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jueves, febrero 22, 2024
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Feminicidios o víctimas de su calentura

La semana pasada, en este espacio, comentaba que la negación de una parte mayoritaria de la sociedad a reconocerle igualdad de derechos a la comunidad homosexual, partía de la misma raíz religioso-cultural, que nos había llevado durante milenios, a marginar a las mujeres a una condición de inferioridad y de culpa por la sexualidad que representan, cuando, debido a la desgracia de un par de chicas secuestradas y asesinadas en los últimos días, mi tesis se comprueba, pues a partir de una desafortunada declaración del presidente municipal en la que niega que en Tijuana exista una situación de violencia de género que nos deba alarmar, en las redes sociales, pululan los argumentos que niegan cualquier tipo de violencia, basándose en la hipótesis filtrada por la autoridad, de que por lo menos en uno de los casos, la chica era una libertina sexual que se había marchado de un bar acompañada de un sujeto al que no conocía.

La ignorancia es cabrona, y la idea judeocristianamusulmana de la superioridad moral del género masculino, que es tentado por la perversa sensualidad femenina, permea a tal grado en nuestra comunidad, que incluso agnósticos declarados, más o menos ilustrados, sin parpadear, expresan su sometimiento intelectual a tan arcaica noción, y torpemente argumentan que hay más hombres asesinados que mujeres, o que eso les pasa solo a las mujeres calientes que no controlan su furor uterino cuando toman.


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El problema no es el número de feminicidios comparado con los homicidios que se perpetran contra miembros del sexo masculino, sino el hecho de que mujeres estén siendo secuestradas y asesinadas por el hecho de serlo, a eso se le llama violencia de género, como lo es también que se justifique, con el medieval argumento de que andaban de calientes. No es un asunto menor, como tampoco lo es que millones de mujeres en el mundo sean esclavizadas sexualmente o mutiladas para que se les quite lo “caliente”. Presos de la tartamudez mental de la que son víctimas los conservadores, intentan potenciar sus argumentos, acusando a quienes los contradigan, de estar influenciados por feministas reconvertidas en feminazis.

Se equivocan, pues no es cuestión de darle seguimiento o no a la oportuna agenda feminista, sino de una situación real a las que las mujeres están expuestas, por eso el país ha ido avanzando en la implementación de políticas públicas con perspectiva de género, que se implementan transversalmente a todas las áreas de gobierno y de los servicios que presta.
Claro que todos debemos cuidarnos, pero no podemos racionalmente, descartar como violencia de género cuando una mujer haya desaparecido después de que se fue de un bar acompañada de sujeto. Esa es la situación de vulnerabilidad a la que las mujeres se ven expuestas y que se le llama violencia de género, no importa si fue atacada saliendo de un bar; por un taxista que la llevaba del trabajo a su casa, o en un estacionamiento obscuro.

Pero una vez más afirmo que esa ideología abrahámica será derrotada por la civilización, y que ese tipo de derrotas seguirán sucediéndose, como ha ocurrido desde el renacimiento, pero de manera acelerada, durante las últimas décadas.


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No me cabe la menor duda de que el tiempo en el que me ha tocado vivir es mejor que el de mis abuelos, y que el tiempo de mis hijos y nietos será mucho más justo, democrático e igualitario que éste, nuestro tiempo.

 

Jesús Alejandro Ruiz Uribe fue dirigente del PRD en Baja California, ex diputado local por el mismo partido y actualmente es Rector del Centro Universitario de Tijuana en Sonora. Correo: chuchoruizuribe@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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