Apenas concluyó la visita de autoridades de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), quienes informaron que se busca erradicar el abuso, en particular de los jornaleros agrícolas, sobre todo de erradicar el delito de trata de personas, y de nuevo se presentan esta clase de eventos. Iniciando la semana, 27 trabajadores del campo fueron abandonados a su suerte en La Paz, provenientes de entidades sureñas como Oaxaca y Veracruz.
En entrevista, algunos de ellos aseguraron laborar en el Rancho San Enrique, en el Ejido Melitón Albáñez de La Paz, sin embargo, fueron echados, “supimos del empleo, del trabajo y tenemos ganas de hacer dinero, sin embargo las cosas no se dieron”, por lo cual terminaron en las calles sin cobijo ni apoyos, a su suerte.
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Recuerdan que en Tuxtepec, Oaxaca, encontraron al enganchador, al cual sólo saben, se le conoce como “Zurdi”, quien les ofreció sueldos de entre 2 mil y 3 mil pesos; les garantizó que tendrían buenas condiciones para vivir, hacer dinero y un techo cómodo para descansar. Una vez convencidos los jornaleros, fueron puestos en una camioneta y transportados hacia Mazatlán, Sinaloa; de ahí viajaron a La Paz para ser distribuidos en distintos campos agrícolas.
“Atendimos un llamado de 27 jornaleros agrícolas. Desde su tierra vienen ellos en su mayoría de Oaxaca y dos de Veracruz, provenientes de Melitón Albáñez, de un rancho agrícola, donde el día domingo ellos nos manifiestan que se salieron del rancho porque no les permitieron quedarse, específicamente en cuanto al pago de salario y las jornadas de trabajo que ellos estaban realizando”, detalló Gustavo Kakogui, secretario del Trabajo y Previsión Social en Baja California Sur.
Ante la falta de pago por parte de la empresa San Enrique, los jornaleros empezaron a sospechar, cada día que pasaba las cosas fueron más y más turbias, hasta que terminaron a la deriva, deambulando por las calles de la capital.
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José Luis Morales Santiago, oriundo de Oaxaca, compartió su versión: “Estuvimos en la empresa San Enrique, nos prometieron un buen remunerado de dinero, sin embargo las cosas no fueron así. Nos dijeron de unos 2 mil a 3 mil pesos semanales, las cosas no se dieron, ganábamos 124 pesos y con ese dinero no se puede, si nos hubieran hablado que desde un inicio esa era la temática, no me hubiera subido a la camioneta. Espero que mis compañeros de allá de mi tierra, mis paisas, lo piensen, lo valoren, lo maduren bien, y no volvamos a caer en ese juego”.
Por su parte, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) exhortó a las autoridades de Baja California Sur a implementar un operativo de revisión en el rancho agrícola para emitir las acciones pertinentes como una sanción, ya que en particular, ranchos de la zona han sido denunciados por abusos contra jornaleros, de autoridad, falta de pago, violación a los Derechos Humanos y en algunos casos hasta de esclavitud; violaciones directas que dan a pensar en el delito de trata de personas.
“Nosotros como Comisión, le solicitamos a la Subsecretaría para que a través de las diferentes instancias que tienen que ver, háblese de Secretaría del Trabajo, COEPRIS, Salud y quien tenga que intervenir, pudiera hacerse una revisión extraordinaria, se pidió, se pidió también el acompañamiento de la Delegación Federal del Trabajo para que acompañada de esta comisión extraordinaria y al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), esa acción se está concretando en estos días”, lanzó Silvestre de la Toba Camacho, presidente de la CEDH.
El martes 5 de julio, a través de un apoyo emitido por el Gobierno del Estado, los jornaleros partieron de Pichilingue con rumbo a Topolobampo, Sinaloa; 23 se quedaron en aquella entidad a laborar con otro rancho mediante contrato laboral, cuatro más regresaron a su tierra natal.
