De manera repentina decenas migrantes, en su mayoría haitianos, llegaron a Mexicali, buscan asilo en Estados Unidos. En Tijuana, un problema de corrupción en el uso de “turnos adelantados” para la cita con personal del CBP en la Unión Americana generó incertidumbre en los desplazados que decidieron trasladarse, extendiendo la crisis por el fenómeno migratorio a la capital bajacaliforniana. Autoridades calculan que el pasado fin de semana, los cachanillas recibieron alrededor de 300 migrantes
La noche del jueves 8 de septiembre, los guardias que vigilan las instalaciones de la Garita de Mexicali a Calexico en la Zona Centro se inquietaron. Llamó su atención que decenas de personas de piel muy oscura y cabello rizado empezaron a aglutinarse en la puerta metálica que da acceso al puerto de cruce. La preocupación de los uniformados creció con el paso de las horas, cuando el número de migrantes fue incrementándose. Para la mañana del lunes 12 de septiembre ya eran más de 200, las autoridades calcularon hasta 300.
Había muchos hombres, 22 mujeres y cuatro niños, parejas en una desordenada multitud que había llegado desde Tijuana, la mayoría en autobuses de pasajeros o taxis. Primero, por sus características étnicas, creyeron que eran africanos, y que ninguno hablaba español. Al llegar a México estos migrantes dijeron ser de El Congo, pero al entrevistarse con autoridades de Estados Unidos, la mayoría ha manifestado ser de Haití.
Su largo peregrinar incluyó Ecuador, Costa Rica y, después de varias semanas, la frontera mexicana de Tapachula en Chiapas, donde personal del Instituto Nacional de Migración (INM) les otorgó un documento, oficio de salida, que les permitía la estancia en México por 30 días. Tal fue el antecedente para que más de 5 mil de migrantes cruzaran el país -vía terrestre- y llegaran hasta Tijuana a partir de mayo de 2016 con la idea de cruzar a Estados Unidos, solicitando asilo político.
La semana pasada se suscitó un incidente, debido a que varios grupos -entre gobierno y civiles- buscaron organizar a la multitud y empezaron a otorgar una suerte de boletos numerados para poder ingresar ordenadamente a las oficinas gubernamentales de Estados Unidos en la Garita de San Ysidro, pero se detectó que algunos de los beneficiados empezaron a vender sus lugares, por lo que se detuvieron las entrevistas.
Desesperados, los migrantes optaron por la garita que consideraron más cercana, en este caso la de Calexico, y la tarde del jueves 8 viajaron en grandes cantidades a Mexicali para apostarse frente al edificio de cruce. Horas más tarde fueron colocados en el Parque Héroes de Chapultepec, y desde ahí, personal del INM los organizó por “tandas”, y en las oficinas de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) -en la Garita-, ahí estuvieron recibiendo a cerca de seis por hora, pero seguían llegando más y más. Algunos ya exasperados por la lentitud de la atención, buscaban taxis para acudir a otra garita, en este caso la de Algodones, otros se acomodaron en los albergues para migrantes que operan en la Zona Centro de Mexicali.
“Estos traen dinero”, ha sido el comentario generalizado en la capital del Estado.
En agosto del año pasado el sacerdote y activista Alejandro Solalinde denunció la corrupción del personal del INM en la frontera sur de México -en Tapachula, Palenque, Acayucan y San Cristóbal- por la venta de los oficios de salida a cientos de cubanos que, con el documento, podían llegar hasta la frontera con Estados Unidos y obtener casi de automático el asilo político.
ALBERGARLOS O DESPLAZARLOS
La tarde del viernes 9 de septiembre, funcionarios y organismos civiles que participan en el Consejo de Atención al Migrante se reunieron en las oficinas de Desarrollo Social del Estado.
Aunque no fue convocado, Sergio Tamai, director del Hotel del Migrante en Mexicali, acudió y participó; una de las propuestas surgidas y concretadas, fue la de instalar un campamento para poder atender a los cientos de inesperados visitantes de la capital de Baja California.
