Decir que la derrota del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se dimensiona por los espacios no obtenidos, es ignorar que de no haber ido en alianza, el tricolor no tendría ni una diputación, ni una presidencia municipal y que sus fracasos, por distrito y por municipio, serían más escandalosos.
Y aunque las alianzas se pactan precisamente para garantizar un número mayor de votos, calcular los resultados que tuvo como partido político, arroja por ejemplo que el PRI pierde también en sus ingresos públicos para mantenerse y competir, pues cada año, electoral o no, las aportaciones se calculan de acuerdo a los votos obtenidos por partido en la última elección, y no por coalición como en este caso, con el Partido Verde, el Partido del Trabajo y el Partido Nueva Alianza.
El PRI aflojó en su disputa con el Partido Acción Nacional como la primera fuerza política, pues aunque sigue en la segunda plaza del podio, la diferencia con el partido azul, uno contra uno, es de 64 mil 335 votos. Es decir, las personas que solo marcaron al PRI en sus boletas sumaron 158 mil 115 en todo el estado –en la elección de munícipes–, por las 227 mil 450 que lo hicieron por el PAN.
En Tijuana sí fue relegado hasta la tercera fuerza, lo que significa un solo regidor priista en el nuevo cabildo: Eligio Valencia López, hijo del líder de la CTM, Eligio Valencia Roque. Ahí, donde se celebró la elección más reñida del proceso, con René Mendívil quedó el PRI como tercero pero con un número de votos más cercano al cuarto lugar que fue MORENA, y a 24 mil 594 sufragios del segundo, el Partido Encuentro Social (PES), partido contra partido.
En Tecate, sin la ayuda de los votos para PT, Verde y Panal, la primera alcaldesa de la historia hubiera sido panista y no tricolor. De acuerdo a los números oficiales del Instituto Estatal Electoral (IEE), el PRI logró solo 7 mil 982 votos, insuficientes para superar los 8 mil 97 del PAN. Pero ya en alianza, Nereida Fuentes se llevó la ventaja con 9 mil 236.
En el municipio de Ensenada sucedió lo mismo, pues Marco Novelo consiguió en alianza 33 mil 296 votos, pero el PRI 24 mil 691, número superado por los 29 mil 17 sufragios del PAN y los 28 mil 821 del independiente Omar García. También sería tercera fuerza política.
En este escenario hipotético, que al mismo tiempo es una de las realidades del Partido Revolucionario Institucional, el PAN avasallaría en el Congreso del Estado, haciendo cuentas como las anteriores, en los 4 distritos que ganaron, los resultados serían adversos sin sus aliados.
En el Distrito 7 de Tecate, Benjamín Gómez Macías no estaría cantando victoria porque su partido solo, fue marcado en boletas por 6 mil 963 personas, insuficientes por los 8 mil 005 que confiaron en el PAN; ya sumando la alianza se fue arriba con 8 mil 581.
Partido contra partido, hablando del PRI y el PAN, la mayoría hubiera sido para el azul en el Distrito 15 por 2 mil 402 votos. Pero gracias a la alianza, rebasaron a Acción Nacional que tuvo 19 mil 308, con 22 mil 485. Por eso Alejandro Arregui es diputado electo.
A Claudia Agatón en realidad le benefició la coalición con el PRI porque es militante del Partido del Trabajo, que solo sacó 3 mil 491 votos. Ahí el PRI sin alianza hubiera tenido 7 mil 783 votos, con alianza tuvo 13 mil 491 por 13 mil 206 del PAN.
Finalmente, en el Distrito 16, el único que la coalición del PRI ganó en Tijuana con Bernardo Padilla como candidato, el Partido Acción Nacional consiguió 11 mil 296 votos, 403 menos que el PRI y sus aliados, que de haber ido solo se hubiera quedado a 2 mil 574 del blanquiazul.
Las derrotas en número de votos obtenidos, que ahora fueron entregados a otros partidos políticos son para PRI y PAN apegadas a algunos datos históricos por ejemplo de Tijuana. A diferencia del año 2013, cuando el tricolor obtuvo 230 mil sufragios y el PAN 200 mil, este año se quedaron con 95 mil y 66 mil respectivamente.