Uno es el verdugo y sepulturero que por su política errónea y a ciegas hizo que el PRI perdiera el pasado 5 de junio. Se auto mató el Señor Presidente Enrique Peña Nieto, con su vulnerable política y dañinas decisiones que des 2012, va de picada y de mal en peor. ¿El qué? El ‘no le afecta la crisis, económica’. Debía autocriticarse y si él quisiera mejorar la gobernabilidad hacia sus gobernados. Pero es Presidente escurridizo, como avestruz, busca atajos y no da la cara.
Por ello la ciudadanía, nos asqueamos (me cuento), hartazgos de los carísimos y millonarios errores de llevar las riendas de este México sufrido y agraviado. Porque su gabinete que también lleva errores, garrafales. El sepulturero Presidente ya vio su causa y castigado por el electorado ya se consumó y no hay arrepentimiento. Así es, mientras en el partido tricolor, sale un nuevo dirigente con escasa culpa y el Señor Peña Nieto nombró como de rayo a su tocayo enrique Ochoa reza, que viene a levantar el barco zozobrado en tal huracán del día 5 de junio.
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Con varita mágica el ex Director de la C. F. E., querrá idiotizar, cambiar mentes para decir que su partido el PRI es el bueno y el mejor. Llegó el Señor Ochoa reza a querer juntar masas, a reconstruir el rompecabezas de electores que antes votaron por el partido tricolor, nacido en 1929. El único tirador a tal dirigencia se animó y atrevió a “destacar” la labor de Peña Nieto en el PRI. Un partido desunido. Despojos de la turbulencia electoral de junio pasado. Muy buena puntada y de caballeros la renuncia de Beltrones Rivera (si fue de su decisión; si no, decisión del Señor Peña Nieto.
Al nuevo dirigente le costará mucho trabajo hacer política y que el pueblo le crea. El constructor Enrique Ochoa a trabajar y destructor sigue sentado en Los Pinos, viendo sus hazañas.
2017: hay elecciones en el interior de México. La primera prueba de fuego para el Señor Ochoa reza. El PRI perdió por su mala política. Todos lo sabemos y el mismo Peña Nieto sabe, pero sigue mintiendo, hasta un niño de ocho años lo oye y lo sabe.
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El PRI en la tumba electoral y llega un resucitador que tendrá que ser astuto, democrático, mezclarse con el pueblo agraviado y tratar de parchar el descalabro que el PRI recibió hace poco. Los Enriques, uno la hace y el otro trata de componer “algo” y quitar el olor a derrota.
Leopoldo Durán Ramírez
Tijuana, B. C.
