Mientras del lado estadounidense se construyó un segundo cruce peatonal en San Ysidro para continuar con la remodelación de la garita más transitada del mundo, del lado mexicano se improvisó un andamio de láminas para recibir a más de 10 mil peatones diarios. “El gobierno de Estados Unidos nos pidió que los apoyáramos… construimos un paso temporal, no es el más bonito ni agradable”, anunció Luis del Moral González, director de Vinculación Internacional e Institucional de INDAABIN
Un andamio compuesto por láminas ligeras y de aspecto endeble, sujetas por medio de tubos y delimitadas por una reja, será el camino de salida de Tijuana hacia Estados Unidos, a través del nuevo acceso peatonal en El Chaparral, a partir del viernes 15 de julio.
El PedWest, como se nombró al segundo cruce peatonal en el lado Oeste de la Garita de San Ysidro, forma parte del conjunto de obras para la modernización de este puerto de entrada y que representan una inversión de 740 millones de dólares del gobierno estadounidense.
La siguiente etapa consiste en remodelar el edificio de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de la Garita de San Ysidro. Para ello, se planeó la habilitación de un segundo cruce fronterizo, el PedWest.
Desde 2008, los gobiernos de la Unión Americana y de México trabajan en un Plan Maestro Fronterizo para la modernización de las garitas.
La construcción de la primera etapa del cruce fronterizo El Chaparral del lado mexicano tuvo una inversión de 173 millones de pesos. En su momento, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) estimó un tránsito de 40 millones de cruces anuales.
Con las ampliaciones a los cruces vehiculares y peatonales en El Chaparral, proyectadas en dos etapas de construcción, el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN) informó que la obra total alcanzaría un costo de entre 300 y 400 millones de pesos.
Sin embargo, del lado mexicano se improvisó el pasaje por el cual los peatones saldrán de Tijuana para internarse a territorio estadunidense. El resultado es un andamio temporal de mala calidad y peor aspecto, de dudosa capacidad para soportar el peso y el paso de 12 mil personas, en promedio, que lo utilizarán a diario.
A pesar de que un grupo de empresarios de San Ysidro solicitó al gobierno mexicano que la construcción del puente quedara en manos del gobierno de Baja California, por considerar que tienen un mejor entendimiento de la dinámica fronteriza, la administración de Enrique Peña Nieto entregó la responsabilidad de la obra al INDAABIN.
Para estos empresarios binacionales, el resultado de la obra es “una porquería, nos deja muy decepcionados y nos preocupa la seguridad de la gente”.
Sin embargo, para el INDAABIN, en palabras de su director de Vinculación Internacional e Institucional, Luis del Moral González, en dos meses se acondicionó paso porque “el gobierno de Estados Unidos nos pidió el favor. Lo que hicimos es construir un paso temporal, no es el más bonito ni agradable, se construyó en tiempo récord y la razón fue aliviar el paso y la liberación del flujo que se puede ver afectado por el cierre del lado Este”.
Estrecho, sin iluminación y entre el mal olor
Quienes salgan de Tijuana hacia Estados Unidos por el PedWest comenzarán el trayecto en el puente construido anteriormente para El Chaparral, de ahí seguirán por un camino de 450 metros, el cual sube de nivel sin cimentación y sólo con postes a los lados para sostener la obra.
En un recorrido realizado por ZETA se constató que la construcción cuenta con un ancho de poco más de un metro, e incluso, antes de que se abra el paso al público, las láminas se encuentran levantadas de sus esquinas en algunos puntos.
Por lo tanto, el trayecto es difícil para una persona en silla de ruedas, muletas o andadera, también se le dificulta avanzar a quien viaje empujando una carriola, o bien, arrastrando una maleta.
El andamio conecta con el Puente El Chaparral, el cual a su vez, une en ambos de sus extremos con la plaza Viva Tijuana hacia la colonia Federal y con el mercado de artesanías en la Zona Centro.
De día, un sencillo techo cubre del sol, pero el pasadizo no cuenta con iluminación propia. Lo que sí está presente es un fuerte hedor proveniente de las aguas negras que corren por la canalización.
Ya que el camino corre paralelo al canal del Río Tijuana, conocido como “El Bordo”, es un espacio donde transitan personas en situación de calle y con muy poca presencia policial.
Tanto la plaza comercial como el mercado de artesanías están casi en el abandono. Abiertos pocos locales, la mayoría “curios”, tiendas de suvenires, farmacias y restaurantes.
Empresarios decepcionados con gobierno mexicano
La Garita de San Ysidro representa el cruce fronterizo más transitado del mundo. Según cifras del gobierno de Estados Unidos, diariamente son procesados 50 mil vehículos y 25 mil peatones.
Además, el modelo Baja California-California es uno de los principales en su tipo en cuanto a economía transfronteriza.
