Política Breve y de Emergencia
Las campañas políticas en todo el estado y de todos los partidos y participantes, están mudando de su fase inicial de posicionamiento y conocimiento del candidato a la de propuesta política y oferta de gobierno, o por lo menos lo deberían estar haciendo si de verdad quieren ganar las elecciones.
Con apenas 50 días de proceso total para la solicitud del voto, los candidatos difícilmente podrán hacer que su tiempo surta el efecto de convencer al electorado; si no le dicen puntualmente a cada uno de los que quieren ganar, ¿qué diferencia, ventaja, oportunidad o beneficio, recibirá la comunidad o la persona misma, en caso de que se convierta en la o el próximo alcalde o diputado? Puesto en términos coloquiales (como decía mi amigo el cholo), “si ganas, ¿eso a mí en qué me va a alivianar?”.
Porque en las próximas cuatro semanas de campaña los aspirantes deben ser capaces de proponer e invitar a votar. Si en teoría en las siguientes dos semanas se decidirá el grueso del voto que se depositará el 5 de junio, ese electorado necesita ya argumentos sólidos y contundentes para racionalmente decidir.
Es decir, cada aspirante debe conectar con su población objetivo y proporcionarle elementos de oferta electoral de conocimiento y empatía emocional, de manera que logren una conexión fuerte entre candidato y ciudadano tan sólida, que se traduzca en un voto libre y secreto el día de la jornada de elecciones.
A pesar de la alianza lograda por el PRI con otros tres partidos políticos, la cantidad de partidos restantes y la participación por primera ocasión de candidatos sin partido, hacen que el número de propuestas para cada candidatura sea extremadamente grande. El caso de la contienda a la alcaldía de Tijuana por ejemplo: son diez los candidatos registrados y tal vez pudieran lograr su registro dos más.
Ante la multiplicidad de personas, mensajes y propuestas que puede recibir un ciudadano que haya decidido involucrarse y participar, el que se quede en la memoria para influir en la decisión, será definitivamente el de mayor repetición y calidad, es decir el mensaje recibido en más ocasiones y que su contenido haya captado la atención gracias a su ingenio, constancia y creatividad.
Las campañas cortas son fatales para las candidaturas independientes, el solo posicionamiento de la figura principal no sustituye la necesidad de estructura electoral en la representación de casillas y en los organismos. Para los partidos tradicionales el ambiente de competencia tan intenso los debe hacer ir por un electorado adicional, asunto relativamente sencillo si existe un abstencionismo superior al 50%. Los partidos emergentes pueden dar la sorpresa si logran estructurar representación y establecer confianza con la propuesta.
Con esta mezcla de elementos, a los que es fundamental añadirle el hecho de la bajísima participación electoral de Baja California, tres factores cobran vital importancia si lo que queremos es analizar las posibilidades de lograr un triunfo electoral: 1. La fuerza electoral propia de la marca de origen, o sea el voto duro del partido postulante. 2. La presentación de una oferta electoral efectiva y eficiente para el público objetivo. 3. Aprovechar todos los foros y que no se cometan errores por el candidato, su esquipo o los gobiernos emanados de la misma filiación política.
La propuesta política y de gobierno es fundamental si de verdad se quiere ganar.
Que la historia lo registre.- En la contienda de la alcaldía de Ensenada, las propuestas y discursos de los candidatos del PAN, del PES e inclusive el de uno de los independientes se parecen tanto, que podrían ser el mismo.
Botón rojo.- Tras denuncias de panistas participando en campañas ajenas el presidente estatal del PAN dice: “… el que no esté a gusto, pues que se vaya”.
Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas. Correo: smriubi@yahoo.com
