Hold the door. Esa es la frase que por casi una semana ha atormentado a todos los fanáticos de “Game of Thrones”, luego de la transmisión de su último capítulo, donde finalmente se reveló cómo es que Wylis, el fiel cuidador y amigo de Bran Stark, perdió su capacidad para hablar.
Lo que fue un secreto muy bien guardado hasta esta sexta temporada, o por los casi veinte años que han transcurrido desde el primer libro de “A Song of Ice and Fire”, hoy es un hecho que lejos de sosegar el misterio, llegó para entristecer a quienes siguen el programa de HBO.
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El motivo radica en que Hodor -como conocimos a Wylis desde el inicio- es un acrónimo de “Hold the door”, oración que Meera le grita al corpulento personaje de Kristian Nairn, para que sostenga la puerta tras la que están los White Walkers que los persiguen, luego de que Bran los atrajera al haber viajado solo en el tiempo.
Visto en primera instancia como un sacrificio surgido del contexto, un par de segundos bastaron para que la transformación de esas palabras diera como resultado el surgimiento de “Hodor”, quien en realidad dedicó toda su vida a Bran desde aquel instante en el que, al ser todavía un niño, confrontó la intervención del tiempo-espacio y la súplica que le solicitaban.
¿Existe mayor sacrificio a ese? En la serie es probable que no al nivel de dichas implicaciones, lo que convierte a “The Door” en uno de los capítulos más significativos de la trama que no deja de sorprendernos y que, a partir de ahora, nos hace replantear nuevas teorías sobre el papel de Bran y sus habilidades, en la resolución de la trama que poco a poco comienza a cerrar círculos.
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