El historiador, ensayista y editor mexicano, Enrique Krauze Kleinbort, calificó como una “irresponsabilidad académica” e “inadmisible” el supuesto plagio cometido por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en su tesis ‘El Presidencialismo Mexicano y Álvaro Obregón’, para obtener su título de Licenciado en Derecho por la Universidad Panamericana (UP) en 1991.
El director de la Editorial Clío, que es uno de los supuestos autores plagiados por el mandatario nacional, publicó un breve artículo de opinión en el portal de la revista cultural Letras Libres, en el que asegura que es válido realizar el escrutinio biográfico de los personajes que ostentan el poder, tal como se hizo en el reportaje publicado ayer por Carmen Aristegui.
El también miembro de la Academia Mexicana de la Historia y de El Colegio Nacional, enfatizó que: “En una democracia es fundamental el escrutinio biográfico de quienes detentan el poder así como de quienes aspiran a detentarlo”.
“Bajo ese criterio, he revisado someramente la tesis de Peña Nieto, con los señalamientos de plagio que se desprenden del reportaje de Carmen Aristegui. Se trata, en efecto, de un trabajo hecho con irresponsabilidad académica, en el que se entreveran líneas y páginas extraídas de autores diversos, debidamente citados, con otras páginas y líneas que carecen de la necesaria adjudicación, ya sea mediante un entrecomillado con una cita a pie de página, o una mención explícita en el cuerpo mismo del texto”, dijo Krauze.
“La proporción de estas últimas es considerable e inadmisible”, escribió Krauze, de 68 años de edad y egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sobre lo expuesto por Aristegui Noticias en el reportaje titulado ‘De plagiador a presidente’.
“En mi caso”, continúa Krauze en su texto, “el libro ‘Plutarco Elías Calles: Reformar desde el origen’, aparece citado en la bibliografía pero no en el texto, que toma diez líneas de manera literal sin citar la procedencia”.
“El caso confirma un axioma que todos los políticos deben recordar: su biografía, aún la más remota, no pasará desapercibida. La verdad, tarde o temprano, se abre paso”, dice en su texto el director de Letras Libres y Premio Nacional Juan Pablos al Mérito Editorial 2014.
“En el pasado, cuando no existía Google ni otros instrumentos de verificación, este vicio podía pasar oculto. Más aún, cuando los directores de tesis, los sinodales o las propias autoridades académicas tomaban estos textos como un mero trámite. Es de esperarse que ahora las cosas sean distintas”, dijo el historiador sobre la práctica extendida en nuestro país, de utilizar las ideas de otros sin citarlos de forma correcta.
Krauze no fue el único plagiado por Peña Nieto. Otros fueron los historiadores Víctor López Villafañe, Alberto Morales Jiménez, José María Calderón y Emilio Rabasa Estebanell, así como de los doctores en derecho Diego Valadés Ríos, Jorge Carpizo McGregor, Felipe Tena Ramírez y José de Jesús Orozco Henríquez, actual integrante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). También plagió a autores extranjeros, como la académica de la Universidad de Nuevo México, Linda Hall.
El actual mandatario nacional plagió, afirma Aristegui, 197 párrafos textuales de los 682 que conforman su texto, casi el 29 por ciento de su tesis universitaria, de al menos 10 autores, entre los que destaca el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado, sin hacer referencia a los mismos, ni citarlos en su bibliografía.
Pero el plagio a Miguel de la Madrid fue “el más escandaloso”, dice Aristegui, ya que Peña Nieto tomó al menos 20 párrafos textuales del libro del ex mandatario ‘Estudios de Derecho Constitucional’, publicado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 1977.
El asesor de su tesis fue el Doctor en Derecho, Eduardo Alfonso Guerrero Martínez, actual magistrado del Poder Judicial de la Ciudad de México. En su curriculum se afirma que el también catedrático por más de 37 años, ha dirigido más de 193 tesis y ha sido jurado en más de 367 exámenes profesionales.
La biblioteca de la UP, indica Aristegui, conserva tres ejemplares impresos de la tesis de Peña Nieto. Mientras que la biblioteca central de la UNAM, tiene una copia en formato de microfilm. Ambas universidades, indica el reportaje, “condenan el plagio entre sus estudiantes”.
Peña Nieto estudió la carrera de derecho, de 1984 a junio de 1989, titulandose con dicha tesis, misma que dedicó a su familia y al “Lic. Arturo Montiel Rojas, por su ejemplo de tenacidad trabajo”.
LA RESPUESTA GUBERNAMENTAL Y UNIVERSITARIA
Eduardo Sánchez Hernández, vocero del Gobierno de la República, respondió al reportaje, asegurando que la tesis profesional de Peña Nieto, “presentada hace 25 años”, no fue plagiada, y que no citar autores ni darles el crédito correspondiente, sólo son “errores de estilo”, además de que el actual presidente cumplió “todos los requisitos” para titularse.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, consideró que “hay cosas mucho más importantes” que el plagio del presidente Enrique Peña Nieto en su tesis universitaria.
“[…] hay cosas mucho más importantes y además yo te diría desconozco exactamente el tema, no sé si realmente sea cierto o no, me parece que no lo es, yo creo que finalmente hay ahí una, pues no sé, no quisiera calificarlo, pero me parece que es un señalamiento que no corresponde con la realidad ni realmente con algo trascendente o importante”, dijo Nuño durante una entrevista que le realizó el periodista Carlos Loret de Mola en Televisa.
Hoy al medio día, la UP emitió un comunicado en el cual precisó la información del reportaje difundido ayer por Aristegui. La institución de estudios superiores asegura que ni la periodista, ni su equipo de investigaciones especiales consultaron a la Universidad durante la elaboración de la nota.
“La Universidad Panamericana cuenta con procedimientos para que los procesos de titulación cumplan con los requisitos previstos en la normatividad avalada por las autoridades correspondientes”, se puede leer en el comunicado.
“Como lo acreditan nuestro Claustro Académico y los miles de egresados, esta Universidad se ha distinguido a lo largo de su historia por su trabajo de calidad y una sólida ética”, señaló la UP.
Por último señala que la Facultad de Derecho de la Universidad ya se hizo cargo de revisar lo concerniente al tema. En su comunicado, la UP no menciona el nombre del mandatario nacional, ni tampoco de la periodista o del portal Aristegui Noticias, en donde se publicó la información.