Al final decidieron instalar en el albergue del Grupo de Ayuda para el Migrante de Mexicali para los varones y en el Albergue Juvenil a mujeres y niños. Previo al acuerdo se presentó una situación de conflicto, pues había quienes sugerían desalojar a los migrantes de la zona federal. Mientras otros proponían conseguir camiones para regresarlos a Tijuana, pese a que en esa ciudad los albergues ya están saturados, recordó Tamai.
De igual manera, el activista criticó que las autoridades del INM traten de manera diferenciada -haitianos en comparación con los centroamericanos, por ejemplo- y también el hecho de que las autoridades en Baja California no sepan cuántos oficios de salida han entregado en la frontera sur. “Se va a hacer un caos”, advierte.
CAMPAMENTOS
El Albergue del Grupo de Ayuda para el Migrante, A.C. se ubica por Avenida Michoacán en Pueblo Nuevo, en el edificio donde por muchos años estuvo el Cine Mexicali, explica Manuel Fernando Villegas, quien encabeza el organismo junto con Gonzalo Pacheco. El albergue funciona desde el 5 de mayo de 2012 y regularmente tienen entre 60 y 80 personas, pero el viernes 9 de septiembre recibió a 207 migrantes. Ahí otorgan a los “huéspedes” tres comidas diarias, ropa y calzado.
Ellos fueron convocados por autoridades del INM y del Grupo Beta, y el mismo jueves 8 de septiembre por la noche ya estaban recibiendo a los migrantes haitianos. “Primero llegaron 60, luego fueron llegando paulatinamente hasta completar en este momento140, porque algunos ya cruzaron a Estados Unidos”, expone Pacheco, quien comenta que todavía el domingo 11 por la mañana llegaron nuevos migrantes, pero les dijeron que ya no permitirían ingresar más gente.
Según detalló, los desplazados con los que habló, procedían de Ghana, El Congo, Somalia y parece que cruzaron toda África, vía el Océano Atlántico hasta Haití; de acuerdo con esa versión, de ahí llegaron a Chiapas.
“Hablan griego, portugués, haitiano y francés. Algunos dicen que estuvieron en Brasil construyendo los edificios para los Juegos Olímpicos”.
El administrador de este albergue en Pueblo Nuevo, agregó que desde el gobierno estatal reciben 20 mil pesos “para todo el año” y tienen un gasto operativo de 30 mil pesos mensuales, entre renta, energía eléctrica. Expuso que el 99 por ciento del apoyo para la subsistencia del albergue lo aportan grupos cristianos. Villegas es presidente de la Alianza de Pastores de Mexicali, que agrupa a 106 congregaciones cristianas tan solo en Mexicali.
“Ahorita ya se nos juntó la renta, la luz, ahorita mismo nos podrían cortar la energía eléctrica”, dijo el pastor en alusión a un adeudo de dos meses, cerca de 16 mil pesos.
Acorde con el pastor, desde el Gobierno del Estado les aseguran que durante los próximos 60 días seguirá llegando más gente. Aun así, no han recibido dinero extra desde la esfera gubernamental, “Es que están comprando carros del año”, bromea, a la par de referir que estos migrantes recién llegados no son conflictivos, “su único delito es ser pobres”.
PRIORIDADES
José Moreno Mena es investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) e integrante de la Coalición de Apoyo al Migrante. El antecedente del actual fenómeno de migración masiva que afecta Baja California, inició hace tres años, cuando un extenso grupo de mexicanos -principalmente de Michoacán y Guerrero- solicitaban asilo en el vecino país debido a la violencia e inseguridad en sus lugares de origen, pero “los Estados Unidos consideran que los mexicanos no son prioridad para otorgarles asilo, en junio de este año se vino esa oleada de 300, 600 migrantes que ahora suman más de 6 mil de origen entre africano, haitiano, centroamericano y hasta árabes y paquistaníes, todos con rumbo a Tijuana. Si ya había una fila grande de mexicanos, ahí en la garita de Tijuana, hasta 300 diarios, ahora hizo crisis y se multiplicó, todos para solicitar asilo”, amplía Moreno Mena.
