Cerrando sobre la partidocracia en contraste de verdaderas democracias como Islandia y Suiza.
Concluido ya el más reciente episodio de la telenovela ‘partidocrática’ versión 2016, Morena de López Obrador resultando risible y el duopolio PRI-PAN se vuelve a llevar todo, congratulándose con triunfalismo y no importándoles, como la tristemente célebre frase de hace 2000 años de Ovidio, que el fin justifica los medios.
Prácticamente queda el mismo statu quo a lo largo de la república. El PRI con 5 gubernaturas y el PAN con 3 más otras cuatro –en alianza con el PRD– como ironía, de que el hasta hace poco dizque partido de la derecha y la familia ahora junto con el partido de la izquierda y el aborto. Al cabo que en política no hay principios ni valores reales.
En nuestra Baja California con apenas un 33 por ciento de participación –o sea solo la tercera parte de los electores que pudieron o quisieron tener que ver con esta función (o resignarse a los “menos peor”) dada que la partidocracia es una cuasi dictadura–, igual, los de siempre, se repartieron tres alcaldías al PAN-hambre y dos a los PRI-no saurios.
Del desinterés y la baja participación ciudadana se está de acuerdo con lo que Ustedes en ZETA publicaron de “lo poco que aportan a la credibilidad ciudadana, las deficiencias y desaseo en el trabajo del instituto electoral” y con más franqueza hay que decir que son los mafia-partidos, que de sobra se sabe, astutamente manipulan al instituto electoral (que controlan) en sus planes de divide y vencerás a los electores para no dar opciones o fragmentarlas, los que provocan el repudio de los votantes, ya que están por igual completamente percibidos de desprestigiados por derrochadores y corruptos. Y que como ya saben que con el mínimo de sus votos duros le ha bastado a cualquiera de los del duopolio PRI-PAN, para esta otra jornada, así la manejaron para retener el control.
En mi Tijuana el vencedor técnicamente –Juan Manuel Gastélum, del PAN– obtuvo menos de la cuarta parte de ese 33% de electores, con 23% de sufragios, o sea el .33 por .23, matemáticamente dando un 7.5%.
Vaya, ni siquiera recibió uno de cada 13 votos. ‘Recáspita’.
Igual que hace tres años, cuando quedó de gobernador Francisco Vega de Lamadrid, también con porcentajes y condiciones ínfimas de participación, para nada podrán pretender o cacarear la preferencia ciudadana.
Se comparte lo que Ustedes señalan que Peña Nieto y Beltrones, del PRI, salieron rebajados, no se diga acá su dirigente estatal de ese partido, el tan desprestigiado Chris López, quien “restó sumando” por tan mal recordado como un incondicional de la perjudicial llamada homologación –en una palabra menos fingida, aumento– del impuesto IVA.
De los cuasi independientes Luken y, peor, Aubanel, Ustedes editorializaron que no “fueron capaces de convertirse en una opción atractiva” ni de sus simpatizantes. El partido PES con Leyzaola atrajo gentes que creen que alguien de mentalidad militarista será la solución al “hartazgo social (y) el desamor ciudadano”, como Ustedes escribieron.
En fin, ahora el abismo, por el hartazgo y repugnancia, ha salido mayor o peor.
En lo que no estoy de acuerdo es culpar a la ciudadanía de que “muchos critican y pocos participan” dado que otra vez arrinconaron a los electores a lo “menos peor” de “lo malo por conocido”, ¿qué esperaban? En lo individual uno sí acude a la urna como siempre se ha cumplido, pero anulé –no por ignorante ni adivino con bola de cristal, sino tras analizar, razonar y prever que iban a volver a ser los resultados para los malos de siempre.
Pero, ánimo, optimismo e inteligencia. Si hay opciones, Ensenada nos pone el ejemplo. Han dado una sorpresa, porque sí hubo al parecer un independiente verdadero –no reciclado de otros partidos– que solito casi casi derribó a los grandulones. Entonces más bien aprendamos. Seamos conscientes y pensantes. Y en el futuro éste es el ejemplo y la meta. Procurar verdaderas opciones independientes para 2018 y 2019. Amablemente.
José Luis Haupt Gómez
Tijuana, B.C.