sus seguidores, que nuevamente atiborraron el majestuoso escenario.
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Esta vez la intérprete colombiana que realiza su tour “Sin Fronteras”, se hizo acompañar del grupo mexicano conformado por Claudio Yarto, María y Maya Karunna, Andrés Castillo y Gerardo Méndez, quienes en la década de los noventa se dieran a conocer por su música electrónica, que sintetizaba mezclas de rap, hip-hop y house.
El reloj marcaba las 9:45 pm cuando la artista salió al escenario abriendo su presentación con “La Pollera Colora’”, poniendo rápidamente a bailar a sus fans.
“Me siento muy feliz, no tienen idea lo que es esperar por 365 días para llegar aquí a esta maravilla. Ver este mar y este escenario maravilloso, y ver a gente tan contenta es algo que no tiene precio. Así que por favor sean lo más felices que puedan ser en este momento, porque esto es lo único que tenemos; la vida es un segundito, así que hay que ser feliz”, exhortó la cantante al público que coreó cada una de sus interpretaciones, como “Mi Bombón”, “Escándalo”, “Qué Bello”, “Que Nadie Sepa mi Sufrir”, así como su reciente sencillo “Te Di Todo”.
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Además de sus éxitos, ofreció un merecido homenaje a cantantes que ya murieron con “La Vida es un Carnaval”, de Celia Cruz; “Baila esta Cumbia”, de Selena; y por supuesto no podía faltar “Noa Noa”, del recientemente fallecido Juan Gabriel.
Mientras que la banda Caló, que celebra 25 años en los escenarios, recordó viejos tiempos con su peculiar estilo al cantar “El Cubo”, “Formas de Amor”, “Ponte Atento” y “Capitán”, sus temas más reconocidos.
Margarita se despidió del público junto a los cinco integrantes de Caló para interpretar “La Colegiala”, canción que grabaron en 2008, ante el aplauso de los asistentes al concierto, quienes se retiraron del lugar en medio de una lluvia de alegría.