Dice que han preguntado a esos migrantes el porqué de la razón de emigrar en estos momentos y han sido renuentes en la respuesta clara. Algunos vienen desde Brasil, otros entraron por Ecuador y han pasado por Perú, Costa Rica y Nicaragua, y llegaron hasta Tapachula, Chiapas, donde se entregan a las autoridades migratorias mexicanas.
En la opinión del especialista, las autoridades mexicanas han optado por la entrega de ese tipo de permisos (oficios de salida), dado que estos migrantes no planean quedarse en México. “Los primeros llegaron por avión, luego lo hicieron por camiones fletados desde allá de Tapachula. Además, se ha detectado que entre ellos siempre hay una persona que habla español”, destacó.
Los migrantes ubicaban a Tijuana como una frontera más segura que Tamaulipas, Coahuila o Chihuahua. Aparte, han revelado que muchos de ellos ya tienen contactos en California.
“El problema es que pueda esto generar una crisis a mediano plazo, porque si muchos están estacionados en Tijuana, se van a empezar a venir a Mexicali”, Mena insiste en que hace falta la intervención del Gobierno Federal, dado que en Tapachula, personal del Instituto Nacional de Migración les entrega ese oficio de salida y deben tener el dato de cuánta gente está llegando a esa frontera, lo que implicaría calcular cuántos más podrían arribar.
“Esta migración la tipificamos como desplazamiento forzado, son migrantes que vienen huyendo de la violencia, de las guerras, de la situación de pobreza extrema, pero sobre todo de la violencia que se está presentando en esos países. Y son de todo tipo, desde los más pobres hasta gente que han sido comerciantes, empresarios”, sostiene el investigador universitario.
INM Y DERECHOS HUMANOS
Desde mayo a la fecha han llegado -sobre todo a Tijuana- cerca de 5 mil migrantes, de los cuales cerca del 30% serían mujeres, argumenta el delegado estatal del Instituto Nacional de Migración, Rodulfo Figueroa. Del desarrollo del proceso migratorio del lado norteamericano, el funcionario federal aclara que “ese tema lo están resolviendo las autoridades norteamericanas, serían ellos quienes deberían hablar”. Lo que sí aclara es que los migrantes recibidos en las oficinas estadounidenses ya no regresan a México.
De los países de origen de los migrantes, cita: “Ellos han dicho a la autoridad mexicana que son de El Congo y, de acuerdo a conversaciones con autoridades norteamericanas, habiendo dicho en México que son de El Congo, al presentarse a sus entrevistas, allá dicen que son de Haití”. Otros orígenes son Paquistán y la India.
El representante del INM en Baja California complementa que el oficio de salida no es un documento de estancia legal. “En atención a sus Derechos Humanos no pueden permanecer recluidos indefinidamente en las estaciones migratorias mexicanas. Después de haber escuchado su dicho, de dónde son y haber intentado acreditar su nacionalidad por los consulados correspondientes -los cuales regularmente no contestan, cuando existen-, se les otorga un oficio de salida”, reiteró.
Al preguntar sobre el número de ese tipo de documentos que se han entregado, Figueroa indica que ese dato debe buscarse en las oficinas centrales.
En cuanto a la razón del traslado de migrantes de Tijuana a Mexicali, detalla que se dejaron de entregar turnos adelantados, los que se habían acordado para ordenar el flujo de personas con fechas anticipadas, pero se detectó que algunos de los migrantes estaban vendiendo sus lugares en la línea.
Acorde con su versión, las entrevistas no se detuvieron, pero sí se dejaron de dar turnos adelantados y todos los días estuvieron cruzando 50 personas.
El funcionario federal niega que se haya detenido a migrantes que viajaban a Mexicali, “lo que pasa es que en algunos casos los vehículos que los trasladaban traían también a personas irregulares, lo que se hizo fue establecer un punto de control en la carretera, a quienes estaban en los automóviles les decíamos que estaban trasportando a personas irregulares y podrían incurrir en responsabilidades penales; la mayoría de los choferes optaban por no seguir con ese traslado”, aclaró.
Según el delegado estatal del INM, aproximadamente 300 migrantes que arribaron a Mexicali a partir del jueves 8 de septiembre, pero cerca de 100 ya han pasado a Estados Unidos, por lo que quedarían cerca de 200 en los albergues.
