Sí, claro, la película original de 1984 simplemente es una botana, pero a diferencia de otros éxitos ochenteros -léase “Poltergeist”, esta recreación de la historia de cazafantasmas es un acierto.
Claro que no estamos ante la película del año, pero sí tenemos aquí una opción de entretenimiento a dosis masivas, bajo la ingeniosa dirección de Paul Feig, y con la premisa ya ampliamente conocida de unos fantasmas que hacen de las suyas en Nueva York.
Es obvio que la novedad es un elenco femenino donde tenemos a Patty (Leslie Jones), Holtzman (Kate McKinnon), Erin (Kristen Wiig) y Abby (Melissa McCarthy) como mujeres emprendedoras, científicas, algo chifladas y nada temerosas cuando enfrentan a los seres de ultratumba como en su momento lo hizo el equipo liderado por el fantástico Bill Murray.
También ayudan aquí los efectos especiales que abundan y la comicidad natural de este elenco que tiene su dosis de humor, pero sin excederse en el concepto de “apto para toda la familia”.
Para rematar está Chris Hemsworth como la cereza en el pastel de este “chick flick” -o cine preferentemente para chicas- como parte de una fórmula que funciona mientras dura la película.
Al final hay que admitir que este concepto forma parte de ese cine de “véase y olvídese”, porque cómo olvidar a Murray, Dan Aykroyd y compañía. Parte, pues, de la oferta propia del verano, donde la diversión está en la mira de Hollywood. ***
Punto final.- Dejen de preguntarse cuál “Guasón” es mejor, el de Ledger o el de Leto… qué caso tiene.