Los que repitieron, los que defendieron al gobierno en turno y los que no aportaron ni ideas: así se dividió el debate organizado por el Instituto Estatal Electoral (IEE) entre los candidatos a la presidencia municipal de Playas de Rosarito el miércoles 11 de mayo.
Un formato limitado: para el desarrollo de dos temas, cada uno de los 12 candidatos tuvo 4 minutos.
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Frente a cámara, a los contendientes se les iban los ojos entre una y otra palabra en su improvisación, intentado responder en los tópicos que se les plantearon: acciones para fortalecer el turismo y propuestas para un desarrollo ordenado del más joven de los municipios.
En el primer tema, el del turismo, el candidato del Partido Peninsular de las Californias (PPC), Ricardo Peñaloza, de plano dijo que había que olvidarse de los visitantes extranjeros que han dejado de ir a Rosarito para enfocarse en los locales y nacionales con eventos accesibles.
Blanca Madrigal, del Partido Encuentro Social (PES), se inclinó por la realización de un mapa de eventos para promover lo que hay en el municipio, así como evitar que comerciantes y restauranteros abusen con los precios.
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La candidata del PRI y partidos aliados (PT, verde y Panal), Laura Torres, mencionó que de ser elegida como presidenta, viajará a distintos puntos del país y el extranjero para personalmente promover la región.
Por su parte, Francisco Hernández Tovalín del Movimiento Ciudadano fue el único que se acordó de la industria fílmica y de las actividades ecoturísticas, y se comprometió a “fortalecerlas”.
Alejandro Moreno Berry, apegado al tema de los terrenos –cuya invasión lo ha caracterizado–, dijo que el ayuntamiento tiene que garantizar los servicios y la tenencia de las tierras que han sido compradas por extranjeros, principalmente en el ejido Mazatlán.
Hasta ahí, eran varias las coincidencias, y la más repetida –por 11 de los 12 candidatos– fue la necesidad de garantizar la seguridad del turista, librándolo de extorsiones con una policía especializada en el tema.
Pero Mirna Rincón, candidata del Partido Acción Nacional (PAN), el mismo que abandera al hoy alcalde Silvano Abarca, rechazó la escasez de turismo en Rosarito y no habló de la seguridad. Lo que quedó de sus dos minutos lo utilizó para proponer la utilización del Fondo Metropolitano –con Tijuana y Tecate– en proyectos turísticos.
En contraste, a Marisol Mora, candidata del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se le fueron sus cuatro minutos –por los dos temas– de propuestas hablando de apoyo a las mujeres y de que una vez ganando, se buscarán a los mejores perfiles para su gabinete.
Para asegurar un crecimiento ordenado del municipio, el candidato independiente José Luis Mar, propuso vender predios del padrón del Ayuntamiento con “grandes facilidades” a los rosaritenses.
El candidato de Morena, Roberto Esquivel Fierro, prometió que impulsará la construcción de un hospital en la zona sur del municipio, específicamente en la delegación Primo Tapia. Mientras que el abanderado del Partido de Baja California (PBC), Raúl Paredes Esquer, además de exigir pruebas a Mirna Rincón de su residencia en la cuidad –que la panista nunca respondió–, dijo que buscará promover un mercado municipal y la primera central camionera en la localidad.
Juan Carlos Molina, otra opción independiente, se inclinó por comprometerse a un gobierno que “respete presupuestos y tiempos” de obra. “debemos empezar a meter orden”, dijo. Y Javier del Castillo Hernández, otro sin partido, prometió un fraccionamiento “a bajo costo para los ciudadanos”.
