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martes, octubre 1, 2024
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¡Jesus, was a jesuit!

Muchas personas preguntan por qué el nuevo Papa Francisco es un “jesuita”. Quienes están familiarizados con los “jesuitas” saben que su fundador, San Ignacio de Loyola y San Francisco Xavier y otros compañeros, iniciaron hace más de 450 años un grupo religioso al que llamaron “La Compañía de Jesús”, que con el tiempo fueron reconocidos como los jesuitas.

En Argentina, están cumpliendo 400 años de presencia. Estos religiosos llamados también “ropa negra”, por el color de su sotana, son sumamente versátiles.

En Tucson, Arizona, ellos dirigen el Observatorio Astronómico del Vaticano (subsede), y el ubicado en la Santa Sede. Viviendo en comunidad, en la cocina de la Kino House de Tucson, un letrerillo de cartón decía simpáticamente: Jesús, fue un jesuita (Jesus, was a jesuit).

Si usted no la ha disfrutado, consígase una película llamada “La Misión”, me parece con Robert De Niro, y música de Ennio Morriconi, con paisajes de las cascadas de Iguasu en Paraguay, Sudamérica. Se estrenó allá por 1987. En ella magistralmente se narra el drama de la cruz y la espada. Los intereses terrenales de la Iglesia de la época, y la misión evangelizadora de los jesuitas, expulsados de todos los reinos de España, y que dio al traste con la llamada Evangelización
Fundante.

Jesuitas como José Rafael Campoy (Álamos, Son.), Diego José Abad, Benito Díaz de Gamarra (Zamora, Mich.), cientos procedentes de misiones en muchos lugares del mundo; encadenados, harapientos, enfermos, todos fueron expulsados hacia 1767, y sus tumbas se encuentran en lugares como Venecia, Italia. Las envidias, las revanchas imperiales, truncaron así la obra educativa y evangelizadora de los religiosos de la Compañía de Jesús.

Estos sacerdotes y misioneros, conforme al reglamento ignaciano, si es necesario deben “estudiar” a fin de servir mejor a donde serán destinados. Como fue el caso del trentino italiano Martino Martinni, jesuita experto en matemáticas y geografía que dominaba estas áreas a fin de compartir las ciencias con los hijos de los emperadores japoneses o chinos, y una vez en confianza, hacerles presentes el mensaje redentor de Cristo.

Por muchos años, Enrique Maza, jesuita mexicano, fue jefe de información de la Revista Proceso; como Francisco Ramírez Meza, fundó los programas de Radio Vaticano para Hispanoamérica, y del Vaticano vino a México para fundar en 1973 la Comisión Episcopal de Comunicaciones Sociales y promover lo que hoy es la Pastoral de Medios en México. Antes la nota religiosa en los medios consistía en publicar los bautizos en las páginas de sociales. Más de cinco mil comunicadores han cubierto el Cónclave y el inicio del Pontificado del primer Papa jesuita y de América.

En alguna ocasión con motivo del alzamiento indígena en el sureste mexicano de Chiapas en 1994, los orejas de Gobernación andaban sobre los jesuitas de la Ibero de Tijuana, toda vez que éstos apoyaban a los mixtecos de San Quintín, Baja California, explotados y viviendo en condiciones infrahumanas ante el inmoral enriquecimiento de los empresarios verduleros de la región: cebolleros, tomateros, paperos, etcétera, para informar sobre el levantamiento en Chiapas; Francisco Ornelas en la Ibero Tijuana habló sobre el papel de los jesuitas al respecto. Ornelas, que había estado en la misión de Bachajón, Chiapas, por más de 15 años, colaborando con el Sr. Obispo
Samuel Ruíz, fue cuestionado aquella vez. -¿Oiga, es cierto que el comandante Marcos “es jesuita”? Ah, caray -dijo Paco Ornelas-, que yo sepa no. ¡Y si supiera no se los diría! -dijo convincentemente.

La Iglesia Católica está conformada en su mayoría por los llamados “fieles” o “laicos”, creyentes que colaboran o son atendidos por el Clero religioso y el Clero secular (diocesanos). Cientos de congregaciones religiosas colaboran y sirven en el mundo a través de la Iglesia Católica. Salesianos de San Juan Bosco; Franciscanos, Dominicos, Misioneros del Espíritu Santo, Benedictinos, Teresianos, Carmelitas, del Sagrado Corazón, de la Natividad de María, de María Inmaculada, del Opus Dei, de los Legionarios de Cristo; misioneros de Guadalupe, etcétera.

Entre los religiosos, los jesuitas son muy versátiles. Desde astrónomos, periodistas, mártires, santos, educadores, inmunólogos. Y cuanto se pueda imaginar. Como todos los religiosos, los jesuitas son muy queridos, por ejemplo, en México. En Guadalajara, el Seminario tuvo la dicha de contar entre otros a Xavier Gómez Robledo, Luis Medina Ascencio. Un jesuita mexicano, por ejemplo, fue rector de la Universidad de Sofía, en Tokio, Japón.

Cuando le preguntaron a don Plutarco Elías Calles, ex presidente mexicano, que si por qué había mandado fusilar injusta e ilegalmente al jesuita zacatecano, beato mártir Miguel Agustín Pro Juárez, sinvergüenza, Calles expresó que porque “quería pegarle a la Iglesia Católica” donde más le doliera, es decir, pasando por las armas a un “jesuita” tan querido como el padre Pro, que por cierto, repartía 50 despensas a los pobres en plena persecución callista.

En el templo de la “Sagrada Familia” de la colonia Roma, donde servía el P. Pro, se siguen repartiendo esas despensas. Incluso, el Lic. Armando Chávez Camacho, que logró recuperar los papeles sobre “El juicio jurídico contra el P. Pro”, que sirvió para demostrar el odio de Calles contra la Iglesia Católica y promover la beatificación por “martirio”, afirma que “el primer milagro del padre Pro, fue la conversión de Calles en San Diego, CA., USA”.

Aunque la especialidad, creo yo, de los padres jesuitas no son las “ciencias” o tantas actividades que realizan “a la mayor gloria de Dios”, su fuerza como enseña San Ignacio en su experiencia de los ejercicios espirituales, es precisamente eso: la Espiritualidad Ignaciana. En muchos lugares del mundo, los religiosos, y en especial la Compañía de Jesús, dedican grandes esfuerzos a la vida espiritual de las personas a través de los llamados ejercicios.

En Puente Grande, Jalisco, en Casa Iñigo de Torreón, y ahora en casa Manresa de Tijuana, uno puede acercarse a la espiritualidad ignaciana.

 

Germán Orozco Mora reside en Mexicali. Correo: saeta87@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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