“Sin duda los flujos van a continuar en el corto plazo, de eso no tengo la menor duda, pero seguramente van a irse reduciendo, estimo que tenemos un plazo de 60, 90 días más”, dice a manera de conclusión.
Aunque no ha habido información oficial por parte de autoridades norteamericanas, trascendió que el procedimiento legal de asilo inicia con una entrevista en el puerto de entrada, posteriormente quedan en estancia temporal en Estados Unidos a cargo del Servicio de Inmigración -algunos con brazalete de localización- y la solicitud puede tardar semanas en proceso. De ser ésta rechazada, son deportados directamente a su país de origen.
Próxima semana debe definirse albergue para extranjeros en Tijuana
La Coalición Pro Defensa del Migrante ha calculado que en Tijuana, 300 migrantes extranjeros -que llegan a la ciudad para solicitar asilo político- no han alcanzado espacio en algún albergue o lugar de renta dentro de sus posibilidades, cercano al cruce El Chaparral.
Prácticamente sin capacidad, económica y de espacios, albergues como la Casa del Migrante, Instituto Madre Asunta, el Desayunador Salesiano y el Ejército de Salvación para hombres y mujeres, dan apoyo a un aproximado de 700 personas que esperan su oportunidad para solicitar entrada a Estados Unidos.
Las cifras hablan de una necesidad urgente de habilitar un espacio: de mayo a la fecha, el flujo de migrantes extranjeros, principalmente haitianos y africanos, llega a 6 mil personas, entre hombres, mujeres embarazadas y niños.
Después de haber dejado a las asociaciones civiles la responsabilidad de este fenómeno migratorio por meses, representantes de los tres niveles de gobierno activaron con ellas una mesa especializada de trabajo con el objetivo central de habilitar un espacio que albergue a las 300 personas que no tienen lugar para quedarse.
Esmeralda Siu Márquez, coordinadora ejecutiva de la Coalición Pro Defensa del Migrante, explica que las asociaciones participantes han estimado que se necesitan entre 180 y 200 pesos diarios por migrante, más los servicios y mobiliario. Mientras, el Ayuntamiento de Tijuana se ha comprometido a conseguir el lugar, ya sea un centro comunitario o alguna instalación del DIF. La Coalición agradece cualquier donativo de la sociedad para atender esta emergencia, a cualquiera de las instituciones mencionadas.
Desde el destino del que partieron, haitianos y africanos gastan buena cantidad de dólares, y cuando llegan a Tijuana, sus bolsillos quedan vacíos o con unos cuantos billetes.
Hay casos como el de Anthony, quien a la fecha de la entrevista -martes 13 de septiembre- ya solo tenía un dólar después de haber gastado más de 3 mil a lo largo de tres meses de travesía desde Sao Paulo, Brasil.
Hace casi tres años llegó al país sudamericano para buscar empleo (adonde han llegado miles de sus paisanos desde el terremoto en la isla en 2010, según explica), acompañado por su esposa, pero sin sus hijas, quienes se quedaron en la isla caribeña.
Él trabajó en una empresa de paquetería y ella en un restaurante McDonald´s, pero ambos perdieron sus vacantes y su esposa vive con un seguro de desempleo que está a un mes de agotarse. Por ello, decidió viajar solo a Tijuana, con el objetivo de regresar por ellas.
Después de situaciones irregulares que se dieron en la entrega de turnos por parte del Instituto Nacional de Migración para la atención de extranjeros -se detectó la venta del documento-, el martes 13 se reactivaron.
Ángeles sin Fronteras también exige albergue
Sergio Tamai, de Ángeles sin Fronteras, quien no pertenece a la Coalición Pro Defensa del Migrante, menciona que también ha hecho gestiones con el Ayuntamiento de Tijuana para atender a los extranjeros.
Habla específicamente del edificio Mexitlán en Zona Centro, o de algún hotel desocupado, pero puntualiza que se necesita el apoyo del gobierno para lograr la renta de esos inmuebles. De lo contrario, estima, la crisis migratoria volverá inminente la instalación de un campamento en espacio abierto.