Jason Wells, presidente de la Cámara de Comercio de San Ysidro, encabezó a un grupo de empresarios que viajó a la Ciudad de México en mayo para hablar con representantes del INDAABIN, el Instituto Nacional de Migración (INM), el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, sobre el cruce peatonal en El Chaparral.
“La posición del gobierno de México es que no iba a estar listo para abrir el 15 de julio, a pesar de que era la fecha acordada para ambos países, después nos dijeron que tenían una propuesta temporal, pero ahora vemos la porquería que hicieron y nos deja muy decepcionados”, señaló en entrevista.
El empresario, quien también es cofundador de la Coalición Inteligente de la Frontera, expuso que el nuevo cruce peatonal de lado mexicano, el cual recorrió, “no es adecuado para el público”.
De igual manera, detalló que los empresarios de San Ysidro mostraron un anteproyecto al Gobierno de la República para una “estructura más estable y de mejor aspecto” por 80 mil dólares, pero fue rechazado.
“Sabemos que era temporal, pero lo que hicieron parece un andamio hecho para limpiar ventanas de edificio o pintar”, comentó Wells.
“Nuestra primera inquietud es la seguridad de la gente que nos visita. Como Cámara de Comercio, nos preocupa la mala imagen. No es posible que a estas alturas, con los gastos que han hecho ambos gobiernos para mejorar la línea, esto es lo que vamos a poner”, consideró.
Puente se recorre en cinco minutos: INDAABIN
En entrevista vía telefónica, Luis del Moral González, director de Vinculación Internacional e Institucional del INDAABIN, explicó la obra a este Semanario.
Del Moral, quien también funge como vocero de la obra, asegura que el recorrido de 450 metros se logra en cinco minutos y reitera que es temporal.
En diciembre de 2016 concluirá la segunda etapa de construcción de El Chaparral y, si existe personal de Aduanas y de Migración, entonces se podrían utilizar los carriles de acceso a Tijuana.
Sin embargo, operará un carril para permitir la repatriación de expulsados de Estados Unidos, tal y como ocurre en la actualidad.
Sobre las críticas del empresariado por el mal aspecto y baja calidad del puente, el representante del INDAABI opinó: “Eso tienen que verlo con el gobierno de Estados Unidos Nosotros seguimos operando la puerta Este, no hemos modificado nada, no vamos a cerrar nada, sólo creamos una alternativa para apoyar el cruce”.
Y del otro lado…
El ingeniero Ramón Riesgo, director de Proyectos para la Frontera Sur de la Administración de Servicios Generales (GSA) de Estados Unidos, detalló que el PedWest es una de las obras de modernización del cruce de San Ysidro, las cuales representan una inversión de 740 millones de pesos.
Conformado por 12 carriles peatonales, el cruce desemboca en San Ysidro, sobre la Avenida Virginia, a un costado del centro comercial Las Américas.
“Con este cruce ya nosotros terminamos la primera fase del proyecto”, explicó el funcionario norteamericano.
De esta forma, se complementa la remodelación del acceso peatonal Este a Tijuana, la construcción de un puente peatonal de Las Américas a San Ysidro Boulevard -alejado de las instalaciones federales- y la remodelación del cruce vehicular.
Además, el acceso PedWest contará con un par adicional de carriles en dirección a Tijuana, además de un carril vehicular, de retorno a Estados Unidos para aquellos conductores a quienes en la Aduana mexicana se les niegue al acceso a territorio nacional.
“Todos los carriles son reversibles, se pueden convertir en la dirección necesaria, depende cómo esté el flujo en ese momento” agregó.
El PedWest tiene también con un edificio administrativo, moderno y amplio, donde además de realizar las inspecciones a quienes ingresen a Estados Unidos, una vez en territorio norteamericano los viajeros podrán tramitar los permisos I-94 para el ingreso más allá de 25 millas (40.23 kilómetros) de la línea fronteriza.
El PedWest suma una estación para autobuses, taxis y vehículos particulares, que lleguen a recoger o a dejar a personas a este cruce, con áreas designadas para cada tipo de vehículo.
“Este cruce, al mismo tiempo, nos permite iniciar las obras de la segunda fase del proyecto, que es la que se encarga de renovar la entrada (peatonal) en la parte Este” explicó.
Dicha renovación requeriría el cierre de carriles peatonales en el acceso tradicional, de 14 a un mínimo de seis carriles funcionales. Esto permitiría iniciar la demolición de lo que resta del antiguo edificio federal. La construcción de un nuevo edificio inteligente, con las mismas características del que comenzará a operar en el PedWest el 15 de julio, debe estar concluida en 2019.
Por otra parte, la tercera fase del proyecto de modernización del cruce, iniciaría en agosto al realinear el Freeway 5 con los doce carriles hacia la Garita de El Chaparral. Mientras que los ocho carriles que en algún momento sirvieron de entrada a México podrán ser rehabilitados para sumarse al cruce a San Ysidro, sumando alrededor de 34 carriles con casetas dobles.