Política Breve y de Emergencia
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El Partido Acción Nacional (PAN) está en estos momentos encabezando todas las encuestas que le dan seguimiento al proceso electoral del 2018, el que dará a los mexicanos un nuevo presidente de la República, hecho que difícilmente se vería como posible antes del 5 de junio de 2016.
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Que Acción Nacional puntee en las encuestas es por sí solo un fenómeno al que el propio instituto político no está acostumbrado; cuando se preparaba el proceso del año 2000 ni Vicente Fox ni el PAN estuvieron al frente; para el 2006 todos los sondeos anticipaban que habría un escenario cerrado y una posible confrontación de tres fuerzas que finalmente solo quedaron en dos y no era precisamente el PAN o Felipe Calderón quienes aventajaban; 2012 presentó inclusive un escenario mayormente adverso para el partido, la competencia entre dos fuerzas de principio a fin le fue ajena.
De manera que las condiciones en las que el PAN a dos años de distancia de los comicios federales sea percibido como la opción mayoritaria de los mexicanos, es un asunto que se antoja complejo, serio y difícil de procesar para la dirigencia y la militancia.
Cuando las posibilidades de lograr triunfos electorales eran escasas, los panistas anteponían entrega, generosidad y altruismo para integrar equipos de promoción y organización y salir con convicción a solicitar el voto ciudadano que con menos desconfianza optaba por las propuestas de los “azules”.
Pero hoy sus militantes tienen la experiencia unos y otros la memoria, de acciones y resultados de gobierno con los que no hay un concepto de uniformidad y aunque se podría decir que “cada quien habla de la feria según le fue”, la realidad es que para integrar y cohesionar a la militancia de todo el país va a ser necesaria una recomposición con el pasado en una comunión de visión hoy inexistente.
Ejemplos sobran; la dirigencia nacional con sus facultades estatutarias nombrará la propuesta del PAN para presidir la Cámara de Diputados, esa sola decisión mal lograda podría fracturar no solo al Grupo Parlamentario sino al partido mismo. Como para nadie es un secreto que el presidente Ricardo Anaya pretende ser candidato en el 2018, se cree que podría actuar en su propio beneficio y no en el del partidario.
El gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, busca posicionarse como opción del partido también de cara al 2018, no hay lugar a donde vaya fuera de su entidad y la Ciudad de México desde luego, donde no sea criticado sistemáticamente por los seguidores de otras opciones y acusado de intervencionista, tan solo por acudir a comentar sus experiencias políticas.
Margarita Zavala, que como opción de candidatura encabeza todas las encuestas (mientras sea como abanderada del PAN) mantiene un papel protagónico en la política nacional, con sus acciones e ideas a menudo dicta la agenda del país y es ya referente permanente de las posturas y reacciones del partido al que pertenece. Y por eso es severamente criticada y hasta combatida.
La visión estratégica de estado con que muchos concuerdan, no pasa ya por los partidos políticos; las propuestas de candidaturas ciudadanas sin partido o aún como propuesta de los partidos, están en el ambiente como alternativa de renovación de la práctica de la política mexicana. En el PAN no hay la menor apertura para semejantes ideas y con las posibles opciones de candidaturas que ya tiene, se está cerrando la puerta inclusive para el debate mismo.
Las elecciones del pasado junio le dieron a Acción Nacional el momento político electoral que debe mantener (pasando por los 3 estados en elección en 2017) para seguir conservándose como el favorito. Pero esa es una carrera que no ha hecho y para la que no se ha preparado, a juzgar por las posiciones que los principales actores partidistas quieren jugar. Sin generosidad y conciencia de equipo, si todos siguen jugando a todo, en el 2018 el PAN podría no jugar a nada.
Que la historia lo registre.- En el 2005 el presidente Fox convocó a los principales cuadros del panismo a una reunión privada en Los Pinos; pretendía comunicar su opinión de cara al 2006. Margarita Zavala acudió a la invitación acompañada, a todo mundo le dijo: “aquí vamos a estar los próximos seis años, con Felipe”.
Botón rojo.- No se puede repicar y andar en la procesión, o lo que es lo mismo: no se hagan bolas.
Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas.
