Transportistas excluidos del proyecto del Sistema Integral de Transporte –SITT- realizaron una marcha sorpresiva, tal y como habían advertido la semana pasada, esta vez no solo para exigir ser atendidos por el propio alcalde Jorge Astiazarán, sino también por la falta de regulación a UBER, expuso Ángel Nevarez, dirigente de la línea de taxis Dorado Blanco.
La marcha, iniciada con mil 200 unidades y prevista para concluir en Palacio Municipal, tuvo que recortar su travesía y culminar en la Aduana de importación de Otay con el arribo de solo 600 vehículos entre taxis libres, de ruta y masivo, “porque fuimos bloqueados por autoridades de Tránsito Municipal”, anotó el dirigente transportista.
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El punto de arranque de la movilización de este martes 5 de julio fue en el bulevar Terán Terán, a la altura del punto conocido como “megabache”, de ahí se incorporaron al bulevar Bellas Artes, “con la intención de continuar hasta Palacio Municipal, pero se nos impidió el paso”, agregó.
Foto: Cortesía/ Autoridades bloquearon bloquearon vialidad para impedir la protesta
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Ante ello, la mitad de la caravana avanzó hacia la garita de importación, en donde permanecieron unos minutos para luego dispersarse, “porque no queremos afectar a los ciudadanos, sí tuvimos la intención de bloquear el paso de los camiones provenientes de Estados Unidos, pero desistimos”, admitió ángel Nevares.
Respecto a su postura en contra de UBER, dijo que el reclamo es contra la autoridad que no ha hecho nada por regular ese servicio. “mientras a nosotros se nos obliga a pagar sitios, placas y a cumplir una serie de reglamentaciones, a ellos se les permite operar sin control alguno, lo cual no se nos hace justo”.
No obstante, reprobó las agresiones de que han sido objeto algunos choferes de UBER, “no estamos de acuerdo con la violencia, por lo que las autoridades deben investigar y castigar a los responsables”, agregó.
Finalmente anotó que los movimientos de protesta continuarán en forma imprevista, si el alcalde de Tijuana no responde a su demanda de atenderlos y de dejar en claro en manos de quién estará el manejo del nuevo sistema de transporte masivo.
