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martes, febrero 20, 2024
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Ocho cosas que odia mi mamá

 

  1. Que salga.
  2. Que no salga.
  3. Que coma mucho.
  4. Que coma poco.
  5. Que duerma mucho.
  6. Que duerma poco.
  7. Que le conteste cuando habla.
  8. Que no le conteste cuando habla.

 


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Sabes que tuviste una madre muy mexicana si…

* Cada vez que veía las telenovelas, luego las contaba con todo detalle. Te interesara o no, escuchabas atentamente sin decir nada de nada.

* Sus gritos en ocasiones eran paradójicos, sobre todo cuando exclamaba una típica frase de madre mexicana: “¡Hijo de tu pinche madre!”.


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* Nunca, nunca, nunca debías osar en llevarle la contraria.

* Estaba perfectamente entrenada en dar vuelta a las tortillas sin quemarse las yemas de los dedos.

* Alguna vez sacaste del refrigerador un bote que contenía una cosa distinta. Un bote de mantequilla lleno de guacamole, por ejemplo.

* Por no hablar de la caja de galletas que, parecía, escondía un tesoro. Pero eran botones e hilos.

* Temblabas cuando tu madre hacía limpieza general y mandaba a la basura TODO lo que ella creía que ya no necesitabas.

* Era capaz de encontrar todo lo que se te perdía. Si no lo encontraba, es que había viajado a otra dimensión.

* Siempre te lloraban los ojos cuando asaba chile.

* Te desarrolló un miedo irracional ante el señor de la basura.

* Está más interesada que tú por la fiesta de 15 años.

* Aprendiste lo que es una casa. No es una posada, ni un bar, ni un restaurante. Cuantas veces escuchaste: “Eso lo harás cuando tengas tu propia casa, esta casa la respetas”.

 

El hijo

— Hola, ‘má, ¿te puedo dejar los perros el fin de semana?

“¿Vas a salir?”.

—  Sí.

“¿Con quién?”.

— Con una amiga.

“Yo no sé por qué te separaste de tu esposa, es una mujer tan buena…”.

— Yo no me separé, mamá… ella me dejó.
“Tú dejaste que se fuera y ahora andas por ahí con cualquier lagartona”.

— ¡NO ando con cualquier lagartona, mamá! ¿Te puedo dejar los perros el fin de semana, sí o no…?

“¡Yo jamás los dejé a ustedes para salir con alguien que no fuera tu padre!”.

— Hay muchas cosas que tú hiciste y yo no hago.

“¿Qué me quieres decir?”.

— Nada, nada… sólo quiero saber si te puedo dejar a los perros.

“¿Vas a quedarte a dormir con esa vieja? ¿Qué diría tu esposa si se enterara?”.

— ¡Mi EX esposa! Y no creo que a ella le preocupe, pues desde que nos separamos no debe haber dormido sola ni una noche.

“¿Entonces, te vas a quedar a dormir con esa ninfómana?”.

— No es una ninfómana… ¡Por favor, mamá!
“Una vieja que sale con un divorciado, con perros, es una ninfómana, una vividora”.

— No quiero discutir. Te llevo los perros o no…

“¡Pobres perritos, con un dueño así…!”.

— ¡¿Así como?!

“Con pajaritos en la cabeza, ¡por eso te dejó tu esposa!”.

— ¡Bastaaa!

“¿Encima de todo me gritas? ¡Seguramente a esa vieja con la que sales también le gritas!”.

— ¡Aaah, ahora te preocupa la lagartona!

“¿Viste que SÍ es una lagartona? Si yo me di cuenta enseguida”.

— ¡Adiós, mamá!

“Espera… no cuelgues. ¿A qué hora me traes los perritos?”.

— No los voy a llevar… ¡No voy a salir!

“Hijito, si no sales nunca, ¿cómo CARAMBAS piensas rehacer tu vida?”.

Autor: Hijo de madre mexicana.

 

Giro profesional

Un pasajero le toca el hombro al taxista para hacerle una pregunta.

El taxista grita, pierde el control del auto,  casi choca con un camión, se sube a la acera y se incrusta en el aparador de una tienda, haciendo pedazos los vidrios.

Por un momento no se oye nada en el taxi, hasta que el conductor  dice:

— ¡Mire amigo, jamás haga eso otra vez! Casi me mata del susto.

El pasajero ofrece disculpa:

“No pensé que se fuera a asustar tanto si le tocaba el hombro”.

— Lo que pasa es que es mi primer día de trabajo como taxista.

“¿Y qué hacía antes?”.

— Fui chofer de una carroza funeraria durante 25 años.

Autor: Un chofer.

 

Adivinanza

¿Qué tiene diez brazos y un coeficiente intelectual de 50?

Cinco hombres viendo un partido de futbol.

Autor: Una mujer que odia el futbol.

 

9

— ¿Cuál es su peor defecto?

“Meterme en las conversaciones de otras personas”.

— Le pregunté a él, no a usted.

“Ah, perdón”.

Autor: Un metichón.

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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