De acuerdo con el Reporte de indicadores de Bienestar Autorreportado (BIARE) de la población urbana, elaborado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), durante el período de julio de 2015 a julio de 2016, los mexicanos redujeron la satisfacción que tienen respecto a su situación personal y de su entorno, siendo “el país” el nivel de satisfacción que presentó el mayor retroceso respecto al año anterior, pasando a 6.2 puntos, de un previo de 6.6 unidades.
En general, los mexicanos tienen un alto nivel de satisfacción con la vida, toda vez que en julio pasado el promedio fue de 8.1 en una escala de cero al 10, en el rubro de calidad, informó el INEGI.
Por otra parte, entre 12 situaciones consultadas, los mexicanos reprobaron a la seguridad ciudadana con una lectura de 5.1 puntos, su menor calificación desde julio de 2013 y obteniendo el nivel más bajo de la encuesta, mientras que la satisfacción respecto a la ciudad en la cual viven, pasó de 7.2 puntos a las actuales 7.0 unidades.
Los encuestados entre los 45 y los 59 años fueron los que reprobaron más duramente la seguridad, este grupo calificó el rubro con cinco puntos. Sin embargo, los hombres evidenciaron de forma más significativa su sensación de inseguridad.
No obstante, los mexicanos mejoraron su percepción de bienestar subjetivo, ya que a su satisfacción con la vida le asignaron una puntuación de 8.1 puntos, la mayor en los últimos cinco años. Por género, los hombres dieron un puntaje de 8.2, en tanto que las mujeres de 8.0.
Las relaciones personales, actividad u ocupación, vivienda, estado de salud, perspectivas a futuro, nivel de vida y tiempo libre mostraron una mejora de una décima respecto a la encuesta anterior, mientras que los agregados de logros en la vida y vecindario se mantuvieron sin cambios.
El concepto de bienestar subjetivo se refiere a las percepciones de los individuos en edad adulta sobre su propia situación y contexto, estas percepciones comprenden tres aspectos: satisfacción con la vida en general y con aspectos específicos de la misma, fortaleza anímica y sentido de vida, y balance afectivo, que explora la prevalencia, en un momento específico, de estados anímicos positivos o negativos en la población.
En cuanto al bienestar anímico, los mexicanos que viven en zonas urbanas evaluaron positivamente su bienestar subjetivo al asignarle calificaciones superiores a de 8.9 y 8.8 aspectos como: lo que hago en mi vida vale la pena, soy libre de decidir mi propia vida y soy una persona afortunada.