Sí; sí los hay. Son los de viejo cuño y quienes permanecen integrados en la Agrupación Política de Baja California, A.C. (APBC), y los únicos en mostrar inconformidad primero ante la designación de Enrique Ochoa Reza como dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional. Hombre de la confianza del Presidente Enrique Peña Nieto, Ochoa fue retirado de la Dirección de la Comisión Federal de Electricidad, para ser candidato único a la presidencia del PRI. Pocos o casi nadie, objetaron el dedazo en la cúpula tricolor. Al modo, la cargada priista se fue sobre Ochoa Reza y de todos los Estados de la República Mexicana viajaron a su asunción política. La realidad, Enrique Ochoa es un hombre poco conocido, los de la APBC describen el contexto de manera muy puntual en una carta dirigida al mismo y publicada en la sección Cartaz de esta edición de ZETA: “…cargo al que llega usted sin que el priismo nacional lo conozca y usted a nosotros tampoco. Esta situación no facilitará la encomienda que tiene, ya que está comprobado que no se puede dirigir lo que no se conoce”. Le refieren los adversos escenarios que han vivido en Baja California, “… no hemos podido recuperar la gubernatura del Estado; muchas de nuestras derrotas han sido consecuencia de decisiones centralistas de gobierno y partido, tomadas con desconocimiento de la forma de vida y costumbres de esta alejada zona de la capital del país”. Rematan: “Al igual que millones de mexicanos también aquí estamos decepcionados e indignados por el alto grado de corrupción en que han caído muchos gobernantes y funcionarios; a tal grado indignados, que incluso muchos priistas en las elecciones del pasado 5 de junio ya no votaron por nuestro partido y buscaron otras alternativas políticas”. Conminan: “… el partido (o sus dirigentes) ya no deben seguir solapando los actos de corrupción de ningún funcionario postulado por el PRI o que sea parte de gobiernos emanados de él, independiente de la importancia del cargo, porque este grado de impunidad es lo que ha fomentado el que muchos ‘seudo priistas’ se empoderen y abusen del poder”. Y vaticinan: “… en estos momentos tan difíciles por los que atraviesa el partido, más que títulos académicos, se requiere sensibilidad, liderazgo, experiencia, conocimiento del tema… Esperamos que, al haber protestado a este cargo, pueda usted sacar adelante el gran reto que representa, ya que la pérdida de la Presidencia en el 2018 es una posibilidad ya no tan lejana”. La carta la firman, entre otros, Alejandro Rosas Romandía, Lucy Ocaña Rodríguez, Luis Dugay, Julio Torres Coto, Manuel Sánchez, Alberto Carrillo, María de los Ángeles Leal y Alejandra Nieto Álvarez.
Publicidad
