La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó que tres personas de origen mexicano murieron y otra resultó herida durante el ataque al bar de Orlando, en Estados Unidos, la madrugada del domingo. En el lugar, otras 46 personas murieron.
En un comunicado dijo: “la Cancillería informa que, como resultado de la labor llevada a cabo por el Consulado de México en esa ciudad, se ha confirmado que lamentablemente tres personas mexicanas fallecieron con motivo de estos trágicos eventos”.
Precisó que está en contacto permanente con las autoridades para confirmar la nacionalidad de otra persona que falleció en el tiroteo y que también podría ser originaria de México. En tanto, recordó que otro connacional se encuentra herido y hospitalizado, que “continúa en situación estable, fuera de peligro”.
La Cancillería destacó que la representación consular ya se puso en contacto con las familias de las víctimas para brindarles la asistencia consular necesarias.
“Las autoridades competentes siguen trabajando en la identificación de las víctimas, por lo que el Consulado de México permanece alerta para identificar a cualquier otro nacional mexicano que pudiera haber sido afectado”, señaló.
Además, durante un evento en el estado de Hidalgo, el Presidente mexicano también hizo referencia al ataque y también informó de la muerte de los tres mexicanos.
Peña Nieto condenó el ataque y sostuvo que “este hecho pone en manifiesto que las palabras que siembran odio, que son discriminatorias, sólo provocan violencia”.
La madrugada de este lunes, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que el mexicano Javier Nava Coria resultó herido y que se encuentra hospitalizado.
La matanza que conmocionó a la ciudad de Orlando se desató luego de que un atacante abrió fuego la madrugada del domingo, interrumpió de forma brusca una noche de copas, bailes y espectáculos.
El sospechoso, Omar Mateen, entró al recinto armado con un fusil AR-15 y disparó sin descanso— 20 rondas, 40, 50 y luego más— según las autoridades. En un espacio tan reducido, las balas difícilmente erraban. Disparó a la policía y tomó rehenes.
Cuando cesaron los disparos en el Pulse Orlando, 50 personas habían perdido la vida y docenas más presentaban heridas graves en el peor tiroteo masivo en la historia reciente de Estados Unidos. Mateen, quien según las autoridades había jurado lealtad al grupo extremista Estado Islámico en una llamada al teléfono de emergencias 911 antes del ataque, falleció en un intercambio de disparos con miembros de los equipos especiales SWAT.
En tanto, la radio del grupo extremista Estado Islámico calificó a Mateen como “uno de los soldados del califato en América”. Al-Bayan Radio, una emisora afiliada a la milicia radical, elogió este lunes el ataque que causó 50 muertos, diciendo que tuvo como objetivo una reunión de cristianos y homosexuales y que es el peor ataque en suelo estadounidense desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Al parecer, la emisión sería una declaración oportunista, ya que el grupo EI no ha reivindicado oficialmente la autoría del ataque.
Treinta y nueve personas fallecieron en el interior de la discoteca y 11 más en hospitales, explicó el Alcalde de la ciudad, Buddy Dyer.
Al menos 53 personas fueron hospitalizadas, la mayoría en estado crítico, y un cirujano del Orlando Regional Medical Center dijo que era probable que la cifra de víctimas mortales aumentara.
Hasta el domingo, el tiroteo con más víctimas en Estados Unidos era el ataque al Tecnológico de Virginia en 2007, donde un estudiante mató a 32 personas antes de suicidarse. ZETA/SinEmbargo